Grecia resiste.
El dato es asombroso: la deuda de Grecia suma apenas la tercera parte del dinero que los estados de Francia y Alemania le dieron a los bancos privados para que no quebraran con la crisis financiera de 2008 que ellos mismos provocaron. No importa, igual quieren poner de rodillas a Grecia para que todos tomen nota de que no se puede desafiar al poder financiero global tan bien representado por la Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y FMI). El nuevo gobierno de Siriza resolvió crear una Comisión por la Verdad de la Deuda Pública para investigarla. Sus conclusiones preliminares son terminantes. Algunos párrafos lo ilustran muy bien:
-"Los mecanismos que se implementaron crearon una gran cantidad de nueva deuda mientras generaban costos abusivos que profundizaron la crisis. La mayoría de los fondos prestados fueron transferidos directamente a las instituciones financieras privadas. En lugar de beneficiar a Grecia, han acelerado el proceso de privatización".
-"Grecia ha sido y es víctima de un ataque premeditado y organizado por el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Esta misión está dirigida exclusivamente a desplazar deuda privada al sector público. Los acuerdos contienen cláusulas abusivas que coaccionan duramente a Grecia para que entregue aspectos significativos de su soberanía".
-"La deuda con el FMI debe considerarse ilegal pues su concesión incumplió los propios estatutos del FMI, y sus condiciones violaron la Constitución griega, el derecho internacional, y los tratados en los que Grecia es parte. También es ilegítima, ya que las condiciones incluidas imponen recetas políticas que infringen las obligaciones de los Estados sobre derechos humanos. Por último, es odiosa ya que el FMI sabía que las medidas impuestas eran antidemocráticas e ineficaces y darían lugar a graves violaciones de los derechos socio-económicos".
-"El aumento de la deuda no se debió al gasto público excesivo, que se mantuvo más bajo que en otros países de la eurozona, sino por el pago de intereses extremadamente altos, un excesivo e injustificado gasto militar, pérdida de ingresos fiscales debido a fugas de capitales y la recapitalización estatal de los bancos privados. La adopción del euro dio lugar a un aumento drástico de la deuda privada en Grecia. Una creciente crisis bancaria contribuyó a la crisis de la deuda soberana griega".
El gobierno griego convocó al pueblo a un plebiscito para resolver qué hacer con la deuda. Es un acto de "rebelión" intolerable para los amos del poder financiero. Para ellos la única salida es pagar, sin importar los costos. Como si las personas fueran descartables. Lo que hoy se juega en Grecia se juega también en todo el mundo. (RAM).
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