Viernes 09 de mayo 2025

El capitalismo y la destrucción universal

Redacción 01/08/2024 - 00.22.hs

El capitalismo prepara a occidente para una extinción de la democracia y la extinción del proyecto universal de los derechos humanos. La idea es reemplazarlos por una planificación social de "individuos".

 

Para ello, existe una agenda de partidos de ultraderecha, medios de comunicación clásicos, nuevas redes que funcionan como un dispositivo de destrucción de la memoria histórica. El mundo zombie prepara avances tecnológicos sofisticados combinados con un caos social donde lógicas concentracionarias de nuevo tipo se harán cargo de lo que se llama lo social o el capital humano. Lo que dará lugar a amplios segmentos de la población arrojados a la subsistencia y sin poder encontrar un lugar como sujetos. Lo que se denomina "sujeto" exige condiciones simbólicas y vínculos sociales que se están destruyendo aceleradamente.

 

Días pasados hablaba con un brillante dirigente de la izquierda española y hablábamos de este inequívoco sentimiento de llegar siempre tarde, por verdadero que sea el planteo en cuestión. El triunfo de experiencias progresistas o nacionales y populares siempre es muy buena noticia pero sería estar ciegos no ver que el mundo del capital prepara guerras y sociedades no democráticas. O en otros términos: el futuro se concibe desde ahora por parte de los poderes como siendo un futuro de derechas. Aquí no entro acerca de si es conveniente dejar de hablar de izquierda y derecha, pero mi experiencia tanto con el peronismo como con “Podemos” no me convence de esa solución. Especialmente ahora que las derechas se enorgullecen de proclamarse como tales e incluso se disputan cuál es el partido que mejor representa la guerra desencadenada contra aquello que el nuevo capitalismo desea que caiga de su sistema. Saben que la revolución como trance histórico está fuera de juego y no hay revueltas que temer.

 

Dado que esta situación es evidente que puede atravesar momentos de caos y destrucción, son muchos los políticos que bien intencionados proponen reintroducir la "racionalidad".

 

Pero las piezas filosóficas constitutivas de la racionalidad moderna son las mismas (a partir de largas secuencias de deformación ideológicas ) que constituyeron al capitalismo contemporáneo. Valga como ejemplo mayor la "universalidad" que se transformó en una fuente de lógicas de segregación y dominación racial. De hecho, las confrontaciones civilizatorias que se pueden dar en el mundo que viene no se proponen otro universal que su propia dominación en la globalización del planeta.

 

Por todo esto, es que hoy los llamados proyectos de emancipación deben inaugurar una teoría radical sobre la modernidad en donde nacieron, y los distintos modos de internacionalizar geopolítica sus proyectos. Es el primer paso para no ceder frente al otro frente de la dominación capitalista: extender la impotencia y la depresión sobre las poblaciones. (Por Jorge Alemán, extractado de Página 12)

 

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