Inevitable réplica

Las recientes declaraciones de Federico Sturzenegger en cuanto al valor de las medicamentos –tan desubicadas y falaces que se parecen a una burla- son un ejemplo cabal de cuál es el concepto que de la medicina y su papel en la sociedad tienen los actuales gobernantes, lo mismo que sus perspectivas al respecto. Con un notable desparpajo, este funcionario sin cartera pero evidentemente muy influyente en el entorno del presidente Milei dijo sobre el tema de los remedios que ‘debilitar los privilegios de la casta es crucial por dos razones. Primero, porque los privilegios de la casta causan la miseria de la gente. Por ejemplo, que la gente no pueda elegir libremente sus medicamentos, sino que está sujeta a lo que su médico acordó con cierto laboratorio, infla artificialmente los precios de los medicamentos. Esto de por sí justifica sobradamente encarar una reforma’”.

Así, Sturzenegger agravia a la generalidad de los médicos al subrayar que están en connivencia con los laboratorios para que se incremente el precio de los medicamentos de una parte de los cuales serían beneficiarios. Por cierto que la frase que dice que “están sujetos a lo acordado con los laboratorios” suena bastante mal. Descarga toda su concepción economicista sobre los galenos pero no dice una sola palabra contra los laboratorios, entidades que --algunas de ellas al menos- tuvieron que ver en la caída de algún presidente que pretendió racionalizar su fabricación y venta.

Por el contrario, el funcionario los calificó despectivamente como “formadores de precios” incluyéndolos, de paso, en el remanido concepto de “la casta”, una condición que sigue siendo mera palabra.

La muy dura réplica de los profesionales a través de un comunicado del organismo confederado que agrupa a los consejos y colegios médicos del país no se hizo esperar. En el documento titulado “Los médicos no somos formadores de precios”, las califican de “exasperantes y profundamente lesivas a nuestra sagrada profesión”.

El Colegio de La Pampa adhirió a la debida e inevitable réplica que deja traslucir la falta de autoridad moral y técnica de del personaje para opinar tan ligeramente sobre el tema. La frase que afirma que “los médicos consideramos a los medicamentos como un bien social, por ello deben estar al alcance de todos los pacientes que lo necesitan” es definitiva.

Después de calificar las palabras del personaje como “exasperante, lesivas, falaces y malintencionadas”, los médicos le piden una retracción que dados el pensamiento y concepción de la sociedad que evidencia el autor de las declaraciones difícilmente se produzca.

Este asesor, no hay que olvidarlo, fue quien triplicó los precios del gas y la electricidad cuando estuvo al frente de un ministerio durante el gobierno macrista, beneficiando a las grandes empresas. De paso cabe recordar una fotografía de Sturzenegger cuando el gobierno de Cristina, sosteniendo un cartel de protesta contra la inflación, que por entonces no alcanzaba al dos por ciento mensual.