Miércoles 05 de noviembre 2025

Las comunas y los trabajadores apoyan proceso bolivariano

Redacción 05/11/2025 - 00.26.hs

IRINA SANTESTEBAN

 

El despliegue naval ordenado por el presidente Donald Trump en el mar Caribe, se ha materializado en ataques contra embarcaciones a las que se acusa de “transportar drogas”. Con más de 50 muertos a causa de esos bombardeos, la administración norteamericana no ha podido mostrar ninguna prueba sobre sus acusaciones, pues no hay indicios de que esas lanchas fueran utilizadas por narcotraficantes. El gobierno venezolano aduce que se trata de barcos pesqueros y acusa a EEUU de buscar el derrocamiento de Nicolás Maduro y del proceso bolivariano, iniciado por Hugo Chávez hace 26 años.

 

La verdadera explicación de la agresión del imperio contra Venezuela reside en sus reservas petroleras (las más grandes del mundo), y en la abundancia de recursos naturales y minerales.

 

El presidente de Colombia Gustavo Petro ha denunciado que la agresión se dirige también contra su país, con presencia en el mar Pacífico de buques de guerra y embarcaciones, con el pretexto de “ejercicios y maniobras militares”.

 

El vicepresidente del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, criticó con dureza a la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, por permitir la realización de “ejercicios militares” en aguas del mar Caribe, y que EEUU despliegue su potencial bélico desde Puerto España, en dicha isla, en una clara amenaza contra Venezuela.

 

Central obrera.

 

Frente a la agresión, el gobierno de Maduro ha convocado a la población a la defensa en una estrategia de “guerra prolongada de todo el pueblo”. Y en ese camino, es importante el rol de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de la Ciudad, el Campo y la Pesca (CBST-CCP).

 

El pasado 23 de octubre tuvo lugar el lanzamiento de la Constituyente Obrera, con la presencia del presidente de la Central, Will Rangel, del ministro de Trabajo Eduardo Piñate y Maduro, quien reivindicó su pasado de trabajador del transporte y sindicalista. Por ello lo llaman “el presidente obrero”.

 

En su discurso reivindicó los Consejos Obreros Productivos, órganos de participación de trabajadores y trabajadoras al interior de las fábricas y establecimientos de trabajo, para la planificación de la producción y la democratización de las relaciones laborales. También recordó los primeros años del proceso bolivariano, cuando comenzó la transformación de la Central, en la que se tuvo que luchar contra el burocratismo, la corrupción y el autoritarismo. Un ejemplo que deberían seguir los y las militantes sindicales en Argentina, para transformar de raíz las centrales obreras y los sindicatos, tan dormidos frente a los ataques que está padeciendo nuestro pueblo trabajador!

 

Tensiones.

 

Sin embargo, ese proceso no es lineal ni tranquilo. Los salarios en Venezuela siguen bajos y todavía falta mucho para erradicar la precarización laboral y el trabajo informal. El propio Maduro se refirió en su discurso a la problemática del sistema previsional, por la falta de cotizantes para la sustentabilidad de las jubilaciones y pensiones.

 

Al interior de la Central obrera, si bien la mayoría de sus integrantes pertenecen al PSUV, existen otras corrientes, como la Unidad Popular Revolucionaria Antiimperialista (UPRA), que se autodefine como clasista y tiene presencia en diez estados. En Valencia, ciudad industrial, tienen delegados en fábricas como Firestone y Ford, con salarios muy por debajo de los que perciben los trabajadores de las mismas empresas en Argentina. Un salario promedio ronda hoy los 200 dólares.

 

La UPRA defiende al proceso bolivariano mediante un “apoyo crítico constructivo con exigencias”, pues no se conforman con los discursos oficiales cuando reclaman, por ejemplo, aumento de salario y desde el gobierno se aduce que eso es “imposible” en la actual situación.

 

En cuanto a la defensa frente a la agresión imperialista, desde la UPRA se han incorporado a las milicias bolivarianas, como la gran mayoría de la población.

 

Siete transformaciones.

 

Los Consejos de Producción (en cada fábrica o unidad productiva) constituyen un mecanismo para que los trabajadores participen, organizados colectiva y autónomamente, en la producción, distribución y gestión del establecimiento. Pretenden ser la expresión del Poder Popular en el ámbito laboral, asumiendo responsabilidades y protagonismo en la economía, no solo como asalariados sino como sujetos activos.

 

En su discurso frente a los delegados obreros, Maduro instó a la Central y los Consejos de Producción para que jueguen un papel central, transformador, articulándose con las Comunas, que son la otra expresión del Poder Popular en los territorios.

 

El Plan de la Patria de las 7 Grandes Transformaciones -conocido como “7T” - es la hoja de ruta que impulsa el gobierno bolivariano para el período 2025-2031. Nació al calor de debates populares, con más de 166 mil asambleas y 3,4 millones de personas que participaron en todo el territorio. Se busca dar un “salto cualitativo” en la economía, la política y la sociedad venezolana.

 

Sus ejes son: 1) La transformación económica: diversificación productiva, sustitución de importaciones, industrialización, creación de valor agregado y apoyo al poder popular. 2) Transformación de independencia tecnológica y soberanía: fortalecer ciencia, tecnología, conocimientos propios, y la liberación de dependencias productivas y financieras. 3) Transformación social: mejorar calidad de vida, vivienda, salud, educación, inclusión. 4) Transformación política: profundizar la democracia participativa, los poderes populares, las comunas. 5) Transformación ecológica / ecosocialismo: enfrentar la crisis ambiental, reconocer el derecho a la ciudad, el bosque, la Amazonía venezolana. 6) Transformación de la seguridad ciudadana y defensa: articulado con el proyecto de soberanía y defensa antiimperialista. 7) Transformación geopolítica: consolidar a Venezuela en un mundo multipolar, y promover las alianzas antiimperialistas.

 

Es un camino difícil pero que ya ha visto resultados positivos en los últimos años, con crecimiento económico, abastecimiento de productos alimenticios, mejoras parciales en la calidad de vida de la población, etc.

 

Para el 23 de noviembre, el gobierno ha convocado a una nueva Consulta Popular, donde las Comunas votarán por los proyectos productivos y de servicios que deberán desarrollar durante los próximos 5 años, elaborados desde las asambleas de base.

 

Es una gran experiencia de democracia participativa, con involucramiento directo de las poblaciones en el proyecto de país que se está construyendo. No exento de errores y tropiezos, pero con una fuerte defensa de su soberanía política, económica y militar. Y pensar que la derecha macrista y mileísta intentan demonizar al país de Simón Bolívar agitando que “no hay que ser Venezuela”.

 

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