Sabado 22 de noviembre 2025

Hasta la IA sabe que vamos hacia el vacío

Redacción 22/11/2025 - 00.16.hs

Mientras la elite libertaria que nos gobierna festeja los índices financieros como un logro económico de la gestión, y exhibe cifras engañosas de equilibrio fiscal que no cuenta la deuda en la que incurren para mantener un dólar artificialmente barato, la economía real se derrumba y el consumo cae en picada.

 

El testimonio de los argentinos que cada vez más se endeudan para comer y, como nunca antes, pagan el mínimo de la tarjeta (los que aún están en ese target que califica para tenerla y sostenerla), los comercios que cierran y las restricciones que las familias se autoimponen para estirar sus alicaídos ingresos, contrasta con esa euforia de la city, que se mide en índices de bolsas, en subas o bajas de acciones o en la cifra de un riesgo país que baja mientras el bienestar de la población cae.

 

Pero la economía real hace caer todo el relato engañoso que oculta esta supuesta bonanza financiera.

 

Hace unos días, algunos medios, no todos, informaron del cierre de una planta de la emblemática fábrica de autopartes Dana, radicada en Naschel, San Luis, provincia donde el presidente ganó hace dos años con casi el 70% de los votos y en las recientes elecciones los candidatos libertarios a legisladores obtuvieron más del 50% de los votos.

 

Hace diez años, la empresa que ahora despidió a todos sus operarios de la planta de San Luis había realizado una importante inversión para la fabricación en el país de los diferenciales para las camionetas Hilux de Toyota. De la inauguración de la nueva planta, ubicada en Grand Bourg, participó la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

 

Tanto la presidenta como las autoridades de la empresa destacaron en aquél momento la importancia de la inversión.

 

Alberto Maldonado, Gerente General de Dana para la Argentina en teleconferencia con la presidenta destacó la incorporación de la nueva fábrica y se mostró “orgulloso de poder ofrecer a nuestros clientes equipos y capacidades de vanguardia en Argentina”. Maldonado destacó además “el rol de liderazgo que ocupamos en la industria automotriz”, que es “una importante fuente de orgullo para nuestros empleados”.

 

Diez años después, la empresa decide cerrar una de sus plantas, siguiendo el camino de muchas otras empresas que antes invertían en el país y ahora achican sus inversiones, cierran plantas o, como Carrefour, Burger King y muchas otras, deciden abandonar el país, espantados por el pésimo clima para las inversiones y los bajísimos índices de consumo.

 

El origen de este derrumbe de la economía argentina que se oculta detrás de un pavoroso endeudamiento lo sabe hasta la hoy cotidiana y neutra Inteligencia Artificial que consultamos en nuestros celulares. Dice la IA cuando se le pregunta por la desinversión en la Argentina: “La inversión en Argentina ha caído significativamente, especialmente la inversión extranjera directa (IED), que registró un déficit neto de más de $1.700 millones en los primeros meses de 2025, siendo el peor resultado en una década. Esta caída se debe a una combinación de factores, como la incertidumbre económica y política, la fuga de capitales de empresas, el bajo rendimiento de la economía (el PBI se contrajo un 0,1% en el segundo trimestre de 2025) y la falta de impacto de medidas como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Además, la inversión total en el país ha sufrido una fuerte contracción, llegando al 24,6% en términos acumulados en 2024, en parte por la caída en la importación de bienes de capital”.

 

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