La casta eran los jubilados, nomás
El gobierno de Javier Milei asestó un nuevo golpe a los beneficiarios de la obra social PAMI, al restringir los medicamentos gratuitos solo para quienes se encuentran en situación de extrema pobreza.
IRINA SANTESTEBAN
No contento con haber descargado el peso del “ajuste más grande de la historia” sobre las espaldas de los jubilados y las jubiladas, según las propias palabras del primer mandatario, su gobierno ahora vuelve a la carga contra ese ya golpeado sector.
Según datos de la consultora Analytica, en los primeros siete meses del año el gasto en jubilaciones y pensiones cayó un 26 por ciento interanual en términos reales.
Eso explica el “superávit” que muestra la Anses, de 5,2 billones de pesos, organismo que entre enero y octubre tuvo ingresos totales por 36,3 billones de pesos, mientras que los gastos fueron de 31,1 billones.
Además del recorte en los haberes previsionales, ese dichoso superávit proviene también de haber suspendido el giro de fondos a las cajas previsionales provinciales no transferidas a la Nación, y de haber ajustado los criterios de acceso a las asignaciones familiares para trabajadores en relación de dependencia y para las pensiones no contributivas por invalidez laboral.
El Sistema Previsional Nacional Argentino (SIPA) otorga aproximadamente 6,8 millones de beneficios, de los cuales cerca del 50% corresponden a jubilaciones mínimas.
De un informe de la Fundación Éforo surge que entre 2016 y 2024, la relación entre la jubilación mínima y la canasta básica total (CBT) de un adulto mayor mostró una marcada tendencia descendente, con pérdida sostenida del poder adquisitivo.
En abril de 2016, la jubilación mínima equivalía a 1,8 veces la CBT de un adulto mayor, lo que permitía a los jubilados cubrir sus necesidades básicas y mantenerse encima de la línea de pobreza. Para febrero de 2024, esa relación cayó a 0,6, evidenciando que la jubilación mínima no llegó a cubrir la CBT, dejando a quienes perciben este ingreso por debajo de la pobreza.
Sin medicamentos.
En un nuevo giro ajustador, el gobierno de LLA deja sin medicamentos gratuitos a una gran parte de los beneficiarios del sistema previsional, afiliados al PAMI. Desde el lunes 2 de diciembre, este beneficio solo será para quienes perciban haberes inferiores a los 388.500 pesos, y ello luego de haber completado un trámite de inscripción. Menos beneficios, más trámites engorrosos: al final la casta eran los jubilados!
Para las autoridades de PAMI, se trata de una “readecuación”, eufemismo que busca esconder sin demasiado éxito el nuevo golpe que se ensaña con quienes perciben los haberes más bajos. Bastará percibir un beneficio apenas superior a 400.000 pesos para quedar fuera de la cobertura de medicamentos gratuitos. Además de ese tope en los haberes, quien pretenda continuar con ese beneficio no podrá tener más de un inmueble, ni un vehículo de menos de 10 años ni poseer bienes suntuosos ni tener participación accionaria en empresas que demuestren capacidad económica.
Estas últimas categorías no se aplican precisamente a la gran masa de personas adultas mayores, que hoy la están pasando muy mal, y que con frecuencia tienen que elegir entre comprar medicamentos o poder comer todos los días. Ni qué hablar de la cada vez mayor cantidad de jubilados que se saltean comidas o que, directamente, comen una sola vez al día.
Remedios en alza.
Apenas conocida la medida, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) dio a conocer un informe con datos hasta diciembre de 2024, en relación a los precios de medicamentos, del cual surge que los más utilizados por las personas adultas mayores han tenido incrementos significativos desde la asunción de Milei. Así, desde noviembre de 2023 a noviembre de 2024, alcanzaron en promedio un aumento acumulado del 210,7%, superando a la ya elevada inflación de ese mismo período: 201,5%.
El informe grafica que, entre esos medicamentos, se destaca la ASPIRINA PREVENT, un antiagente plaquetario utilizado para reducir el riesgo de morbilidad y mortalidad en pacientes con antecedentes de infarto de miocardio, angina de pecho, angioplastia coronaria, ACV no hemorrágico, que aumentó 217%.
Readecuación con motosierra.
El Vademécum de medicamentos gratuitos fue implementado en marzo del 2020, para garantizar el tratamiento adecuado de las patologías más frecuentes en las personas mayores. De esta forma, según el informe de CEPA, esa cobertura representó un ahorro importante en los ingresos de las personas beneficiarias de jubilaciones y pensiones, que a noviembre de 2024 podía calcularse en 74.505 pesos promedio, un 23 por ciento de una jubilación mínima con bono.
Pero el plan Motosierra se ensañó con los ingresos de laburantes y jubilados, y también en destruir las políticas públicas que benefician a los más postergados. Así, en materia de medicamentos, se restringió la cantidad hasta cinco para aquellas personas jubiladas que perciban hasta 1,5 haber mínimo, y previo la realización de un trámite para gozar de ese beneficio.
De esta forma, al ajuste por la fórmula de actualización, que redujo el poder adquisitivo de los haberes previsionales en comparación con la inflación, se le suma la quita en la cobertura de medicamentos de PAMI. Según CEPA, la jubilación mínima con bono incluido, en términos de la canasta de medicamentos PAMI, sufre una caída de 39,9 puntos porcentuales entre junio 2023 y noviembre 2024. Por su parte, la caída de la jubilación mínima sin bonos en el mismo período es de 43 puntos porcentuales.
Resistencia mayor.
El ataque brutal contra los derechos de los adultos mayores, ha encontrado resistencia en las organizaciones de jubilados, que se manifiestan frente al Congreso de la Nación los días miércoles. Lo hicieron aún frente a la represión desatada por la policía de Patricia Bullrich, cuando se trató el veto a la ley que había aprobado un módico aumento para los haberes jubilatorios, que no pudo ser convalidada al no alcanzar los dos tercios en Diputados.
Para hoy, se ha convocado a una nueva movilización en Buenos Aires y en otras ciudades del país, para repudiar este nuevo ajuste del gobierno de LLA, envalentonado porque algunas encuestas le aseguran una leve mejoría en su imagen.
A semanas de la Navidad, nuestros adultos mayores no verán esa mejoría.
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