Una protesta y algunos números

Simultáneamente con la protesta que lanzó el sector del campo más concentrado, el mismo que se identifica con el llamado agronegocio, se conocieron algunas estadísticas que sirven para ubicarse mejor en una actividad que suele mostrar sus números cuando le va mal pero no cuando le va bien, o muy bien.

De acuerdo al informe que el periodista económico David Cufré publicó el pasado fin de semana en el diario Página 12, los datos comparativos de la producción agropecuaria en los tres primeros años del gobierno de Alberto Fernández (2020/21/22) mostraron crecimientos significativos con relación al mismo ciclo del gobierno de Mauricio Macri (2016/17/18). Entre esos dos períodos aumentó 27% la producción de carne porcina, 9% la de carne vacuna, 11% la de leche y 9% la de carne aviar. En cuanto a las ventas al exterior, las de carne vacuna aumentaron 147%, las de carne aviar 14%, las de quesos 45%, las de leche en polvo 38% y las de otros lácteos 37%. En tanto la producción de maíz creció 34%, cebada 18%, sorgo 12% y girasol 3%; mientras que bajó la producción de trigo 7% y de soja 8%.

Lo que revelan estos números es que al sector del agronegocio le tocó ahora un año malo por la sequía y las heladas, pero viene de tres años muy buenos. Sin ir más lejos, el dólar-soja que le arrancaron al gobierno sentándose sobre los silobolsas, es otra muestra de esa realidad.

Otros datos, de diferente naturaleza pero igualmente significativos, que se conocieron en los últimos días provienen de la AFIP y la Aduana y revelan que la evasión y la elusión impositivas en el campo concentrado siguen siendo muy elevadas. Solo en el último año la suma total de lo no tributado asciende a, nada menos, el 60% de la ayuda por la sequía que le dio el Estado a los pequeños productores: 32 mil millones de pesos. A esta violación de las obligaciones tributarias debe sumarse el no pago de los aportes previsionales a los trabajadores rurales que, como es sabido, se desempeñan con tasas históricas de informalidad que superan el 70%.

Las entidades nucleadas en la Mesa de Enlace vienen cargando el tono contra el gobierno en sus discursos. La fuerte sequía que afectó a casi todo el país y las heladas de verano les sirvieron de combustible para aumentar la presión con sus demandas de siempre: retenciones cero, rebaja de impuestos y otros beneficios. Esta es la cuarta protesta que le hacen al gobierno del Frente de Todos. No se recuerda ninguna al anterior de Cambiemos pese a que, en el último tramo de la gestión, aumentó el nivel de las retenciones.

No todo el campo está representado por la Mesa de Enlace ni asume una actitud belicosa ante el gobierno del FdT. Pero es el de mayor poderío económico, el que está plenamente identificado con la derecha y la ultraderecha política y el que tiene mayor presencia, por lejos, en los grandes medios de comunicación porteños. Hasta no hace mucho tiempo dos de sus entidades, la Federación Agraria y la Sociedad Rural, defendían intereses contrapuestos con arduas polémicas entre sus dirigentes. Hoy la primera se ha subordinada ante la segunda y su proyecto quedó diluido así como su identidad sectorial.