Una batalla cultural en Cataluña
Bajo el lema "Por la cohesión social", miles de profesores, padres y alumnos de Cataluña marcharon contra una reforma del gobierno español que consideran una amenaza a su escuela pública íntegramente en catalán.
"¡Defendamos la escuela en catalán!", gritaba un grupo de adolescentes, con los hombros cubiertos por banderas independentistas, contra el anteproyecto de ley presentado hace diez días por el ministro español de Educación, José Ignacio Wert.
"Esta reforma ataca cosas básicas como son la igualdad y la cohesión", dijo a la AFP Anna Vía, profesora de Ciencias Sociales de 31 años.
"La escuela pública es el lugar común en el que se pueden encontrar alumnos de todos los orígenes para educarse conjuntamente", agrega. "Y el proyecto de separar a los niños por su idioma en escuelas pública y privada es un mero intento de descohesionar", considera.
Desfilando por el centro de Barcelona al ritmo de tambores, los manifestantes -5.000 según la policía, 20.000 según los organizadores-, muchos con niños pequeños, protestaron también contra los recortes que, como al resto del país, golpean a la educación de esta gran región del noreste de España.
En otras ciudades españolas también tuvieron lugar protestas contra el proyecto de Wert.
En Madrid, César Prestel, profesor de Filosofía de 40 años, denunciaba que la ley propuesta del ministro "convierte la educación en una preparación para el mercado laboral" y "en ningún momento habla de la importancia de colaborar, de compartir".
La reforma es de momento un borrador, pero bastó para levantar ampollas en varias regiones, que lo rechazaron por quitarles poder en la decisión del currículum académico. Y especialmente en Cataluña, donde se vio como una amenaza al sistema lingüístico implantado tras el fin del franquismo (1939-1975).
"El gobierno no quiere en absoluto liquidar la escuela en catalán", aseguró Wert el miércoles en el Parlamento español, ante los duros ataques de partidos catalanes que exigían su dimisión.
Prohibido de la esfera pública durante la dictadura, el catalán fue ganando terreno en las escuelas tras el retorno de la democracia hasta llegar al actual modelo en que toda la educación pública en Cataluña se imparte en catalán y el español se estudia solamente como lengua. La cuestión es altamente sensible en una comunidad autónoma de 7,5 millones de habitantes donde el idioma es el principal símbolo de identidad cultural.
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