Sabado 10 de mayo 2025

La derecha no pudo concretar sus planes golpistas

En medio de operaciones mediáticas y políticas de la derecha regional, sometida a dictados de Washington, en Venezuela asumió Maduro con gran apoyo y movilización popular.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

Tal como hizo antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio, la oposición venezolana comenzó hace semanas un raid destituyente, para intentar crear un clima favorable a las pretensiones del perdedor, Edmundo González Urrutia, quien se autoproclamó “presidente electo”.

 

En Argentina logró que lo recibiera Javier Milei en la Casa Rosada, y hasta salieron al balcón para saludar a una discreta movilización de venezolanos residentes. El gobierno de La Libertad Avanza manifestó su apoyo a González Urrutia, al reconocerlo como el legítimo presidente de Venezuela, y lo mismo hicieron varios gobiernos de la región como el uruguayo Lacalle Pou, aunque el presidente electo de ese país, Yamandú Orsi, no lo recibió.

 

Asunción fallida.

 

Esa gira por varios países latinoamericanos culminó en EEUU, donde fue recibido por Joe Biden, presidente saliente, no así por el electo Donald Trump, quien también le ha brindado su apoyo. El gobierno norteamericano tiene asediada a Venezuela con más de 960 sanciones económicas, financieras y políticas, que han intentado ahogar la Revolución Bolivariana, hasta ahora sin éxito.

 

La opositora María Corina Machado, la verdadera jefa de la oposición golpista, venía anunciando que el 10 de enero en Caracas asumiría González Urrutia. Tanto se lo creyó este ex candidato, que hasta ordenó a las Fuerzas Armadas Nacional Bolivarianas (FANB) que “garantizaran” su asunción y no acataran “órdenes ilegítimas” provenientes del gobierno de Nicolás Maduro.

 

Como ello no sucedió, González Urrutia difundió un mensaje por las redes denunciando hipócritamente que “… en Caracas, Maduro ha realizado un golpe de Estado”. Al mismo tiempo, anunciaba que continúa “trabajando para que se den las condiciones para mi ingreso a Venezuela".

 

Su exhortación no tuvo eco en las filas militares, que ya días antes de la ceremonia de asunción habían transmitido un mensaje del Ministro de Defensa Vladímir Padrino López, jefe de las FANB, rechazando aquellas pretensiones y calificando el mensaje de González Urrutia como “insolente y desvergonzado”. Además lo tildaron de realizar un payasesco “acto de politiquería despreciable”, que no tendrá cabida en la “conciencia patriótica de la FANB”.

 

Festival Antifascista.

 

Como parte del fortalecimiento del gobierno bolivariano, el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) convocó para 9, 10 y 11 de enero, a un Festival Mundial de la Internacional Antifascista, al que fueron invitados más de dos mil líderes y lideresas de movimientos sociales, partidos políticos, organizaciones culturales y populares, intelectuales, pueblos indígenas, juventudes, estudiantes, trabajadores y trabajadoras, mujeres, parlamentarios, comunicadores y personalidades, provenientes de 125 países.

 

La Internacional Antifascista fue creada en setiembre de 2024, en Caracas, en el Congreso convocado por el gobierno de Maduro, para combatir la ofensiva golpista contra su legítimo triunfo en las elecciones del 28 de julio y a las expresiones fascistas en la región latinoamericana y el mundo.

 

También se han planificado iniciativas para la Juventud, los Feminismos, los Pueblos Originarios, así como escuelas de Formación Política y un Encuentro Mundial de Juristas en contra del Fascismo.

 

Entre las conclusiones de ese Encuentro se resolvió avanzar en la organización y consolidación en países, regiones y continentes para articular las luchas contra el fascismo desde los territorios hacia una plataforma mundial de lucha.

 

En nuestro país se encuentra en marcha el Capítulo Argentino de la Internacional Antifascista. Y se hicieron presentes decenas de personalidades y militantes argentinos que participaron de este Festival y de la ceremonia de asunción, entre ellos la ex embajadora Alicia Castro, y el ex embajador ante la OEA Carlos Raimundi.

 

No bajar la guardia.

 

La asunción de Maduro sin incidentes y el consiguiente fracaso de la estrategia golpista de Machado y González Urrutia, son una clara batalla ganada por el chavismo. A ello contribuyó no solo la firmeza en defender los resultados electorales cuestionados por EEUU, las potencias europeas y varios países de la región, incluidos algunos “pseudo-progresistas” como los presidentes de Brasil y Chile, que tienen cuestionamientos hacia su gobierno y las pasadas elecciones. También hubo un giro importante en la economía de Venezuela, que creció y permitió salir de una crisis económica que había llevado a la salida del país de millones de venezolanos.

 

El proceso hiperinflacionario vivido entre 2017 y 2021 ha ido disminuyendo hasta cerrar 2024 con un 85 por ciento, que si bien es alto, está muy lejos de los números de cuatro dígitos de aquellos años.

 

En 2024 Venezuela fue el país que tuvo el mayor crecimiento de la región, con un Producto Interno Bruto (PBI) que se incrementó un 6,2 por ciento, según la Cepal. Y si bien todavía falta para concretar una senda de prosperidad económica, se ha logrado mucho desde el desabastecimiento de productos, en particular alimenticios, que había en los peores años de la crisis. Hoy Venezuela tiene un abastecimiento total con producción nacional, lo que se ve en las tiendas y almacenes de Caracas y el interior.

 

De esta forma se consolida un etapa de crecimiento que marca una recuperación basada en la propia inversión, con tecnología propia y con un inmenso esfuerzo de la población, tal como lo destacó Maduro en su discurso de asunción.

 

Pero la derecha continúa con sus planes golpistas, con fuerte apoyo del imperialismo norteamericano y varios gobiernos de la región, en especial el fascista de Javier Milei. El ingreso a los Brics se vio frustrado por Lula da Silva, quien hizo uso de su poder de veto en ese organismo de integración global.

 

Las sanciones económicas no han sido levantadas y no debe esperarse que Donald Trump lo haga ni las morigere. Y la derecha a nivel mundial, envalentonada por la caída del gobierno de Basher Al Assad en Siria, intentará una y otra vez derrotar a Venezuela y su gobierno.

 

Aunque en su discurso de asunción Maduro no mencionó a Trump, es de esperar que tal como lo hizo en los meses pasados, no baje la guardia, porque como decía el Che Guevara “no hay que confiar en el imperialismo, ni un tantico así!”.

 

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