Domingo 21 de abril 2024

Una llave para el futuro

Redacción 19/02/2023 - 00.50.hs

Una larga procesión de humildes vehículos traslada muebles de aquí para allá, rumbo a un nuevo barrio. Beneficiarios reciben dispositivos electrónicos para sumarse a la era digital. Más niños se incorporan al sistema de asignaciones familiares. Los tres hechos se registraron durante esta semana y muestran que a pesar de todos los contratiempos se puede volver a pensar en mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo.

 

Pasaron cuatro largos años de espera hasta la recuperación de esta sana costumbre de entregar un nuevo barrio de viviendas sociales. Aunque suene repetido, hay que recordar una y otra vez que una construcción de este tipo encierra múltiples beneficios. Hay justicia social en cada nuevo techo, hay dignidad para cada familia, y también hay una reactivación económica que va desde las empresas constructoras hasta el más humilde de los fleteros. Además, se regula el mercado inmobiliario, tanto el de la venta de terrenos como el de los alquileres, mal que le pese a los grandes especuladores que lucran con la necesidad ajena.

 

Entre la última entrega y la de esta semana "pasaron cosas". Se hizo cargo del gobierno nacional una alianza neoliberal que despreció las necesidades del pueblo trabajador. Prometieron viviendas pero nunca las hicieron, anunciaron la construcción de miles de jardines de infantes que no terminaron y presentaron mejoras en centenares de rutas que solo quedaron en proyectos lanzados para lucirse en los grandes medios.

 

Ahora, con la recuperación del Estado para los ideales nacionales y populares, los fondos que llegan a La Pampa sirven para volver a hacer casas. Y por eso durante esta semana no solo se entregaron más de cien viviendas sociales en Santa Rosa. También se anunció la inminente inauguración de otro centenar, más el sorteo de 300 terrenos destinados a quienes tienen la posibilidad económica de planear un proyecto independiente de construcción de casa propia.

 

Otros beneficios.

 

A todo esto se sumaron otros beneficios para la población. Uno fue la entrega de tablets, que recuperó el recuerdo de esa masiva explosión de netbooks puestas años atrás en manos de docentes y estudiantes, que sirivó para dar un salto cualitativo en el manejo de los dispositivos electrónicos. Ahora el Estado vuelve a detectar a aquellos más rezagados y los pone en un plano de igualdad. Mil equipos entregados solamente en Santa Rosa y cuatro mil en total en toda la provincia representan un número por demás significativo.

 

También en esta semana se amplió el beneficio de las asignaciones familiares, que en el caso de La Pampa permitió agregar a más de 5 mil menores de edad. La medida representa otra buena inyección de dinero en bolsillos castigados por los costos de alimentos, a los que en pocos días se sumará el oneroso pero necesario desembolso extra que significan los útiles escolares para afrontar un nuevo ciclo lectivo.

 

Telón de fondo.

 

Mientras tanto, como telón de fondo, la dirigencia política va definiendo candidaturas para un cargado año electoral, rumbo a una nueva confrontación entre dos modelos bien definidos.

 

En paralelo, los dueños del poder real jaquean una y otra vez al gobierno con golpes de mercado, como para seguir marcando la cancha a su antojo. Y como parte de ese plan, no respetan ningún acuerdo de precios y tampoco dan tregua con la inflación. Y si algo de todo esto se interpone en su camino, ahí siempre tienen a mano a un juez amigo que los salve con una medida cautelar.

 

Desde esta humilde provincia no queda otra posibilidad que seguir luchando. Se puede demostrar que con un poco de ayuda nacional se puede transitar otro camino, con políticas activas que apunten a ayudar a la gente a vivir un poco mejor.

 

Ver la alegría en los rostros de las familias que desde esta semana tienen casa propia nos hace recordar que se puede volver a aquellos tiempos felices que tuvo nuestro país no hace tanto tiempo.

 

Es cuestión de seguir trayendo a nuestra memoria esos momentos en los que sentíamos esa confianza, cuando la autoestima nos hacía sentir seguros de nosotros mismos, de hacernos valer como pueblo ante los poderosos, de movilizar ante cada injusticia, de nunca pensar que solo estamos destinados a ser "un país de fracasados", como algunos nos quieren hacer creer.

 

Por eso, un hecho tan significativo como la recuperación de la entrega de viviendas sociales parece simbolizar nada más ni nada menos que una llave para nuestro futuro.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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