Gallinger, en libertad condicional

La Justicia otorgó la libertad condicional a Néstor Roberto Gallinger, condenado a 12 años de prisión por intentar asesinar a su expareja, Patricia Sclavuno. El hecho ocurrió en 2015 y el empresario gastronómico ya tenía salidas transitorias desde el año pasado.

 

El juicio se desarrolló en 2016. Durante las audiencias, el fiscal Máximo Paulucci dio por probado que el 22 de mayo de 2015, el empresario de alarmas de seguridad, Néstor Roberto Gallinger, en circunstancias en que discutía con Patricia Beatriz Sclavuno, en la vivienda que compartían en la calle Calandria de localidad de Toay, empujó a Sclavuno, luego rompió y sustrajo su teléfono celular, y le arrojó chorros de nafta con intenciones de prenderla fuego.

 

Sclavuno logró calmar a Gallinger y dormir en habitaciones separadas, hasta que a las 19 del 23 de mayo de 2015, volvieron sobre la discusión anterior y Gallinger le propinó una patada a Sclavuno causándole lesiones en muñeca y rodilla izquierda. Asimismo ese día, mientras Patricia Sclavuno se encontraba en Santa Rosa, Néstor Roberto Gallinger le envió mensajes de texto al teléfono de un hijo de Sclavuno, haciéndole saber que si no hablaban ese día, iban a terminar mal.

 

El Tribunal de Audiencia, conformado por los Jueces Daniel Sáez Zamora, Gastón Boulenaz y Carlos Besi, condenó a Néstor Roberto Gallinger, a la pena de 12 años de prisión, al considerarlo autor del delito de amenazas con arma impropia, homicidio doblemente agravado -por el vínculo conyugal y mediando violencia de género-, en grado de tentativa y amenazas simples, todo en concurso real, accesorias legales y costas y mantuvo la prisión preventiva oportunamente dispuesta contra el acusado Gallinger.

 

Antecedentes.

 

Gallinger ya había solicitado otros beneficios. Tras estar preso por 64 días y previo al desarrollo del juicio, en julio de 2015, pidió la prisión domiciliaria mientras se desarrollaba la investigación fiscal preparatoria. En aquel momento, el fiscal Paulucci se opuso porque, según la historia clínica Gallinger, no controlaba los impulsos agresivos y sufría de trastornos de bipolaridad.

 

En 2022, ya condenado, volvió a solicitar la prisión domiciliaria por el “agravamiento del estado de salud”, lo cual no fue concedido. El año pasado, Gallinger fue beneficiado con salidas transitorias por el juez de Ejecución Penal, Martín Saravia, quien hizo lugar a los pedidos de la defensa luego de presentar los informes psicológicos del Consejo de la Unidad Penal 4.

 

Finalmente, la Justicia le otorgó la libertad condicional la semana pasada. La resolución judicial estuvo a cargo del juez de Ejecución sustituto, Edgardo Trombicki quien respondió favorablemente al pedido de la defensa del condenado, pese al rechazo expreso de la querella a cargo de Alejandra Lezcano López. El Ministerio Público Fiscal, en esta oportunidad, no se opuso a la libertad condiconal.

 

Entre las medidas, Gallinger tiene prohibido acercarse a menos de 200 metros de Sclavuno y tampoco puede establecer contacto con ella por ninguna vía. Asimismo, debe continuar con un tratamiento psicológico obligatorio y está siendo monitoreado electrónicamente mediante un dispositivo dual. Además, el condenado deberá presentarse mensualmente ante la Unidad de Abordaje de Personas en Conflicto con la Ley Penal. En caso de incumplir cualquiera de estas medidas, Gallinger podría perder el beneficio de la libertad condicional y regresar a prisión.