Viernes 22 de septiembre 2023

El lado B de Luis Miguel

Redacción Avances 25/04/2021 - 16.35.hs

La segunda temporada de la serie de Netflix sobre el cantante mexicano propone un ingreso a una fase más oscura y compleja. Un nuevo villano hará de las suyas en un escenario cargado de excesos y crisis familiares.

 

Adrián Melo *

 

La espera terminó. Después de tres años de ausencia regresó el domingo pasado a las pantallas de Netflix Luis Miguel. La serie, la biopic pionera del cantante mexicano cuyo suceso a nivel global derivó en un boom de producciones similares sobre otros artistas y grupos musicales con desigual calidad y repercusión.
La nueva entrega producida por Netflix, Metro Goldwyn Mayer y Grato Grande Productions se apoya en las mismas premisas que la primera temporada: una vida que se describe melodramática y alocada, luces, sombras y amoríos del protagonista muy bien caracterizado por Diego Boneta. Sexo, droga y alcohol a raudales y, sobre todo, mucha apelación a la nostalgia de las y los espectadores a través de las canciones románticas y de pop ochentoso que elevaron a Luis Miguel a la categoría de astro internacional.
Los ocho capítulos de la segunda temporada –que se estrenarán de a uno, los domingos a las 21– desarrollan diferentes aspectos de la vida de Luis Miguel. Algunos de ellos son la relación con su hija adolescente, la enfermedad crónica que casi termina con su carrera y el enigma que mantuvo en vilo a la audiencia: la desaparición de Marcela Basteri, su madre.

 

Nuevo villano.
La segunda temporada de la serie transcurre en dos planos temporales diferentes que se van alternando. En el primero se destaca el actor argentino César Bordón, que interpreta a Hugo López, el sensible y carismático manager “bueno” que oficia un poco de padre del artista. “En esta temporada, mi personaje establece un vínculo familiar más crudo y seco con el protagonista como los padres e hijos que ya no son políticamente correctos ni hablan para quedar bien sino para ir de frente a los problemas que tienen. Los problemas son la vinculación por los contratos y la búsqueda de la madre”, destaca Bordón. López conserva su esencia y sigue siendo “alguien más preocupado por lo afectivo que por lo comercial, por lo humano por encima de lo monetario” y alguien a quien “le interesa tanto el cantante que produce dinero como el que produce afectos y sensaciones”.
Por el otro lado, la muerte del siniestro padre de Luis Miguel hacia el final de la primera temporada precisa de la aparición de un nuevo villano y ese será Patricio Robles, interpretado por el actor mexicano Pablo Cruz Guerrero. “Como lo expresa muy bien el slogan de la segunda temporada de la serie, ‘Cuanto más brille el sol, más oscuras son las sombras’. Luis Miguel adquirió mayor fama, más dinero, más poder, más mujeres y todas esas cosas que en esta sociedad en la que vivimos aparentemente representan el éxito. Las rémoras que se acercan son más grandes. Mi personaje representa ese tipo de sanguijuelas que no crean su propio camino, sino que tratan de sembrar montados sobre alguien más. Hay una película que vi hace tiempo que lo expresa así: ‘Todos queremos un atajo a la grandeza’”, expresa el actor.
Sin embargo, como todo buen malvado, Robles presenta matices. “Es analista y estratégico” y a la vez que pretende encumbrarse también ofrece al cantante la posibilidad de “pensar a más largo plazo y de armar un plan a futuro respecto de qué es su carrera y qué es su vida”, agrega Cruz Guerrero. Son esos proyectos los que dieron pie a las nuevas incursiones en géneros diversos como las baladas, el tango y el mariachi, que posibilitaron la notable vigencia del Luis Miguel. Patricio Robles –cuya referencia real es una fusión de varios managers– se convertirá así junto a Hugo López en un personaje clave para transformar a Luis Miguel “en lo que es hoy”, ese artista perdurable que trascendió décadas y fronteras.
“Los personajes son más oscuros en esta segunda temporada porque hay cosas que hay que limpiar para seguir avanzando”, señala Bordón. “Hay más aventura, más alcohol y definitivamente más profundidad para tratar de desentrañar quien es el personaje”, promete Cruz Guerrero. Eso lo sabrá un público multitudinario y ávido en el mundo, que emitirá su veredicto después de la ansiosa espera en que vuelven a encenderse los micrófonos para que suenen canciones tales como “Cuando calienta el sol”, “Suave”, “Qué nivel de mujer” y las versiones que popularizaron los clásicos boleros de Armando Manzanero para múltiples generaciones.

 

  • Tiempo Argentino
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