Pensamiento revanchista

En una acción coherente con su condición negacionista con respecto a los muertos y desaparecidos del golpe militar de 1973, la abogada y diputada nacional Victoria Villarruel ha sacudido el ambiente político y legislativo con la puesta en marcha de un homenaje a quienes considera “víctimas del terrorismo”, es decir: los victimarios muertos en acciones realizadas por la guerrilla.

Más allá de las pretensiones de este acto pro impunidad, realizado el último lunes, es obligado deducir que ese pensamiento revanchista y falaz es el que campea en el pensamiento de la persona que Javier Milei pretende llevar como vicepresidenta de su posible gestión.

La convocatoria, que circuló profusamente por las redes sociales, apareció como una manifestación más de los grupos de derecha que reaccionaron contra la reapertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad; promovido especialmente por militares en retiro y represores que podrían ser enjuiciados. La misma Villarruel proviene de una familia castrense y con fuertes vínculos con algunos de los jerarcas de aquel sangriento golpe.

En el ambiente político, un sector opina que el surgimiento de esta clase de movimientos reivindicativos, pero también abiertamente ilegales tiene mucho que ver con la pasividad y ánimo conciliatorio mostrado por el actual gobierno frente a los sectores más conservadores del país. Una actitud que, hay que reconocerlo, no parece haberle dado resultados políticamente positivos.