Una marcha y varios reclamos
“Nos ayudamos entre todos”, expresó Alejandra Falcón, la mamá de Lía, la joven que falleció tras ser atropellada en Circunvalación y Cavero. Pero en la avenida también hubo otra víctima fatal casi dos meses después del siniestro de Lía. María Eugenia tenía 19 años, iba a entrenar taekwondo, y, en Circunvalación entre Andrada y Tellez, fue atropellada por una motociclista. Ambas familias se unieron a la de Claudio Olgado, el joven que murió en una boca de registro el año pasado cuando estaba trabajando en obras de cloacas en la calle Jujuy. A todas las une la tragedia, la pérdida de un familiar querido y el sentimiento de no tener justicia. Ayer marcharon por el centro de Santa Rosa para que las víctimas no sean olvidadas.
La manifestación fue organizada por la familia de Lía. Alejandra Falcón, Gustavo Alday y el hermanito de la joven encabezaron la marcha con imágenes de ella y la leyenda “Esta era mi hija, ¿por qué la mataste?”. También había una bandera que decía: “Condena ejemplar por Lía y por todas las estrellas amarillas que no tuvieron justicia. Pedimos que el responsable cumpla la condena en la cárcel”.
Un grupo de personas se acercó a la plaza San Martín y acompañó a los papás. En diálogo con LA ARENA, Alejandra contó que están esperando la definición de la carátula contra Francisco Roldán, el hombre que conducía el Falcon que la atropelló.
“Cada día, esto se ha convertido en algo más doloroso porque nos falta parte de la familia, nos falta Lía, que era todo lo que estaba bien. Yo tengo a mi familia destrozada, nadie puede entender por qué Roldán la mató, por qué no frenó, por qué no la esquivó, por qué no le tocó un bocinazo… Todos los días nos enteramos de algo nuevo porque ella estuvo tirada sola en el asfalto. ¿Por qué nadie de Accidentología me llamó? Nos hubiese dado la oportunidad de darle un último abrazo para que no se fuera solita”, expresó entre lágrimas. “Lía tenía 22 años y muchos proyectos. A nosotros nos queda seguir luchando y aprender a vivir con este dolor”, afirmó Alejandra.
Denuncias.
También comentó que ayer se presentó ante la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) para asentar la denuncia contra el Ministerio de Seguridad porque no funcionaban las cámaras de la avenida Circunvalación ese 16 de enero. “Es contra el ministro (Horacio di Nápoli) y el responsable del Cecom porque ese día estaba monitoreando las cámaras y se veían borrosas. El propio ministro me dijo que las cámaras eran de mala calidad y que estaba pidiendo la licitación para comprar nuevas… Menos mal que las cámaras de la carnicería funcionaban porque sino el crimen hubiese quedado impune”, comentó. La familia también apunta contra la atención del hospital René Favaloro. “Fue muy mala”, aseguró la mamá.
Cabe destacar que en la marcha estuvo la familia de Claudio Olgado, el joven que falleció en una boca de registro cuando realizaba obras de cloacas en la calle Jujuy. Ezequiel Uriarte fue la otra víctima de ese trágico día. “Ellos siempre nos acompañan y nosotros los acompañamos en sus marchas, porque de eso se trata Lía. Ella era amor, empatizaba con el otro”, comentó Alejandra.
“Me destruyó la vida”.
También estaba Norma, la mamá de María Eugenia, la joven de 19 años que falleció a principio del mes pasado tras ser atropellada por una motociclista en la avenida Circunvalación, entre Andrada y Tellez. “Ella estaba yendo a entrenar taekwondo porque quería ser policía, cuando está cruzando la Circunvalación, viene una moto a alta velocidad, la levanta por el aire, cae con su cabeza y prácticamente le produjo la muerte. Ella tenía hemorragia masiva, trauma y no tenía ninguna chance de sobrevivir”, contó la mujer y lamentó que la motociclista venía a alta velocidad. “Según los testigos, venía en cuarta. Es una docente, que salía de una escuela e iba muy apurada para su casa, seguramente para encontrarse con su familia. Pero no se dio cuenta que también había una nena queriendo cruzar y que su cuerpito no era el freno. Ella no deja ninguna marca en el asfalto de intención de detener su moto, no hay ningún rastro”.
Cuatro horas.
“Cuando María Eugenia sufre ese siniestro, la policía me avisa cuatro horas más tarde. La mochilita de ella tenía el teléfono adentro y tenía su billetera donde sacaron el nombre y a mí me avisaron a la 1 de la madrugada cuando yo vivo a la vuelta de la delegación de la Segunda. Tardaron todas esas horas y privaron de que yo pudiera estar en sus últimos momentos agarrándole la mano”, lamentó y agregó: “Yo sé que mi hija fue a entrenar y la espero todos los días, pero sé que no va a volver”.
Contó que se unió a la lucha de Alejandra “porque ella comprende mi tremendo dolor y la irreparable pérdida”. Contó que el objetivo es lograr la construcción de un puente peatonal. “No hay un lugar para que los chicos puedan cruzar tranquilos. Ahora hay cámaras para la fotomulta porque eso recauda, pero no hay para prevenir los siniestros”, apuntó.
Contó que aún no recibió información oficial de la causa, investigación que lidera el fiscal Marcos Sacco. “No sé si están haciendo las pericias, si recolectaron más testigos. No sé nada, solo sé que me destruyó la vida esta persona que iba a muy alta velocidad en una moto”, completó.
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