Miércoles 16 de julio 2025

Tres experiencias únicas para disfrutar

Redacción 16/07/2025 - 00.03.hs

La provincia ofrece este invierno un abanico de propuestas turísticas singulares que combinan naturaleza, historia viva y tradiciones culturales. Las salinas pampeanas, la red de antiguos almacenes de ramos generales y la Colonia Menonita Nueva Esperanza invitan a recorrer paisajes y modos de vida que siguen vigentes.

 

“La Pampa se consolida como un destino turístico distinto en la temporada invernal 2025, con propuestas que trascienden el paisaje y ponen en valor el patrimonio natural, arquitectónico y cultural de la provincia. En tres puntos clave del mapa pampeano, los visitantes pueden sumergirse en experiencias que combinan el contacto con la tierra, la historia de los pueblos rurales y la vida comunitaria de una cultura cerrada al mundo digital, pero abierta al intercambio humano”, destacaron desde la Secretaría de Turismo.

 

Cristales blancos.

 

Una de las propuestas más destacadas de este invierno es el circuito turístico salinero, que comprende cuatro salinas abiertas al público en distintos puntos de la provincia. La experiencia combina caminatas guiadas, miradores naturales, interpretación ambiental y la posibilidad de conocer el proceso productivo de la sal, un recurso clave en la economía regional.

 

Las Salinas Grandes de Macachín, operadas por la Compañía Dos Anclas, ofrecen recorridos por los lavaderos, talleres y zonas de extracción. En General San Martín, la salina La Colorada Grande es ideal para quienes buscan una experiencia educativa y visual, con senderos señalizados y una vista inigualable.

 

Por su parte, La Colorada Chica, ubicada en cercanías de Jacinto Arauz, propone un paseo de baja dificultad por un paisaje donde la sal se funde con el bosque de caldenes. El más reciente de los circuitos es el de las Salinas de Anzoátegui, en La Adela, que permite elegir entre tres trayectos de distinta longitud y dificultad.

 

Todas las experiencias están diseñadas para realizarse con guías y requieren reserva previa. La duración promedio de los recorridos va de las dos a las tres horas, y se recomienda llevar ropa cómoda, abrigo y agua. La propuesta ha ganado protagonismo en los últimos años como una forma de combinar turismo sustentable, educación ambiental y exploración paisajística.

 

Memoria rural.

 

En paralelo a la propuesta natural, La Pampa invita a revivir la historia de sus pueblos a través de la Red de Antiguos Almacenes de Ramos Generales, una iniciativa provincial que reúne siete establecimientos que funcionaron (y algunos aún funcionan) como centros de abastecimiento, encuentro y vida social durante más de un siglo.

 

El circuito incluye almacenes en Ataliva Roca, General Acha, Toay, Victorica, Arata, Intendente Alvear y Rancul. Algunos conservan su estructura original y ofrecen visitas como museos municipales; otros han sido reconvertidos en restaurantes o centros culturales, como el caso de “María Castaña” en Toay o “El Tentador” en Rancul.

 

Menonitas.

 

A pocos kilómetros de Guatraché, en el sur pampeano, se encuentra la Colonia Menonita Nueva Esperanza, un enclave fundado en 1986 por familias provenientes de México y Bolivia. Allí, entre campos cultivados y casas sin conexión eléctrica ni internet, unas 1.950 personas llevan adelante una vida autosuficiente y comunitaria basada en la fe, el trabajo y el aislamiento del mundo moderno.

 

Lejos de cerrarse al turismo, la colonia ha habilitado desde hace varios años un circuito de visitas guiadas que permite conocer su forma de vida, recorrer queserías, carpinterías, talleres, una iglesia, y compartir un almuerzo o merienda con las familias. La experiencia es profunda y transformadora, pero exige respeto: no se permite fotografiar sin autorización, ni ingresar sin guía, y se recomienda vestir de manera discreta.

 

Las visitas se realizan de lunes a sábado con reserva previa, y son coordinadas por guías especializadas como Ana Lía Di Meo y Estela Campo. El recorrido completo tiene una duración aproximada de seis horas e incluye degustación de productos artesanales como quesos, dulces, embutidos, pan y conservas.

 

Un solo destino.

 

“La conjunción de estas tres ofertas consolida a La Pampa como una provincia que apuesta por un turismo con identidad, alejado de lo masivo, y centrado en experiencias significativas. Desde el silencio blanco de las salinas hasta la charla pausada en una cocina menonita, pasando por los estantes antiguos de un almacén centenario, el invierno pampeano se presenta como una oportunidad para descubrir otras formas de estar en el mundo”, resaltaron acerca de las posibilidades para este receso invernal.

 

La Secretaría de Turismo de la provincia recomienda planificar con anticipación, realizar reservas con guías habilitados y consultar el estado de los caminos rurales, especialmente en esta época del año. Además, se sugiere combinar las visitas con recorridos por otros atractivos cercanos como el Parque Luro, la laguna de Guatraché, los museos locales y las propuestas gastronómicas de cada localidad. Este invierno, La Pampa no solo invita a viajar: invita a recordar, a aprender y a mirar con otros ojos.

 

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