Martes 06 de mayo 2025

Bahía Blanca, sede del encuentro de los economistas críticos

Redacción 06/11/2009 - 01.28.hs

En Bahía Blanca se realizaron días atrás las "II Jornadas de Economía Crítica" bajo el lema: "Crisis mundial y regional. Alternativas teóricas y políticas frente a la ortodoxia". Fue un ámbito privilegiado de debate.
EDUARDO LUCITA*
Durante esos tres días cientos de jóvenes estudiantes, de graduados, y de unos pocos que ya jóvenes no somos, nos dimos cita en las instalaciones del departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur, para participar de estas II Jornadas impulsadas por las escuelas de Economía Política de Buenos Aires y La Plata. Bueno es señalar que esas escuelas así como núcleos afines de Rosario, Mar del Plata y Bahía Blanca son experiencias autónomas que se mueven por fuera de la institucionalidad oficial y se distinguen por rechazar la hegemonía de la economía neoclásica.
Economistas heterodoxos, neokeynesianos, marxistas varios expusieron sus trabajos e investigaciones y debatieron sobre los más diversos temas: crisis mundial y su impacto local; caída de la tasa de ganancia y sus derivaciones, trayectoria del mercado de trabajo en la post-convertibilidad, teorías económicas y alternativas científicas y pedagógicas. Fueron sólo algunos de los temas puestos en discusión sin olvidar el análisis crítico de los actuales planes de estudio y los desafíos que implica intentar cambiarlos, y un homenaje a quienes fueron impulsores de la carrera de economía en esta universidad, muchos de ellos luego perseguidos por la dictadura militar y el terrorismo de Estado.
Las diversas intervenciones, los debates, buscaron recuperar visiones alternativas y comprender mejor la realidad mundial y regional. A juicio de este cronista hubo un tema que estuvo presente en varias de las mesas de debate y prácticamente hegemonizó las charlas de pasillo, esos diálogos al paso tan comunes y necesarios en este tipo de eventos, muchas veces tan fructíferos como los formales: ¿Cuánto de los años '90 hay en las políticas actuales? ¿Cuánto es lo que estas políticas han modificado de la década anterior?

 

Los cambios.
Entre quienes ponen el acento en los cambios se sostiene que el ciclo iniciado en el 2003 es resultado de aprovechar las condiciones del mercado mundial pero también del impulso al mercado interno. La modificación de los precios relativos resultantes de la brusca alteración del tipo de cambio dolarizó los ingresos del Estado y licuó los egresos, por lo tanto se tradujo en superávit fiscal; además impulsó las exportaciones al mismo tiempo que fue una traba para las importaciones, lo cual se manifestó en superávit comercial y aliento a la sustitución de importaciones. Asimismo, el exitoso canje de la deuda, con una quita del 65% y plazos más largos, permitió un manejo controlado de la misma, mientras que la acumulación de reservas dio estabilidad al sistema.
Se enfatizó que el fuerte crecimiento de la economía en estos años se basó en políticas públicas que alentaron el consumo y la inversión. Recuperación de las convenciones colectivas, jubilaciones de oficio, incremento del salario y la jubilación mínima. Así la creación de empleo fue producto de la recuperación económica pero sobre todo de la puesta en producción de numerosas industrias desactivadas en los '90 y cerradas por la crisis del 2001. Resultados: reducción de la pobreza y del desempleo y mejoras en la calidad de vida. Que en la crisis actual hay programas de protección del empleo y el mercado interno.

 

Continuidades.
Por el contrario para quienes ponen el acento en las continuidades, éstas son notorias. A pesar del ciclo expansivo y los datos conocidos, la recuperación del salario en términos reales y la brecha entre lo que se apropia el 10% más rico de la sociedad y lo que recibe el 10% más pobre están en el nivel del 2001. Que el trabajo en negro sigue en el orden del 40% y que la pobreza está nuevamente en ascenso en niveles como mínimo del 30%. Las políticas petrolera y minera no sólo continúan sin cambio las de los '90 sino que se han profundizado. El negocio de las exportaciones agrarias sigue en mano de las corporaciones cerealeras, las grandes ganadoras del negocio. La legislación que rige las entidades financieras y la política tributaria, pareciera que gozan de intangibilidad. La industria se ha recuperado sin embargo no hay ningún proyecto de envergadura. En definitiva que hubo un crecimiento coyuntural pero ningún cambio de fondo que resuelva problemas estructurales de arrastre.
Se podría abundar más aún en las argumentaciones señaladas por unos y otros pero tal vez convenga precisar el trasfondo de estos cambios y continuidades

 

Recuperación de la ganancia.
Hubo consenso en que la macrodevaluación del 2002 fue decisiva para el ciclo expansivo 2003-2008. Sin embargo pocos recordaron la declaración del no pago del 80% de la deuda decidida por el gobierno provisorio del puntano Rodríguez Saá. Un no pago que se convirtió en una suspensión unilateral de pagos, que duró nada menos que 38 meses, sin ninguna consecuencia negativa para el país. Por el contrario el Estado tuvo un respiro financiero y estuvo en mejores condiciones para negociar el canje en el 2005.
Esas dos medidas recuperaron la tasa de ganancia del capital en Argentina, lo que le correspondió a la administración Kirchner fue hacer que esa tasa de ganancia se realizara. Es cierto que el país se benefició por los cambios operados en el mercado mundial -mayor demanda e incremento de precios de las materias primas y productos energéticos- pero este "viento de cola" si bien importante no fue lo decisivo en el ciclo expansivo. Toda la estrategia kirchnerista, "el modelo productivo con inclusión" o "neodesarrollismo", ha sido el impulso al mercado interno. Puede señalarse también que la justa nacionalización de las AFJP y la reciente Ley de Medios, son datos de ruptura con los '90, mientras en el plano financiero no hay cambio alguno.

 

El bloque dominante.
El bloque de clases dominantes es hoy el mismo que hegemonizó la política en la década de los '90, y éste es el dato que explica la continuidad. Sin embargo lo que distingue al período post-convertibilidad, es que el orden interno de las distintas fracciones ha cambiado en función de una nueva relación de fuerzas producto de la macrodevaluación. Si en los '90 el comando del bloque hegemónico lo detentaban la alianza entre el capital financiero y el que expresaba a las empresas de servicios públicos privatizadas, esto cambió y el comando pasó a manos del capital productivo, agrario e industrial. Es esta alianza la que presidió todo el ciclo expansivo 2003-2008, y sobre el cual se apoyó la administración kirchnerista. A fines del 2007 cuando los síntomas de agotamiento de este ciclo se combinaron con el impacto local de la crisis mundial, comenzó una disputa por el flujo de renta agraria mediado por el Estado, que se expresó en el conflicto de la resolución 125 y que dio pie a la emergencia de la reacción neoconservadora.
Lo que se está desenvolviendo en la actualidad es la reconfiguración del comando del bloque hegemónico, y es seguro que el actual gobierno o el que lo suceda, deberá negociar con la nueva alianza, o asistiremos a nuevos y renovados conflictos.

 

*Integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquierda).

 


'
'