Domingo 29 de junio 2025

Los aportes de los millonarios pro-Israel

Redacción 04/11/2024 - 00.20.hs

La actual campaña electoral de EE.UU es la más cara de la historia. Harris y el expresidente Trump también compiten por las donaciones económicas de los poderosos lobbies sionistas.

 

PABLO ELORDUY

 

El portal web Open Secrets lleva el registro de las donaciones recibidas en las distintas contiendas electorales norteamericanas. Utiliza fuentes oficiales para trazar un mapa completo del dinero que llega a las campañas. Un mapa que incluye detalles sobre los comités, el registro de “pequeños donantes” y el de las industrias y los sectores que invierten en los distintos candidatos.

 

Harris ha recaudado 900 millones de dólares hasta la fecha y ha recibido otros 470 millones de “dinero externo”, que corresponde a los gastos políticos realizados por grupos o individuos de forma independiente y sin coordinación con los comités de los candidatos. Los llamados Super PAC —siglas de los Political Action Committees— entran dentro de esta categoría. Los PAC son organizaciones exentas de impuestos, pero tienen un límite para recibir donaciones. Mientras que los Super PAC no tienen límites: pueden recibir millones de dólares y destinarlos a la campaña sin integrar la campaña “oficial” del candidato.

 

Donald Trump aún no ha llegado oficialmente a los mil millones de recaudación. En su caso, el dinero externo casi duplica el obtenido por su propia campaña.

 

Aipac entra en escena.

 

En las últimas semanas se supo que America PAC, el Super PAC de apoyo a Donald Trump creado por Elon Musk, dueño de X, ha gastado más de 75 millones de dólares en esta campaña. Pero la gran noticia en términos de financiación política ha sido el despliegue del Comité de Asuntos Públicos de Estados Unidos e Israel (más conocido por sus siglas, Aipac), un lobby que nació para defender la imagen pública de Israel tras la masacre de Qibya (63 palestinos civiles asesinados por el Tzahal en 1953). Por primera vez Aipac ha gastado dinero, mucho dinero, en campañas electorales. Hasta este ciclo electoral lo había hecho mediante otros PAC a iniciativa personal de los miembros del Comité. Así fue, por ejemplo, en las primarias Demócratas de 2020, se realizó una campaña contra el candidato crítico con Israel, Bernie Sanders.

 

En la actualidad, según Open Secrets, es el 17º mayor donante en 2024. Ha destinado a campañas más de 42 millones de dólares, a los que se suman otros 4,6 millones dedicados a lobby en 2023-2024. La carrera Trump-Harris no es una excepción, pero el posicionamiento de Aipac ha marcado definitivamente las carreras al Senado y el Congreso. El objetivo es claro: eliminar del Congreso a las voces críticas con Israel.

 

Aipac ha donado 33 millones de dólares a candidaturas concretas. El comité tiene preferencia por los Demócratas, que han recibido 21 millones, mientras los candidatos republicanos han recibido 12. Es un hecho controvertido, ya que Aipac está situado en las coordenadas del movimiento neoconservador y se le considera más cerca del Partido Republicano.

 

Contra los críticos.

 

Con más de sesenta años de experiencia en el trabajo de lobby, la apuesta de Aipac ha afectado directamente la campaña de congresistas como Cori Bush, que en 2021 fue la primera mujer negra en llegar al Congreso por el Estado de Missouri, derrotada para las elecciones de noviembre por un candidato patrocinado por Aipac. Antes de esta campaña, Aipac ya había intervenido en las elecciones de 2022, aportando su dinero contra dos congresistas que criticaron la financiación estadounidense a Israel. Uno de ellos fue Andy Levin, representante por Michigan de origen judío.

 

El cálculo de Open Secrets detalla que se destinaron 5,3 millones de dólares para derrotar a Bush, miembro de The Squad (el escuadrón), considerado el ala izquierda del parlamentarismo demócrata. Desde el comienzo del genocidio en Gaza, Bush pidió un alto el fuego, lo que repercutió en la campaña en su contra, resuelta en las primarias demócratas de comienzos de agosto. United Democracy Project, el súper PAC de Aipac, gastó 8,5 millones de dólares en apoyar la campaña de Bell y otros PAC proisraelíes completaron la cifra hasta llegar a 18 millones.

 

Aipac también escogió directamente al contendiente Demócrata, George Latimer, que consiguió derrotar al congresista Jamaal Bowman en las primarias del Estado de Nueva York. En ese caso, Aipac y los grupos antiBowman gastaron diez veces más que lo que el congresista, uno de los primeros en adherirse a los llamamientos al alto el fuego.

 

Aipac y Harris.

 

No es necesario recordar que Kamala Harris no pertenece al ala izquierda de los Demócratas. Es considerada como una política hábil, que sabe lo que se necesita en cada momento. Con respecto a Israel, no cabe duda de que Harris ha bebido de la opinión hegemónica dentro del establishment del partido y apenas ha comenzado a distanciarse cuando ha llegado a una campaña electoral como la actual, en el que el genocidio de Gaza tiene un papel fundamental y es un motivo de enajenación de las bases del partido azul.

 

A lo largo de su carrera, antes de esta campaña, Harris ha recibido 5,3 millones de dólares de grupos de presión proIsrael, incluido Aipac. Su relación con Aipac y con otro lobby sionista, el Comité Judío Americano (AJC), tuvo sus primeros frutos en su debut como senadora por el Estado de California. En 2017, Harris copatrocinó una resolución a favor de Israel en la que acusaba a la ONU de tener “una actitud sesgada hacia Israel” y sostenía que condenar los asentamientos ilegales en Cisjordania dificultaba las negociaciones de paz.

 

El “amigo” Trump.

 

Donald Trump no ha sido ambiguo al asegurar que Netanyahu debe “finalizar el trabajo” y “hacer lo que tiene que hacer” en Gaza, Líbano y contra Irán. Respecto a Irán, Trump ha asegurado que el Gobierno del primer ministro israelí debería atacar las centrales nucleares. La relación entre ambos mandatarios en el primer mandato de Trump terminó en todo lo alto con el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén, y en campaña electoral, el primer ministro no ha escondido sus simpatías hacia el líder republicano.

 

Como tampoco lo han hecho algunos de los millonarios sionistas más relevantes, que han donado enormes cantidades de dinero a Trump. Una de ellas es Miriam Adelson quien, según Open Secrets, ha gastado 129 millones de dólares en la vigente campaña electoral. Adelson vive en Israel, país para el que sirvió como oficial del Tzahal (FDI). En octubre se supo que la empresaria ha destinado cien millones de dólares a Trump a través del Super PAC Preserve America.

 

Trump no era la primera opción para Adelson, como tampoco lo fue para Jan Koum, cofundador de Whatsapp, otro de los grandes donantes de la campaña de Trump. Tanto Adelson como Koum apoyaron inicialmente a Nikki Haley, contendiente en las primarias republicanas y recordada, entre otras muestras de apoyo al genocidio, por escribir en un misil “acabad con ellos” durante una visita de apoyo a Israel la pasada primavera. Koum ha donado cinco millones de dólares a Maga INC, el Super PAC de apoyo a Trump. En 2022, Koum se convirtió en el mayor donante de Aipac, con dos millones de dólares.

 

Más donantes.

 

Marc Andreessen y Ben Horowitz dos magnates de Silicon Valley anunciaron, por su parte, sendas donaciones de 2,5 millones de dólares a la campaña de Trump. Su firma de inversión, Andreessen Horowitz, está especializada en el negocio de la ciberseguridad. La donación se canalizó a través de Right For America, un Super PAC que focaliza su inversión en los Estados clave de Arizona, Georgia y Pensilvania. Otro lobby, la Coalición Judía Republicana, de filiación pro Trump, es el segundo gran donante de los grupos pro Israel. Ha donado 4,4 millones a grupos conservadores y candidatos republicanos. Esta coalición trabaja a través del Fondo de Victoria de la Coalición Judía Republicana. (Extractado de El Salto. España).

 

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