Miércoles 06 de agosto 2025

Llamamiento del Movimiento de Mujeres Palestinas

Redacción 06/08/2025 - 00.16.hs

El colectivo Alkarama efectuó un llamamiento a los movimientos feministas del mundo, ante la situación que se vive en Palestina, en especial en la Franja de Gaza, con ataques a la población civil, en particular hacia mujeres y niñas.

 

IRINA SANTESTEBAN

 

Para la mayoría de la prensa internacional, lo que ocurre en Gaza es una “catástrofe humanitaria”, como si los 61.020 asesinados y 150.671 heridos, hubieran sido víctimas de un fenómeno natural, y no de un genocidio. Para el diario israelí Haaretz, el número de muertes puede aumentar hasta 100.000, pues miles de cuerpos permanecen aún bajo los escombros de un territorio reducido a esa condición por casi dos años de bombardeos.

 

La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, adoptada por las Naciones Unidas, define así a “los actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”, entendiendo como tales los asesinatos de esos grupos, los daños graves a su integridad física o mental, someterlos a condiciones de vida que causen su destrucción física, impedir nacimientos dentro del grupo, o trasladar forzosamente a niños de un grupo a otro.

 

Todo ello está sucediendo en Gaza, con la destrucción de hospitales, escuelas, centros de distribución de alimentos, viviendas, infraestructura, etc y demás actos que demuestran que no se trata solo de combatir a la resistencia palestina -que legítimamente lucha contra la ocupación colonialista de sus territorios por parte de Israel -, sino de aniquilar a todo un pueblo.

 

Mujeres y niñas.

 

En medio de esta situación las mujeres y las niñas constituyen la mayoría de las víctimas civiles de una ofensiva que ha convertido a Gaza en un cementerio a cielo abierto, en la cárcel al aire libre más grande del mundo, donde la población civil es asesinada sistemáticamente, incluso cuando se encuentra en los puntos de distribución de alimentos.

 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó que un promedio de 28 niños y niñas mueren diariamente en la Franja de Gaza, por los ataques aéreos, la desnutrición, el hambre y la falta de servicios esenciales, incluyendo atención médica y asistencia humanitaria.

 

La política de hambre como arma de guerra, prohibida por el Derecho Internacional Humanitario, se ha convertido en una práctica cotidiana. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras y la Media Luna Roja han reportado ataques a hospitales, centros de evacuación y convoyes humanitarios. Mujeres embarazadas dan a luz en condiciones infrahumanas, sin anestesia ni atención médica básica, mientras bebés y niños de todas las edades sufren las consecuencias de la malnutrición y las enfermedades.

 

Llamamiento.

 

En este contexto, la voz de las mujeres palestinas, a través del colectivo Alkarama (Dignidad) emitió un llamamiento contundente dirigido a los movimientos feministas del mundo, cuestionando la tibieza, el silencio y la selectividad con la que muchas organizaciones han abordado la cuestión palestina.

 

“Las mujeres de Gaza no necesitamos compasión ni lástima. Necesitamos posturas firmes y radicales que encarnen los principios que dicen defender los movimientos feministas en todo el mundo: la lucha contra el colonialismo, la opresión y la violencia sistemática. No pedimos una solidaridad a medida, sino un compromiso sincero que reconozca que la lucha de la mujer palestina es parte inseparable de la lucha de toda la humanidad”.

 

Ese llamamiento es, también, una interpelación directa a las feministas de América Latina, la mayoría de cuyas organizaciones se ha pronunciado a favor de las causas de los pueblos oprimidos.

 

Milei y Netanyahu.

 

Desde su asunción, el presidente Javier Milei ha expresado su apoyo ferviente a Israel, en relación a su ofensiva militar y ahora, invitando a Benjamin Netanyahu a visitar el país en setiembre.

 

Si se concretara esa visita, llegaría en un contexto de creciente presión internacional sobre el primer ministro israelí, quien enfrenta una orden de detención solicitada por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y de lesa humanidad.

 

El ex fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, quien fuera también fiscal en el Juicio a las Juntas Militares de 1985 en nuestro país, advirtió recientemente que Netanyahu podría ser detenido si pisa suelo argentino, en virtud de las obligaciones que el Estatuto de Roma impone a los países firmantes.

 

¿Se animará algún juez a detener a Netanyahu, si de verdad llegara a Buenos Aires? Ojalá que así suceda.

 

Cerco informático.

 

Pero no solo los gobiernos son cómplices, la mayoría de la prensa internacional, con honrosas excepciones, cubre los acontecimientos en Gaza con un sesgo favorable a la agresión israelí. Se intenta presentar el ataque indiscriminado contra la población civil como una “respuesta legítima” a las acciones de Hamas, a quien se muestra como una “organización terrorista”.

 

Sin embargo, en un contexto de manipulación y desinformación, es necesario remarcar que el derecho a la resistencia, incluso armada, es reconocido a los pueblos que sufren la ocupación de sus territorios. La lucha palestina no es un “conflicto”, ni una “guerra” simétrica entre dos partes; forma parte de esa resistencia de un pueblo a la agresión colonialista de un régimen de apartheid que comete genocidio y viola todas las normas del Derecho Internacional.

 

Solidaridad feminista.

 

El movimiento feminista internacional enfrenta un desafío ético y político ineludible, pues la solidaridad con las mujeres palestinas no puede ser selectiva ni condicionada por el poderoso lobby sionista. Tampoco ser funcional a las políticas del imperialismo norteamericano, cuando por ejemplo, se apoya a ciertas organizaciones feministas en Irán, pero no a las mujeres de la resistencia palestina.

 

“A pesar de las masacres, las mujeres de Gaza siguen en pie: firmes, luchadoras, defendiendo su tierra y a sus familias, en hospitales, en refugios, en las calles y en la resistencia, tanto popular como armada, enfrentando una colonización brutal y sin piedad”, expresa el llamado de Alkarama.

 

La voz de las mujeres debe levantarse en todo el mundo, también en Argentina, para denunciar el genocidio contra Palestina, sobre todo en Gaza pero también en Cisjordania, y en particular contra mujeres y niñas.

 

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