Vitalidad de la cultura pampeana
El panorama cultural de la provincia viene enriqueciéndose con múltiples iniciativas que merecen ser destacadas porque brotan desde diversos sectores de la sociedad y llegan con ecos favorables al público de nuestra provincia.
Como primera muestra de estas expresiones podría señalarse la intención de un grupo de interesados en la historia de crear un museo en la localidad de Hucal. Los argumentos que señalan son valederos: durante mucho tiempo, cuando se pensaba que la expansión ferroviaria no se detendría, Hucal fue punta de rieles de la línea que después se prolongó hacia el oeste. Un testimonio efectivo de ello son las todavía impresionantes estructuras abandonadas de los galpones, que obraban como talleres, y la playa de maniobras donde se invertía la dirección de las locomotoras para regresar hacia Bahía Blanca.
Acaso más significativa todavía, sea la presencia en la estancia homónima de la «trilladora Hucal», tal como se nombraba al primer equipo mecánico agrícola que funcionó en La Pampa, causando verdadera sensación en aquel tiempo, a principios del siglo XX. Esa presencia, y su consecuente muestra y revalorización, fueron muchas veces tratados en este diario.
El segundo de los hechos dignos de ser destacados es la original iniciativa de la municipalidad de Toay de instalar pequeñas bibliotecas fijas, libres y gratuitas en distintos puntos de la ciudad. La iniciativa es digna de destacar ya que habitualmente la concurrencia a las bibliotecas institucionales no es masiva, especialmente en estos tiempos de fuerte hegemonía de la cultura audiovisual. La ubicación de estas mini-bibliotecas en espacios verdes invita a los pobladores a la lectura al aire libre, un estímulo que merece ser reconocido.
La tercera manifestación de estas muestras culturales nos remite al apartado sur de la provincia, Cuchillo Co. Allí una dinámica población que ha hecho crecer un paraje hasta transformarlo en un pueblo, gira alrededor de la escuela hogar y esta tiene a la biblioteca como elemento sobresaliente. Resulta llamativo que esta biblioteca, que cuenta con el apoyo efectivo de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, sea el eje de la actividad cultural de la localidad y abarque desde un original «patio de lecturas» -un manchón de sombra entre los caldenes- hasta un recinto en donde los vecinos pueden acceder al servicio de televisión merced a las acciones de un organismo provincial: Aguas del Colorado.
Notable es también cómo el pueblo rescata su tradición sobresaliente, aquella que evoca la payada que concretaron en la pulpería del lugar el célebre Gabino Ezeiza (que había viajado desde Buenos Aires respondiendo al desafío) y el hoy olvidado Maximiano Santillán, cantor de La Pampa de principios de siglo pasado. Un original monumento a la entrada del pueblo rememora aquel acontecimiento que fuera hito en el canto popular.
En la misma línea de acción, la biblioteca y el establecimiento educativo promueven la presentación de artistas e intelectuales que contribuyen a despertar las inclinaciones vocacionales de los y las estudiantes que cursan allí los niveles primario y secundario.
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