Ultimas noticias sobre el quehacer de los ET
El tema de los extraterrestres (ET) ha perdido fuerza con respecto a su momento de auge, allá por mediados del siglo XX. Existían otras referencias muy remotas, una de las cuales hablaba de ET buenos que llegaron para enseñarnos la agricultura y otras industrias.
El cine (especialmente el de Hollywood) los sigue explotando, aunque ahora en aventuras que cada vez destacan más la iniciativa de los terráqueos, puesto que salimos al espacio exterior y libramos batallas de efectos especiales con ET que a veces son parte de civilizaciones muy desarrolladas, aunque frecuentemente malignas. Parece que hasta pueden tener la intención de colonizarnos, nada menos.
Los terrestres somos por lo general los buenos de la película. Siempre estamos en la defensa de causas nobles o debemos protegernos de quienes intentan dominarnos.
En algunas de las películas recientes se ha intentado realizar una suerte de giro copernicano, tal que los ET son los buenos y los hombres somos los malos. Ellos llegan con un mensaje fraternal o vienen a advertirnos que con nuestro estilo de vida no solamente estamos comprometiendo el futuro de la Tierra, sino el de toda una galaxia, o probablemente, también el del Universo. En esta línea se ha podido mostrar que el hombre no es precisamente un modelo presentable ante la conciencia universal y más bien tiene (tenemos) los rasgos que dibujan los ecologistas y también, nada menos que el papa romano. En efecto, nuestro Francisco nos presenta (a algunos de nosotros, los menos quizás, pero los más poderosos) con rasgos morales que si bien son para nada favorables permiten pensar que esta fantasía de los ET es otra cortina de humo para distraernos, haciendo que equivoquemos el blanco de nuestros recelos. Los terráqueos hacemos más daño comprobable que los ET de película: al planeta y a la mayoría de las especies vivientes, incluyendo la nuestra.
Galáctico.
En el documentado (por medio de denuncia y relato ante autoridad policial) caso de Luan Toro, La Pampa, los ET, que nadie sabe qué pueden andar haciendo en esos caldenales, sufrieron una baja provocada por los certeros disparos que un terráqueo pampeano hizo desde su refugio o mirador. Tampoco se dice qué hacía ahí nuestro terráqueo: ¿acaso observaba la maravilla de los procesos naturales, el ronroneo de los jabalíes y la grácil elegancia de los ciervos, con ánimo de componer una oda de alabanza a la obra del Señor y la conmovedora inocencia de sus criaturas irracionales?
Lo impresionante de este documentado relato consiste en el comportamiento de unos ET petisos, quizás enanos galácticos que vienen a conocer nuestros adelantos para prevenir el enanismo. Esta hipótesis no es compatible con el conocimiento que tenemos de la inexistencia de un centro científico en Luan Toro o en sus montes, pero ignoramos el estado de la ciencia ET, aunque Hollywood da por cierto que están muy adelantados y que nos llevan una ventaja inquietante. ¿Habrá que bombardearlos preventivamente?
Lo que queda en claro es que ellos tuvieron una baja (primer crimen galáctico registrado, según nuestro periodismo) y no usaron sus presuntos poderes para tomarse el debido desquite. Puede ser que en la galaxia, fuera del ámbito terrestre dominado por los humanos, no exista la práctica del ojo por ojo, diente por diente ni se conozca la ley de Lynch. Lo cierto, según lo denunciado ante la policía, es que se limitaron a recoger el cuerpo yacente y partieron sin protesta ni estruendo. ¿Será que no conocen el dolor ni practican el duelo?
Pampa.
El motivo por el cual los galácticos realizan tan frecuentes actos de presencia en La Pampa permanece hasta ahora en el mayor de los misterios. Todo lo que sabemos es algo referente a sus aeronaves, que nosotros llamamos un tanto despectivamente platos voladores. Son increíblemente veloces y suelen aterrizar dejando huellas circulares en los pastos. También suelen pasear a algún terráqueo, lo que ha dado lugar a que se popularice el verbo abducir. Según la RAE, se dice así de un supuesto extraterrestre que se apodera de alguien. Cuando se lo dice de persona o creación humana equivale a suscitar en alguien una poderosa atracción: como el cuentista exitoso abduce lectores con sus cuentos. Lo que sabemos (y consta en una exposición hecha ante autoridad policial) es que los ET luantorianos retornaron, abdujeron a nuestro observador, lo devolvieron sano y salvo y, lo más notable, con la memoria intacta.
Lo que queda por averiguar ahora es si en ese lugar montaraz de La Pampa hay algo tan valioso que haya atraído el interés galáctico. Es de esperar que no sea petróleo. Jotavé
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