Miércoles 24 de abril 2024

Tres años y no ceden las tensiones

Redacción 16/12/2022 - 08.33.hs
Foto: Télam - Gustavo Amarelle

El acto realizado en los jardines de la Casa Rosada para celebrar los tres primeros años del gobierno del Frente de Todos sintetizó en sí mismo la impronta de la gestión: más palabras que hechos. El discurso de Alberto Fernández abundó en expresiones de deseos y en arengas optimistas pero también en omisiones; y sus apelaciones a la unidad contrastaron con las ausencias que fueron muy notorias en la oportunidad.

 

Una vez más, quedó en evidencia la falta de una conducción coordinada del FdT, el déficit más evidente de la coalición, y nada indica que las cosas estén en vías de mejorar. La convocatoria a una mesa en donde estén presentes las tres patas se sigue postergando. Ni siquiera el pedido del ministro de Economía alcanzó para ponerla en marcha. El Presidente y la Vice solo excepcionalmente se hablan por teléfono. La última vez fue cuando Alberto se descompuso en Indonesia; la vez anterior había sido luego del atentado contra Cristina.

 

El Presidente defendió su gestión apoyándose en datos de la macroeconomía, reivindicó el rol de su gobierno para afrontar la pandemia de Covid-19 y defendió su estilo conciliador enfatizando la importancia del diálogo. Sin embargo, puertas adentro del FdT si algo falta es, precisamente, diálogo. En el acto no estuvo Cristina Kirchner ni Sergio Massa los otros dos referentes de mayor peso de la coalición. Los gobernadores peronistas brillaron por su ausencia, salvo el tucumano Osvaldo Jaldo quien se ubicó junto a su comprovinciano y jefe de Gabinete, Juan Manzur. Tampoco estuvo el ministro del Interior Eduardo De Pedro, se vieron a muy pocos de los intendentes bonaerenses del PJ y de los movimientos sociales. Sí estuvieron los popes de la CGT y algunos organismos de derechos humanos.

 

"Voy a ser más solidario con los compañeros y las compañeras injustamente perseguidas", dijo el jefe de gobierno, pero no mencionó por su nombre a Cristina Kirchner, recientemente condenada en una farsa de juicio por uno de los tribunales de Comodoro Py. En esa misma línea de anuncios se lo escuchó decir: "Voy a ordenar nuestra fuerza política"; "Vamos a ganar" y "No voy a permitir que vuelvan los que pusieron al país de rodillas".

 

El crecimiento de la actividad industrial, de las exportaciones y de la obra pública, junto con un descenso del desempleo son los puntos fuertes que el gobierno se encargó de destacar en el acto con críticas a los grandes medios que ocultan esos datos. Pero desde el propio FdT, concretamente desde el kirchnerismo, prefirieron destacar la lentitud en recomponer los ingresos de los asalariados que vienen perdiendo frente a la inflación, los condicionamientos del acuerdo con el FMI y la falta de determinación para plantarse frente a los formadores de precios. También reprochan la falta de predisposición para convocar a una mesa política a fin de consensuar líneas de acción. Es evidente que las tensiones internas en la coalición gobernante están lejos de superarse y que, ahora, la renuncia de Cristina Kirchner a postularse en las próximas elecciones abre un nuevo capítulo en donde los movimientos internos que empiezan a vislumbrarse no auguran aguas calmas.

 

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