Jueves 01 de mayo 2025

La querella de HIJOS y Familiares comenzó sus sólidos alegatos

Redacción 24/10/2015 - 04.18.hs

La megacausa "La Perla" sigue hacia otra serie de condenas contra un lote de genocidas encabezado por el ex general Menéndez. Esta semana comenzaron en Córdoba los alegatos de la querella de HIJOS y Familiares.
EMILIO MARÍN
El 21 de octubre se inició el alegato del doctor Claudio Orosz y la doctora Lyllan Luque, que junto a los abogados María López y doctor Elvio Zanotti querellan por HIJOS y Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas. En total representan a 90 de las víctimas de delitos de lesa humanidad cometidos en el ex centro clandestino de detención "La Perla", el Campo de la Ribera y otros lugares operativos del Tercer Cuerpo de Ejército durante la dictadura militar-cívica.
Fue la audiencia n° 271 de la serie comenzada en noviembre de 2012, cuando echó a andar este juicio tan complejo porque reúne a varias causas con numerosas víctimas y testigos. Hace unos años se hacían y aún se hacen juicios más puntuales. Luego, por economía procesal, para no revictimizar a los testigos y porque los acusados eran básicamente los mismos, en una misma jurisdicción militar, el criterio fue variando para unificar varias causas por uno o varios centros de exterminio.
Ese cambio de criterios se nota también en Córdoba, donde el general Luciano B. Menéndez y un grupo de sus oficiales, suboficiales y personal civil de inteligencia fueron recibiendo condenas por varias causas; la primera se conoció como "causa Brandalisis". Y desde hace tres años está siendo juzgado, junto con varios subordinados, en la mega causa de "La Perla" por más de 300 víctimas del terrorismo de Estado comenzado antes del 24 de marzo de 1976.
Es que como bien lo anotó Orosz en su alegato del 21 de octubre, esa represión ilegal comenzó antes del golpe de Estado, con los crímenes de la Triple A que en Córdoba operó como Comando Libertadores de América. Menéndez era segundo comandante del Tercer Cuerpo de Ejército desde mayo de 1975 y llegó a la comandancia en setiembre del mismo año. Y como demostró ese alegato, ya desde entonces montó el organigrama represivo, con el mencionado Comando y en 1976 con el Destacamento de Inteligencia 141, la IV Brigada Aerotransportada y sus Grupos de Operaciones Especiales. Esas fueron las herramientas del terrorismo de Estado en Córdoba, muchos de cuyas acciones ilegales se están ventilando ante el Tribunal Oral Federal 1 (la represión de este Cuerpo de Ejército, que abarca a diez provincias, también tiene juicios en marcha o terminados en Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja, etcétera).

 

Audiencia n° 272.
El cronista estuvo presente el jueves 22 en la audiencia n° 272; Orosz continuaba su alegato comenzado el día anterior, centrado en los militares, oficiales y suboficiales, más algunos "personal civil de inteligencia". La joven doctora López iniciará el suyo el martes próximo, referido al personal policial.
A lo largo de tres horas, con una breve interrupción de 10 minutos que dispuso el presidente del TOF 1, Jaime Díaz Gavier, el querellante por HIJOS y Familiares fue enhebrando una dura y fundamentada acusación. El día anterior lo había hecho contra el propio Menéndez, coronel Raúl Fierro, Gustavo Dietrichs, capitán Ernesto Barreiro ("Nabo"), Héctor Vergéz, teniente coronel Carlos Villanueva y otros represores. Y el jueves continuó acusando pormenorizadamente al suboficial Luis Manzanelli, Herrera y otros miembros del Ejército, así como al Personal Civil de Inteligencia "Palito" Romero y otros.
Quien escribe ha presenciado varios juicios de este tipo pero es la primera vez que vio cómo, en simultáneo con el alegato de la querella, un equipo de colaboradores suyos proyectaba en una pantalla la foto del acusado y elementos de prueba. Por ejemplo, facsímil de las planillas con buenas notas de su superior, felicitándolo por la labor desarrollada. Varias notas laudatorias y promotoras de ascensos estaban firmadas por Barreiro, que en 1977 fue jefe del Grupo Operativo Especial en La Perla.
Como recordó la querella, Barreiro provocó el alzamiento de los "carapintadas" en la Semana Santa de 1987 al negarse a comparecer ante la justicia en una causa por violación a los derechos humanos. Luego de ganar la impunidad con las leyes e indultos surgidos tras esos levantamientos antidemocráticos, el militar se radicó en EE UU donde fungía como próspero comerciante. Pudo ser extraditado entre otras cosas porque había falsificado parte de sus declaraciones de ingreso a aquel país, por ejemplo contestando que no tenía causas judiciales en su contra.
La diferente situación de revista de "Nabo", respecto a su momento de esplendor como uno de los jefes de "La Perla", con la dictadura, y su rampante impunidad en los ´80 y ´90, es un ejemplo de que en los últimos años Argentina ha alcanzado un lugar de preponderancia internacional. Ha juzgado y condenado a los genocidas, a diferencia de lo ocurrido en Chile, Brasil, Uruguay y Paraguay, salvo excepciones.

 

"Modus operandi".
El querellante de los organismos de DD HH fue dejando meridianamente claro cuál fue el plan sistemático de represión y su "modus operandi". El Destacamento de Inteligencia 141, con base en el Parque Sarmiento -varias hectáreas que en años recientes fueron adquiridas a precio de bicoca por el grupo Eurnekian- elaboraba la lista de personas a secuestrar en base a las organizaciones políticas, armadas, sindicales y estudiantiles en que militaban.
A partir de la información elevada por el Destacamento 141 al Estado Mayor de la IV Brigada Aerotransportada -que a su vez informaba al comando del Tercer Cuerpo, o sea Menéndez-, alguno de los grupos operativos se lanzaba contra esos "blancos". Una vez capturadas, esas personas eran llevadas a La Perla o el Campo de la Ribera y sometidas a brutales torturas para obtener información con la que surtir a los grupos de secuestradores. Estos seguían así sus operativos y llevaban más gente a la cuadra, en ese círculo perverso que dejó a más de 2.000 desaparecidos en La Perla. De allí se ganó el tristemente célebre título de "mayor campo de exterminio del interior del país", sólo detrás de Campo de Mayo, del Ejército, y la ESMA, de la Armada.
Orosz dijo que después el destino era el "traslado", ser fusilado en el Pozo o bien los operativos "ventilador", fraguando enfrentamientos. Una minoría sobrevivió, bajo controles hasta bien entrada la democracia.
En el alegato de Lyllan Luque, que puede seguirse en "El diario del Juicio", denunció el parentesco entre la doctrina de los militares argentinos y la línea francesa. En su momento testimonió en esta sala de Tribunales Federales la escritora y documentalista francesa Marie-Monique Robin y se pasó un video de "Escuadrones de la muerte". A Barreiro le dio un brote de "nacionalismo", siempre anticomunista, para tratar de descalificar a la especialista gala.
La exposición de Luque apuntó contra los delitos sexuales cometidos por los represores en "La Perla", que ejemplificó con la conducta del militar Herrera. Lamentablemente cuando esta causa se elevó a juicio no se contemplaban este tipo de delitos, por lo que sus autores no serán condenados por estos abusos contra mujeres y hombres, pero la abogada de HIJOS y Familiares dejó constancia de los mismos.
La vida es contradictoria y estos juicios no pueden escapar a esa característica. Las querellas citaron abundantemente el testimonio de varios sobrevivientes, algunos de los cuales han admitido que bajo tortura delataron a sus propios compañeros y en algunos casos se sabe que fueron colaboradores de los represores. Algunas mujeres incluso fueron parejas estables de esos genocidas, por caso Dora Zárate de Privitera con el asesino Arnoldo "Chuby" López.

 

Genocida en su casa.
Después de los alegatos de las querellas vendrá el del fiscal Facundo Trotta, las defensas de los procesados y sus últimas declaraciones antes de la sentencia. Para esa parte final en la búsqueda de justicia, habrá que esperar hasta marzo o abril de 2016, por el receso y feria judicial de enero. Es una fecha tentativa, que llegará tarde respecto a la demanda de tantos familiares y víctimas de esos horrendos crímenes, pero de todas maneras el cronista creyó ver satisfacción de esas personas presentes en la sala teniendo en cuenta la perspectiva cierta y concreta del fin del proceso. Ellas esperan que haya muchas condenas perpetuas por tratarse de delitos de lesa humanidad y cometidos en ocasión de un genocidio, como van caracterizando los últimos fallos en juicios de esta índole (caso del de "La Cacha" en La Plata, que tuvo oportunidad de presenciar).
Menéndez ya acumula diez perpetuas más otras dos condenas a 20 y 15 años en Tucumán, o sea doce condenas penales. Sin embargo el genocida no asistió a las dos últimas audiencias. Ni se molestó en concurrir desde su casa en calle Ilolay, de Bajo Palermo, donde goza del beneficio del arresto domiciliario, que luce incorrecto para esta clase de genocidas sin el menor arrepentimiento. El cronista pone de ejemplo la firmeza de los rusos frente al caso del nazi Rudolf Hess, condenado en Nuremberg. Cuando tuvo una edad avanzada, los jueces norteamericanos accedían a su pedido de salida de prisión pero los rusos se opusieron eficaz y terminantemente. Hess terminó muriendo en la cárcel de Spandau a la edad de 93 años.

 


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