Viernes 06 de junio 2025

Sin remedio

Redacción 27/11/2017 - 01.59.hs

La espiral ascendente de los precios en los últimos veinticuatro meses se muestra -deliberada o casualmente- entremezclada con datos estadísticos, cifras macroeconómicas, índices y cotizaciones de todo tipo que confunden y logran que se pierda la percepción y el entendimiento del ciudadano común acerca de sus consecuencias. Al triste ejemplo de la leche, que no mejoró en lo más mínimo y sigue comprometiendo el futuro de muchos chicos, se debe agregar el de los productos medicinales. Estos insumos, imprescindibles a la vida moderna y a una concepción integral de la salud, aumentaron su precio más del cien por ciento en los últimos veinte meses, superando holgadamente el ya desmesurado incremento del índice de precios al consumidor. Esa cifra consignada refleja un promedio general pero si se consideran individualmente hay algunas especialidades farmacéuticas que llegan a triplicar ese porcentaje.
La incidencia del gasto en medicinas (sin contar el que se llevan otros componentes relacionados a la atención de la salud) incide fuertemente en el presupuesto familiar y se dan casos en que un único producto -uno solo- supera el diez por ciento del salario mínimo. Demás está decir que en el caso particular de los jubilados este problema alcanza dimensiones mucho más preocupantes. Para peor, en una circunstancia que mueve a la sospecha, los aumentos más notables se dan en aquellas especialidades que se prescriben para enfermedades comunes pero de cuidado como son los antidepresivos, antiespasmódicos, antirreumáticos, contra la diabetes... por citar solamente algunos que suelen ser de uso continuo.
Esta difícil situación se inserta en un panorama general de la salud ya muy inquietante, en el que se advierte tanto un deterioro del hospital público como un aumento desmedido de las prepagas. Así las cosas resulta evidente que, en tanto la mayoría se ve afectada por una pérdida considerable de su poder adquisitivo para atender gastos sanitarios, el negocio de los laboratorios medicinales sigue siendo uno de los más redituables.

 


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