Cuando el somatén resuena para todos
SEÑOR DIRECTOR:
Es posible que en la Argentina los temas y problemas que están ahí, clamando atención, sean tantos o más que en cualquier pasado. Toda sociedad dispone siempre de un ramillete, del cual los protagonistas toman lo que parece a propósito para sus finalidades. Cabe al ciudadano, luego, la tarea de desenredar la madeja para saber dónde está la punta y hacia dónde se apunta (y se lo quiere llevar).
En estos días, un tanto sorpresivamente, ha aparecido la palabra "somatén". Como me es habitual, busqué su significado. El diccionario da estas explicaciones: cuerpo de gente armada, no militar, que se reúne a toque de campana para perseguir a criminales o a defenderse del enemigo; originaria de Cataluña / rebato hecho al vecindario en peligro / bulla, alarma, alboroto / grito de guerra de las antiguas milicias de Cataluña. Otras fuentes dicen que la voz viene del catalán som atents: estamos atentos, aunque también pudo originarse en so emetent, o sea repique de campanas en catalán. Es posible que en Cataluña haya tomado forma una práctica frecuente en reinos y ciudades de la antigüedad y el medioevo, ante la repetición de invasiones y asaltos. Los catalanes crearon su somatén en 1068 para"defensa personal y de la tierra". Todo vecino debía tener armas en su casa y acudir con ellas al ser convocado (algo de esto resonó en nuestro Cabildo, en 1810). A veces un vecindario avisaba a otros acerca de una amenaza, con hogueras, toque de cuernos o trompetas o agitación de campanas (a rebato). Los españoles se han pasado creando y prohibiendo el somatén, la última vez, en gran escala, durante la guerra civil (1936-39). Franco lo recreó en 1945 para perseguir a civiles que presuntamente conspiraban. El senado lo disolvió en 1978.
La palabra apareció entre nosotros en "El presidente que no fue", de Miguel Bonasso, cuando relata que, luego del asesinato de Rucci por Montoneros, ya roto todo nexo entre Perón y las formaciones civiles armadas, el presidente (en su tercer período) recibe a Bidegain (gobernador de Buenos Aires) y a su hija Gloria (de 20 años), y ésta queda impactada porque le oye decir al general esa palabra: somatén. El libro menciona un "documento reservado" de Perón, que podría marcar el comienzo de nuestro somatén, que tomaría luego el nombre de Tres A. Tata Yofre fue más allá y afirmó la relación somatén-Tres A, insistiendo en ello hace poco (en Ámbito Financiero, 11 y 12 de enero de 2007). O sea, que Perón y no López Rega sería el ideólogo de Tres A. Esto provocó una réplica vitriólica J.G. Labaké, en abril de 2007. José Pablo Feinmann, que viene publicando un relato del peronismo hasta la muerte de Perón (hasta ahí llega ya con sus notas semanales) menciona lo que dice Bonasso, pero no lo suscribe porque no ve que el actual diputado se haya documentado. En general, sin embargo, Feinmann no descree de esa posibilidad y tiende a admitir que el pueblo peronista fue llevado a la trampa de Ezeiza y masacrado por una organización previa a la formal aparición de Tres A. En estos días, por último, Gloria Bidegain, que es diputada nacional, dice recordar muy bien aquella entrevista de su padre con Perón y niega formalmente haber escuchado la palabra "somatén".
No quito ni pongo rey en esta disputa. Sigo con interés el relato que va construyendo Feinmann (separata dominical de Página/12). Viene a mi memoria el dicho que aconseja "no mentar la soga en casa del ahorcado", pues no están lejanos los días de las Tres A y de la última dictadura militar. Ni han faltado incitaciones a resolver las situaciones "manu militari". Las cacerolas a veces suenan como campanas. Tuvimos a los carapintadas con Alfonsín y es posible creer que hay más de un sector "sam atents" cada vez que se siente tocado. La legalidad y la legitimidad se constituyen como un bien siempre expuesto, aunque ya pasamos del cuarto de siglo de legitimidad institucional.
Atentamente:
JOTAVE
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