El Gobierno confirmó la salida de la OMS
El Ministerio de Salud de la Nación oficializó una profunda reforma del modelo sanitario argentino y anunció el retiro del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un comunicado emitido tras la visita oficial del secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr.
La administración del ministro Mario Lugones impulsa una transformación estructural que busca dejar atrás el esquema centrado en reparar enfermedades para pasar a un modelo preventivo “basado en evidencia científica y con foco en el ciudadano”.
Dentro de las medidas anunciadas se incluyen: revisión de organismos nacionales de salud; retiro de la OMS y revisión del uso de aditivos en alimentos.
Uno de los anuncios más polémicos es el control más estricto de vacunas. Es decir que se exigirá evidencia científica rigurosa en procesos de aprobación, fabricación y supervisión de vacunas, con foco en “recuperar la confianza pública”.
Aunque desde la cartera sanitaria aclararon que se mantendrán y fortalecerán las campañas de vacunación con eficacia comprobada, como la del sarampión.
Negacionismo.
El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, aseguró que la cartera comandada por su par en Nación, Mario Lugones, "amplía el negacionismo contra la ciencia", luego de que confirmaran que ciertas vacunas serán “sometidas a estudios clínicos con grupo placebo”.
Desde sus redes sociales, Kreplak sostuvo que lo anunciado por el Gobierno Nacional en materia de salud “es peligroso” y que, además, “miente” sobre el rol, funciones y objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Medidas escritas y hechas a medida por el Ministro de Salud de Estados Unidos, un reconocido antivacunas que pone en riesgo a todo su país con un brote de sarampión que ya está costando vidas. No podemos permitir que la ciencia se ponga en duda y que se pretenda retroceder a períodos oscuros. Todas las vacunas que usamos son seguras, confiables y funcionan”, expresó el ministro bonaerense.
Asimismo, explicó que “hacer estudios contra placebo, existiendo medidas seguras y beneficiosas, expone al riesgo” a la población: “Es un crimen y está penado en todo el mundo”, aseguró.
Infectólogo.
Por su parte, y en declaraciones a Noticias Argentinas, Eduardo López, reconocido pediatra e infectólogo, sostuvo que “la enorme mayoría de los estudios de vacunas” se hacen versus placebo, pero en lo que se llama “estudio de fase 3 o fase 2-3”, e incluso, manifestó que, a veces, “no se utiliza el placebo”, sino otra vacuna “que no proteja” la enfermedad que se está investigando.
“Cuando ya hay una vacuna en el mercado que ha demostrado eficacia, uno no puede hacer un estudio versus placebo, sino que debe chequearla con la vacuna que ya está en el mercado. Esto ocurre con la vacuna de gripe, por ejemplo, o también con las vacunas para meningococos, o contra el neumococos, que también se las chequea contra otras buenas vacunas que ya existen”, explicó López.
Además, manifestó que, en el caso de la gripe, se entra en el concepto de “no inferioridad”, que significa que la vacuna que se está investigando “no debe ser inferior con respecto a la vacuna que está ya en el mercado”.
“En estos casos, no es ético utilizar el placebo porque ya se sabe que en el mercado hay buenas vacunas que tratan tal o cual enfermedad. Entonces, sería absolutamente antiético usar placebo. Por eso, las organizaciones mundiales, inclusive el CDC europeo y la OMS, cuando hay estas vacunas ya probadas en el mercado y uno quiere introducir una nueva vacuna, tiene que demostrar la misma inmunogenicidad y la misma seguridad, y no tener títulos de anticuerpo inferiores a la vacuna que ya está”, expresó.
Para finalizar, planteó que las vacunas de COVID (Pfizer, Moderna, CanSino) “fueron chequeadas versus placebo” al igual que, seguramente, que la de Sputnik y AstraZeneca que son “vacunas vectoriales”.
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