Jueves 31 de julio 2025

Fundación de Anchorena, una fecha a revisar

Redacción 25/04/2010 - 00.48.hs
La localidad cumple oficialmente su siglo de vida. Más allá de las celebraciones por su fundación, se plantean hay discrepancias con la fecha elegida por las autoridades. Rastros de los primeros años de existencia.

En la primera década de este siglo, la mayoría de las poblaciones de La Pampa festejaron sus cien años de existencia. Otras, cumplirán su siglo de existencia durante el año que transcurre. Entre ellas, la pequeña localidad de Tomás M. Anchorena, ubicada en el centro-este de la provincia, y a escasos quince kilómetros del Meridiano V, límite con la provincia de Buenos Aires. La fecha de fundación "oficial" fue el 14 de abril de 1910, que coincide con la llegada del ferrocarril. Pero ¿es exacto este dato?

 

Fundación.
Salvo la particularidad de algunas excepciones, la mayoría de los diccionarios se aproximan a la definición de fundación a través del latín "fundatio". El término fundación permite nombrar a la "acción y efecto de fundar: establecer, crear o edificar algo". Siguiendo esta línea, y definido el término, daría por tierra con la mayoría de las fechas -celebradas o por celebrar- de diversos pueblos y ciudades del país y nuestra provincia.
Antiguos caseríos, generalmente levantados en los alrededores de los más tarde llamados "almacenes de ramos generales" o los denominados "parajes", "estafetas", etc., demuestran claramente que muchas fechas de fundación determinadas oficialmente de pueblos pampeanos fueron arbitrarias. Docentes, investigadores e historiadores son coincidentes con esa postura.
En aquellas pequeñas poblaciones estaban afincados mucho antes, trabajadores, a la sazón los reales fundadores, como por ejemplo los habitantes de la por entonces denominada Colonia "La Victoria", luego "campo Anchorena". Antes de 1910 habitaban allí peones, comerciantes y pequeños arrendatarios de parcelas de entre 10 y 12 hectáreas, y también había asentamientos de algunas pocas familias aborígenes que sobrevivieron a la matanza planeada y ejecutada por el general Julio A. Roca en la segunda etapa de la "conquista". Entre ellas se contaron los Cuyaman y Romero.
La construcción de vías ferroviarias, estaciones y luego los trenes, no llegaron portando "actas fundacionales", sino más bien, dieron continuidad a las desmesuradas y sangrientas luchas por la acumulación de kilómetros de extensiones en los territorios "desiertos".
La localidad de Tomás Anchorena, una de las más pequeñas del Departamento Atreucó, contiene sin embargo una parte importante de la historia de este país; bautizarla con ese nombre, es una clara muestra de cómo se extendieron y repartieron, entre pocos, leguas y más leguas de esas tierras.

 

Etapa pre-fundacional.
¿Cómo, cuándo y por qué se decide tomar el 14 de abril de 1910, como la fecha de fundación de Tomás M. Anchorena? ¿La placa enclavada en la estación del ferrocarril -con su edificación en franco deterioro- es un indicador como para considerarlo irrefutable? Categóricamente, no. La localidad -con ese nombre- comenzó a "tomar forma" sobre los vestigios y la sangre de los últimos asentamientos de pueblos originarios preexistentes en esa extensa y rica zona.
Nada hecho al azar.
Fue en las amplias tierras de las tribus de Calfucurá, aniquiladas por el Ejército del general Roca, donde empezó a tomar forma, entre otros, el ahora conocido como Departamento III, parte del entonces Territorio de La Pampa Central.
¿Desierto? ¿Qué es un desierto? ¿Dónde estaba ese desierto? Lo que sí queda claro, es que estaba desierto de blancos y europeos.
Osvaldo Bayer, autor de "La Patagonia Rebelde", indicó la verdadera masacre que significó aquella conquista del "desierto". Y señala que "sesenta y siete propietarios se repartieron 6 millones de hectáreas". Bayer cita como fuente al Boletín de la Sociedad Rural Argentina (fundada con la activa participación de miembros de la familia Anchorena). Más aún, sostiene que con su tarea, el general Roca reinstaló la esclavitud que la Asamblea del año 1813 había abolido. Invita a recorrer los diarios de Buenos Aires de 1879 como por ejemplo, avisos en el diario "La Nación" que anunciaba: "se reparten indios...", y otras atrocidades semejantes.
Si aquello era un desierto, ¿contra quién la emprendió a balazos el Ejército roquista y sus aliados?

 

Familias afincadas.
Sólo por citar algunos ejemplos, una de las más antiguas familias arrendatarias asentadas en la zona, fue la de los hermanos Venancio, Ponciano y Claro Fernández. También Esteban Peruilh, en 1888, según datos del Archivo Histórico Provincial. Luego, según documentos de ese repositorio, pueden encontrarse otros nombres: los hermanos Romero, Antonio Cangas, Joaquín Elena, Angel Otero, Julio Blanc e hijos, la familia Virgili, Jaunibelli, etc. A propósito, la explotación agraria de Julio Blanc, llegó a sus cien años en mayo de 2009.
Poderosas familias como las de Eduardo Castex, agrimensor y propietario, como asimismo descendientes de los Anchorena -el pueblo luego tomará su nombre- fueron poseedores de extraordinarias "porciones" de tierra en la zona, especialmente sobre finales del siglo XIX y principios del XX.
Una historia similar cabe para Miguel Riglos, emparentada de forma directa con la localidad de Anchorena. A modo de ilustración puede decirse -según consta en distintos archivos gráficos- que la decisión de bautizar a la vecina localidad con ese nombre, fue tomada por Mercedes Riglos Villanueva (1836-1905), esposa de Tomás Severino Anchorena Zúñiga (1827-1899). En el rastreo por diversas fuentes se puede observar que Miguel Riglos no era otro que, Miguel Juan Crisóstomo Anchorena Riglos, es decir, hermano de Joaquín Samuel del Sagrado Corazón Anchorena Riglos, a quien se señala como "donante de las tierras para que se funde un pueblo": Anchorena.

 

Primeros habitantes.
No pueden desconocerse las ventajas que acarreaba la llegada del ferrocarril, pero, extraña sobremanera, la antojadiza fecha impuesta a la fundación de Anchorena por el sólo hecho de su llegada.
Como dato particularmente curioso, se ha podido corroborar que antes de imponerse el nombre a la localidad, el caserío -paraje- aunque disperso, tuvo varios nombres, según se observa en más de una decena de actas bautismales, celosa y muy bien conservadas por la Secretaría del Archivo Eclesiástico de la Catedral de la capital provincial.
Por citar sólo un caso -aunque hay otros-, cuando se lleva a cabo el Censo Nacional de 1895, aparece censado un niño de ocho años. Se trata de Valentín Roldán (padre) nacido en 1887 y afincado en el lugar. Según el citado Censo, Valentín era hijo de Venancio Roldán, residente en Azul, Buenos Aires. El abuelo del autor de estas notas, llegó como peón rural a la Estancia "La Merced" en 1890 y también, era oriundo de esa ciudad bonaerense.

 

Algunos errores.
Hay algunos otros "errores" con respecto a la fecha de la localidad. Primero, en el arco de ingreso a esta localidad una placa con este texto: "Tomás Manuel de Anchorena. Fundación: 14 de abril de 1910. Joaquín S. de Anchorena donó sus tierras para fundar un pueblo con el nombre de su padre Tomás Manuel de Anchorena 1910-1987".
Segundo, en el encabezamiento de una publicación de origen desconocido (aunque parece ser oficial) encontramos lo siguiente: "Estación Tomás M. de Anchorena". Origen del nombre: "En homenaje al primer colonizador de esta zona, don Tomás Manuel de Anchorena".
Hay un tercer y particular antecedente. Una extraña y llamativa placa en la estación ferroviaria indica lo siguiente: "Piedra fundamental colocada el 24 de abril -1910- por Joaquín Anchorena en memoria de su padre Tomás M. Anchorena, fundador de esta Colonia".
Se observa entre lo señalado la falta de coincidencia en el día de "fundación", aunque sí el año. Es más, la primera placa mencionada induce a pensar que, si "Joaquín S. de Anchorena donó sus tierras para fundar un pueblo...", ¿quién o quienes fueron sus fundadores?
Si se presta atención a lo escrito en la placa de la estación ferroviaria, saltan con nitidez dos inexactitudes: la piedra fundamental no fue colocada por Joaquín de Anchorena ya que, y esto nos lleva al segundo punto, el nombrado no era hijo de Tomás Manuel como allí se indica sino, de Tomás Severino y de Mercedes Riglos Villanueva. ¿O es que Joaquín no sabía el nombre de su padre? Vale aclarar además que Joaquín, era nieto de Tomás Manuel de Anchorena.

 

¿Quién fue?
Es muy difícil, además, soslayar o dejar fuera de análisis que al momento de la "fundación" de la localidad (1910), el señor Joaquín de Anchorena, era intendente de la Capital Federal. El país se aprestaba a celebrar su Centenario y la llegada de la Infanta Isabel de España -con todo lo que ello significaba- no le habría dado tiempo para llegarse hasta estas tierras para colocar su placa en una incipiente aldea perdida en el medio de las pampas. ¿Quién y cuándo colocó esa placa?
Desde el punto de vista histórico -parece un dato menor pero no lo es-, Tomás Manuel de Anchorena había fallecido el 29 de abril de 1847, veintinueve años antes de que naciera Joaquín, por lo que es impensable adjudicarle la paternidad.
Esta misma línea de análisis lleva asimismo a la conclusión que también es errónea la información que se proporciona en el segundo punto tratado: "En homenaje al primer colonizador de esta zona". El interrogante es muy sencillo: ¿como se las arregló el doctor Tomás Manuel Anchorena para convertirse en el primer colonizador de esta zona si vinculamos su desaparición (1847) con esa presencia colonizadora? Queda claro entonces que Tomás Manuel, nunca pudo haber estado en el lugar donde hoy se asienta el pueblo con su nombre.
La larga cadena de inexactitudes sobre los "fundadores" -tanto de Tomás Anchorena como de Miguel Riglos-, lo aporta el sitio oficial del gobierno provincial al señalar que el nombre de Riglos fue impuesto por Mercedes Riglos de Anchorena "como homenaje al padre de la fundadora". Esta afirmación se contradice con las posturas sostenidas por historiadores y antiguos habitantes. Como se ha indicado más arriba, el nombre deviene del hijo de Mercedes Riglos: Miguel Juan Crisóstomo Anchorena Riglos, nacido en 1882, tercer hijo de aquella unión celebrada el 10 de octubre de 1886. El 11 de noviembre de 1993, al celebrar esa localidad sus 82 años, se publicó en LA ARENA una serie de datos muchos más ciertos que los publicados en el sitio gubernamental.
Esta sucesión de datos poco fidedignos podría llevarnos, incluso, a determinar que las fechas fundacionales de Anchorena y Riglos son anteriores a 1910. Antiguos pobladores de ambas localidades mantienen dudas sobre estas inciertas fechas sin que nadie, durante cien años, haya cuestionado o revisado.

 

Tierras mensuradas.
Oportunamente, y para aproximarnos a la verdad histórica, sin que ello implique de manera alguna una verdad irrefutable, se deben aportar algunos datos oficiales.
El 13 de septiembre de 1883, el Departamento de Ingenieros Civiles de la República Argentina, realizó la mensura de las que, luego, serían las tierras de Tomás Severino Anchorena. A un solo integrante de esta acaudalada y numerosa familia le correspondió 92.500 hectáreas, originalmente de propiedad de Luis Castex, según mensura llevada adelante por el agrimensor Eduardo Castex con un sello: "Dirección General de Tierras. Archivo de Mensuras. Departamento Geodesia".
En esas tierras, el tramo de la construcción del ramal ferroviario "Maza al Oeste" fue concluido en 1909, pasando las vías por ambas localidades, hace más de cien años. Frente a este hecho, ¿estará la localidad de Tomás M. Anchorena celebrando su "centenario" en 1910 o esta celebración debió realizarse algunos años antes?

 

Carlos R. Muñoz
Investigador oriundo de Anchorena

 


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