Favaloro y la indiferencia

La semana transcurrida ha sido pródiga en intensos y merecidos homenajes al doctor René Favaloro, un antiguo conocido de los pampeanos, en cuyo territorio hizo sus primeras armas médicas, antes de que cobrara fama mundial por sus aportes a la cirugía cardíaca.

Es de todos conocido el tristísimo final de esta personalidad que enorgullece a la ciencia argentina, que acabó suicidándose ante la imposibilidad de cobrar los emolumentos que le debía el Estado Nacional lo que, a su vez, le impedía pagar a los empleados de su Fundación.

Pero ocurre que, más allá de este anecdótico –y triste—final, las recientes declaraciones de la actual directora de la Fundación, Liliana Favaloro, (para más sobrina de Favaloro) vuelven a poner sobre el tapete la indiferencia del Estado Nacional. Hubo gobiernos que “no han escuchado" las necesidades de la institución y mencionó como ejemplo puntual de destrato la gestión de Mauricio Macri que “nunca les atendió los llamados telefónicos”, empujando al cardiocirujano a su final.

Y aquí viene la parte más indignante: la suspensión de la obra social del PAMI se originó en la falta de pagos de esa institución, dirigida en ese entonces por Horacio Rodríguez Larreta, el mismo actual aspirante a la gobernación de la ciudad de Buenos Aires.

La citada autoridad de la Fundación fue terminante al opinar que “ha sido muy reconocido por la creación del bypass", lo destacable de él "es el humanismo médico y la preocupación por los problemas sociales y culturales, por la inequidad y por la falta de educación" que advirtió en su carrera. "Es importante tener presente que se necesita responsabilidad colectiva para mejorar esta Argentina. Pero que se lleve a la práctica y que no se llenen la boca hablando de René Favaloro".