«Pilo», el orgullo de contar su historia
En su casa del Barrio Sur, «Pilo» cuenta que desde hace 32 años trabaja en una pinturería de la calle Ameghino. «Entré a los 15 años, y soy muy agradecido de mis empleadores. Tuve mucha suerte de conseguir ese trabajo, el de toda mi vida, porque mis empleadores son gente muy buena», asegura Pilo, en una charla con LA ARENA.
«Pilo» es Juan Carlos Lucero, un santarroseño de 47 años que a los 15 conoció a Lorena, el amor de su vida. «Fue mi esposa, aunque para mí sigue siéndolo porque la tengo en el corazón, no hay día que no me acuerde de ella, siempre la tengo acá conmigo», relata con los ojos brillosos por la emoción que le produce recordar a su compañera. En poco tiempo se cumplirán cuatro años de su partida, y agrega que «falleció de un cáncer de endometrio. Recuerdo en ese momento que la gente de Radio Noticias nos ayudó mucho para hacerle un tratamiento en Buenos Aires porque la obra social no me lo quería cubrir».
«A los 18 años nos quedamos embarazados de Agustina, que ahora está en La Plata, es ingeniera mecánica. Después vino en el 2000 ‘Coti’, la alegría de la casa, que hoy está estudiando arquitectura también en La Plata, y cada día me sorprende más con las maquetas y los trabajos que hace. Es una genia».
«Parar la olla».
A Pilo le tocó trabajar desde muy chico, sin poder empezar siquiera a cursar el secundario. «En 1987 terminé la primaria, la situación del país era desastrosa, y básicamente tuve que empezar a hacer changas para subsistir, y darles una mano a mi mamá y mi papá. Eramos cinco hermanos, y no quedaba otra».
«Ahora por suerte nos está yendo mejor a todos, pero en ese momento había que ‘parar la olla’, como se dice, y tuve que ponerme a trabajar, no me quedó otra», recuerda, y asegura que «siempre tuve las ganas de estudiar, pero fueron pasando los años, me casé, y nunca más lo retomé. Por suerte pude tener un buen trabajo, Lorena también tenía un buen trabajo como empleada administrativa».
La casa propia.
Además, destaca como un momento clave en la vida de la familia, «cuando nos tocó la casa de barrio acá en el 5000. También nos dignificó porque tuvimos un hogar, nuestro hogar. Acá fueron creciendo las nenas, y todo nuestro apoyo y esfuerzo, fue para el bien de nuestras hijas. Nosotros nunca le hicimos demasiados arreglos a la casa, porque el objetivo nuestro era principalmente que las chicas puedan estudiar».
«Durante el gobierno primero de Néstor, y después de Cristina, me di cuenta por qué no había podido estudiar, y montones de cosas que nos faltaron, que no me tocaron a mí pero gracias a ellos les tocaron a mis hijas. Ahí me di cuenta de lo que eran Néstor y Cristina, y lo bien que le hicieron, no solamente a mí, sino al conjunto de la sociedad, y a los iguales a mí», asegura, y en esa línea, señala que «ellos nos dieron dignidad, nos permitieron poder crecer, a mí me sale decir que nos dio dignidad, y hay mucha gente que no sabe lo que significa. Eso es lo que Cristina nos dio, a la gente de bajos recursos, para ser respetados y valorados».
El estudio, prioridad.
Constanza, escucha atenta a su papá y asegura que «en mi casa siempre fue prioridad el estudio. Nosotras pudimos ir a buenos colegios, después mi hermana se pudo ir a estudiar a La Plata, y yo también, buscando tener la posibilidad de recibirnos y conseguir más oportunidades, para afrontar la vida».
«Escucho lo que tuvo que pelearla mi viejo, y es tremendo. Nosotras nos criamos con todos los valores que nos han dado, pero siempre vivimos con esto, con una casa, con nuestros padres trabajando. Nos tocó más fácil quizás, pero valoramos muchísimo su esfuerzo», asegura.
Agustina, la más grande de las hijas de Pilo se recibió de ingeniera mecánica en la Universidad de La Plata. El padre orgulloso relata que «hizo una tesis de un banco de ensayo para optimizar los transportes de minerales fluidos y sólidos. Cuando se recibió, el decano de la facultad, delante de muchas personas, la aplaudió y dijo que era una eminencia, y le pidió que no se fuera del país. Yo sabía que mi hija era buena en lo que hacía, pero que lo diga el decano en ese momento fue muy emocionante».
Asimismo, señala que «también le dijeron que el trabajo de sus tesis se iba a incorporar a la cátedra de mecánica, porque era muy importante, ya que recabó información de distintos lugares del mundo. Se recibió, y con el inicio de la pandemia las dos vinieron para Santa Rosa, Agustina llenó de curriculums todos los lugares, pero está sin trabajo en este momento, y espero que pronto pueda conseguir empleo», augura.
Viviendas.
Respecto a la actualidad, Pilo señala que «hay cosas que veo del gobierno nacional, que me parecen importantísimas, como el hecho de que vuelva a invertir tanto en viviendas sociales en nuestra provincia. Realmente hay que estar en la piel del que no tiene un techo dónde vivir, y que te toque tu casa… hace que la familia teniendo un techo pueda proyectar el futuro. Yo creo que es una política de Estado que es fundamental».
Finalmente, asegura que «siempre fui peronista sin conocer demasiado el significado de serlo. Néstor siempre decía: ‘nos dicen que somos kirchneristas para bajarnos el precio’, pero creo que como a mis abuelos les tocó vivir a Perón y Evita, a mi me tocaron Néstor y Cristina. Así que, hoy puedo decir con orgullo que soy kirchnerista».
El mensaje de CFK a «Pilo».
En los últimos días se hizo viral un video en redes sociales en el que Pilo, por medio de «Luchy» Alonso, le manda un mensaje a la vicepresidenta Cristina Fernández. Ahí asegura que «los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina» le dieron «dignidad». El diccionario define a la dignidad como la cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden. «Cristina me dio dignidad, porque yo tengo hecho hasta séptimo grado nada más, y gracias a Cristina y a Néstor mis hijas van a ser profesionales, la primera generación de toda una familia».
La vicepresidenta le agradece por su mensaje: «Esos sentimientos y esas cosas que la verdad que reconfortan el espíritu y acarician el alma, cuando alguien las dice con ese cariño y sobre todo con esa sinceridad. Es importante lo de la primera generación de profesionales en la familia, ese es un gran logro que nosotros siempre quisimos instalar, por eso tanto fomentamos la educación pública».
Respecto a la intermediaria en esta comunicación, «Luchy» Alonso, Pilo asegura que «creo que ella es brillante, y es algo que el tiempo le va a permitir demostrar».
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