Jueves 08 de mayo 2025

“Soy activista gorda y feminista”

Redaccion Avances 08/03/2025 - 14.26.hs

Valentina Festa Gebruers (23) se define como mujer, activista gorda, feminista, modelo y estudiante, hija y hermana. “En palabras de mi hermanito, hago que la gente gorda sepa que está bien ser gorda. Fui gorda toda mi vida, criticada y víctima de bullying”

 

La macachinense Valentina Festa Gebruers es multifacética, representa a una parte de la sociedad que por mucho tiempo fue invisibilizada y hoy con el alcance de las redes sociales se volvió viral, ejemplo de muchas chicas y chicos y militante de los cuerpos sin etiquetas.

 

“Soy creadora de contenido de marcas y de empresas, grabo y edito videos, a veces también saco fotos y también soy modelo ‘plus size’, que quiere decir talles más grandes. Este año empecé la carrera de publicidad, porque hasta el hasta el año pasado hice escenografía”, señaló orgullosa.

 

Valentina tiene un récord de seguidores en sus redes y es un lenguaje que conoce y maneja a la perfección. Produce, publica e incluso se animó a hacer un podcast en Spotify para contar su historia y parte de lo que hoy quiere transmitir a la sociedad.

 

“Me gusta estar en redes sociales, compartir con la gente. Más que nada porque mis seguidores me mandan mensajes muy hermosos. Realmente a mí me emociona mucho y si hay algo que me encanta del activismo, es poder conectar con gente que, al fin y al cabo, por más que nos separen miles de kilómetros, tienen las mismas experiencias que vos y que yo, por el hecho de tener un cuerpo gordo”. “A veces me mandan mensajes que me hacen llorar y emocionarme, realmente me flashea mucho dimensionar que le cuenten alguien que solamente conocen por un par de historias y un par de posteos cuestione tan personales y profundas”, remarcó en entrevista con este diario.

 

 

A la pasarela.

 

Ser modelo plus size fue algo que llegó por casualidad. “Antes era maquilladora y me postulé para trabajar en make up para una sesión de fotos y justo buscaban una modelo de mi talle y yo dije, ‘bueno, mirá, si te falta alguna yo lo hago’. La fotógrafa dejó de buscar y terminé siendo modelo. Esa es la campaña ‘Verano Mágico’ que se hizo a fines de 2020 de la mano de la fotógrafa Agustina Bonafine. Y fue la primera vez que modelé. Y para mí fue una locura porque era la primera vez que modelaba, también era la primera vez que me mostraba en bikini al público, digamos. Y terminé con una bikini de leopardo en el diario LA ARENA”, recordó.

 

Hoy trabaja para varias marcas de Buenos Aires como Seda Boutique y Kalista, que es una marca para la que modeló en una pasarela en Carlos Paz. “Era la primera vez en una pasarela argentina que se incluía una marca que es exclusivamente plus size, con modelos en talles grandes”. “Normalmente cuando hablan de plus size, ponen una piba que tiene un poco más de cadera y tiene un 110 de corpiño, pero no tiene panza. Entonces seguimos en la misma, no se está mostrando diversidad. Pero en lo personal, nunca en mi vida pensé que iba a llegar a una pasarela y eso para mí fue enorme”, resaltó la nacida en Macachín.

 

Hoy Valentina sueña con trabajar para marcas como Adidas, que actualmente trabaja con modelos plus size y trabaja con creadoras de contenido gordas. Y también llegar a marcas que no tienen talles. Sería una manera para que empiecen sumarse a la diversidad. “Sueño con una Argentina en donde no tengamos que llorar en el medio del probador, que no tengamos que recorrer 50 tiendas para encontrar ropa interior”.

 

 

Feminismo y 8M.

 

“Empecé a militar el feminismo a los 17 años cuando surgió el caso de Thelma Fardín y a mí realmente me abrió muchísimo la cabeza. Creo que también pasa en pueblos chicos que todavía hay muchos machirulos, todavía es una sociedad muy patriarcal y leer sobre feminismo me abrió muchísimo la cabeza”, reconocó Valentina.

 

Sin embargo, en sus primeros tiempos el feminismo no incluía a las personas gordas, pero sí se hablaba de ‘body positive’. “El activismo me ayudó a sentirme representada y me hizo dar cuenta de qué era lo que me tenía que impulsar, y es que no haya más Valentinas, que no haya más nenas de 5 años llorando en un probador, que no haya más nenas de 7 años subiéndose a una balanza con una nutricionista que le diga que solamente tome agua”, subrayó.

 

Su actitud la consolidó con un fuerte posicionamiento político y asegura que en hay un doble discurso en el mercado, en las marcas con los talles, en las medidas políticas, etc. En este sentido dijo que hay un montón de derechos que son amenazados a nivel político y no solamente los que ella particularmente milita. Sino también de las personas trans, las personas negras, también de las que hoy en día no tienen voz, “las que no están en el mercado laboral, las personas gays. Me parece terrible que hoy tengamos que salir a las calles a explicar derechos básicos”.

 

 

Familia.

 

Con respecto a su familia, dijo que al principio les costó un poco aceptar esa nueva versión suya. “Venimos de una sociedad que te dice que ser gordo está mal, que tenés que adelgazar por tu salud, porque si no te vas a morir, entre otras cosas. Y se encontraron con un: ‘De mi cuerpo no se opina, de mi plato no se opina, de mi ropa no se opina’. Se encontraron con una Valentina diferente y al principio fue bastante chocante para mí y para ellos, obviamente, porque no sabían cómo acompañarme”.

 

Hoy eso cambió y aseguró que su familia es su apoyo incondicional. “Creo que fue duro porque tuvimos que desaprender y volver a construir sobre muchas cosas que nos dijeron toda la vida. Tengo un hermanito de nueve años, Alejo, que es la luz de mis ojos. Él creció conmigo, viéndome modelar, maquillarme, viéndome hacer activismo, creció a la par mía mientras yo hacía todo lo que hago. Entonces, hoy en día me resulta muy gracioso verlo, decirle a sus compañeritos que su hermana se dedica a hacer que las personas gordas entiendan que ser gorda está bien”, expresó.

 

 

Mensaje.

 

Su historia de vida tiene magia, deja huellas, y Valentina sabe que aporta su granito de arena para ser parte de una sociedad más justa e igualitaria. “Me gustaría que no haya nenas que tengan que hacer dieta para entrar en el uniforme del colegio o en el delantal blanco. Me gustaría que no haya nenas que se avergüencen de ser quienes son. Me gustaría que Argentina no sea el segundo país con más TCA, con más trastornos de la conducta alimentaria en el mundo. Cuando empecé a hacer activismo dije que yo iba a hacer todo lo que yo necesité y no tuve. Quiero ser esa persona que necesité toda mi vida y que no tuve”, sentenció.

 

Y agregó que el mensaje que le gustaría dejar es: “Tenés derecho a ser quien sos, con el cuerpo que tenés, sin importar lo que el resto te diga”. “Como corolario quiero citar a la gran poeta argentina Lali Espósito cuando dice: 'Soy todo lo que quería ser de grande’, y yo agrego: ‘Siendo gorda’”.

 

 

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