Teorías conspirativas: Detrás del telón
Desde los relatos mitológicos hasta los más recientes escándalos políticos y corporativos, la idea de conspiraciones parece haber acompañado a la humanidad desde los comienzos mismos de las civilizaciones.
En Estados Unidos, por ejemplo, las encuestas dicen que el 80 por ciento de las personas cree que Lee Harvey Oswald no actuó solo en el asesinato de J.F.Kennedy. Hay también un 46 por ciento que percibe una conspiración japonesa para destruir la "economía americana", mientras otro 41 por ciento está seguro de que la Fuerza Aérea de su país oculta pruebas sobre contactos con platos voladores y extraterrestres.
En la Argentina, se dijo que el empresario Alfredo Yabrán, acusado de la muerte del fotógrafo José Luis Cabezas, había fingido que se había dado un tiro en la cabeza y que su cadáver era un doble, por lo que estaría vivo. Hubo, y hay, cantidades de interpretaciones sobre el robo de las manos de Juan Domingo Perón en 1987, desde operaciones de la Side hasta cajas de seguridad en Suiza. Hasta el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner se tiñó de sospechas en 2010.
La insinuación de que el presidente venezolano Hugo Chávez había sido envenenado, o de que la CIA ha provocado el cáncer de los presidentes latinoamericanos, podrían ser otras que se unen a estas conspiraciones históricas.
Astronauta en la Luna.
Algunos creen que las imágenes de la misión Apolo (1969) no salieron de la Luna sino de un estudio de televisión. Para Patrick Leman, psicólogo de la Universidad Royal Holloway de Londres, uno no necesita estar delirando o padecer alguna enfermedad mental para adherirse a alguna de las tantas teorías conspirativas que circulan en el mundo.
"Mi investigación sugiere que la gente tiende a pensar que un acontecimiento significativo o de gran magnitud tiene que estar causado por algo similar en cuanto a su magnitud, significado o poder", dice el experto.
En otras palabras, la idea de una "conspiración" viene a llenar un vacío cuando no encontramos respuestas coherentes con nuestra necesidad de dar una explicación racional a un acontecimiento, como el hecho de que un accidente automovilístico cause la muerte de una princesa.
De lo social a lo político.
Pero a las creencias personales se suman los factores sociales. Según Leman, son los grupos minoritarios o aquellos que se sienten ajenos a los sectores mejor posicionados en la sociedad, los más propensos a creer en conjuras.
Peter Knight, profesor de Estudios Americanos en la Universidad de Manchester, sostiene que el término "teoría de la conspiración" es relativamente nuevo.
A fines del siglo XVIII, la idea de vastas conjuras comenzó a difundirse cuando, por ejemplo, algunos empezaron a vincular a sociedades secretas como la Masonería o los Illuminati con la Revolución Francesa.
El término "teoría de la conspiración" aparece por primera vez en un artículo de historia en 1909 y empieza a cobrar cuerpo en la década de los 60, impulsada en parte por algunos filósofos y científicos escépticos. Sin embargo, habrá que esperar hasta 1997 para que el Diccionario de Oxford lo incluya en su edición, ilustra Knight.
Pero si bien muchos dudaron en su momento sobre el asesinato de Kennedy, los "conspiracionistas" fueron adquiriendo mayor presencia a medida que se revelaban escándalos políticos y corporativos en los 70, siendo el caso Watergate uno de los paradigmáticos.
Lo interesante del fenómeno en EE.UU. -explica Peter Knight- es que el objetivo de los conspiracionistas parece haber virado del "temor rojo" que alimentó el Macartismo de la Guerra Fría, al "temor federal", esto es una profunda desconfianza a todo lo que provenga del propio gobierno.
La conjura de Hollywood.
Otro aspecto particular es la aparición de una "cultura conspiracionista" en el mundo del entretenimiento, particularmente en la industria de Hollywood, con películas como "JFK" de Oliver Stone, o "Conspiracy Theory" protagonizada por Mel Gibson y Julia Roberts.
"Creo que los más potentes blancos de los conspiracionistas son aquellos hechos desproporcionadamente trágicos", dijo a la BBC Frank Spotnitz, guionista de la serie de televisión X-Files (Los expedientes secretos X).
"Creo que están en todo su derecho de buscar una razón más válida que explique sus causas", agregó.
El hecho de que la industria del entretenimiento se haya hecho eco de estas líneas de pensamiento, ha llevado a que las "teorías de la conspiración" se difundan a nivel global y a que disminuya el uso de adjetivos como "subversivas" o paranoicas con las que solía descalificárselas.
Después del 11-S.
Según Peter Knight, de la Universidad de Manchester, el auge de esta línea de pensamiento en EE.UU. es directamente proporcional a la pérdida de confianza en sus autoridades.
"Las encuestas muestran que a comienzos de la década de los 60, el 75% de la población creía en su gobierno, pero en los 90 la cifra se había reducido al 25%", recuerda el catedrático quien publicó varias obras sobre este tema.
Indica además que "hubo un resurgir de esa confianza inmediatamente después del 11 de septiembre, pero volvió a perderse con la guerra en Irak".
Según el catedrático, la evolución de la llamada "guerra contra el terror", sumado a las demoras de la Casa Blanca y el Pentágono en dar respuestas concretas y rápidas a muchas interrogantes, condujo a que aumentaran los adherentes a la "teoría de la conspiración".
Por otra parte, quienes sostienen esta línea de pensamiento y se oponen a la "versión oficial" del 11-S, comienzan a organizarse en movimientos y organizaciones que buscan ejercer presión sobre la opinión pública y los partidos políticos.
Otorgando el beneficio de la duda y sin formular juicios, a los medios de comunicación sólo les queda su misión de abrir las puertas a todas las voces para conseguir su fin: que la verdad no sea asesinada.
Teorías famosas.
Hay muchas teorías de la conspiración, algunas más famosas que otras. Estas son cinco entre las más recordadas de la historia.
- Hitler no se suicidó y huyó a Argentina: Amanecer del 30 de abril de 1945. Las tropas aliadas llegan a las puertas de Berlín. En la sala de mapas queda contemplando el cuadro de Federico el grande y despide al personal. Aturdido por el cianuro levanta su Walther PPK y aprieta el gatillo. O eso es al menos lo que la versión oficial nos cuenta sobre la muerte del controvertido Führer. La teoría alternativa desafía esta hipótesis. El periodista británico Gerrard Williams y su compañero Simon Dunstan, ambos coautores del libro "El Lobo Gris: el escape de Adolf Hitler", aseguran que existen "abrumadoras evidencias" de que Hitler murió en Argentina y que EEUU facilitó la huida a cambio de acceso a la tecnología e investigación nazi. Supuestamente él y su amante Eva Braun habrían logrado evitar a los aliados y huir secretamente en un vuelo hasta Argentina. Allí, después de 17 años y dos hijas, el Fuhrer habría muerto en 1962 junto a otros nazis ocultos como Adolf Eichmann. El cadáver atribuido al líder sería el de un pobre soldado ruso.
-El hombre nunca ha llegado a la luna: "Un pequeño paso para el hombre y un gran paso para la humanidad". Es quizá una de las frases más famosas de nuestra historia. Pero para algunos esta gran intervención de Armstrong sólo es la corona de una mentira de escala universal. Algunos autores dicen que la conspiración de la NASA comenzó cuando Kennedy hizo una promesa imposible ante la escalada astronómica de Rusia: enviar a un hombre a la luna y traerlo sano y salvo. Kising señala que entre 1956 y 1963 la NASA realizó un estudio cuyo resultado es que la agencia espacial tenía un 0,00017% de posibilidades de enviar con éxito un hombre a la luna. Después remite a las conocidas fotografías para sostener su teoría de la conspiración. Pero muchas de las evidencias conspiratorias han sido ampliamente rebatidas.
Detalles fotográficos como los del cielo sin estrellas, las pisadas, una bandera que no debería ondear o los objetos sin sombras paralelas tienen fácil explicación científica o lógica.
Por ejemplo, la ondulación de la bandera se explica por una mera cuestión de orgullo yanqui. Los astronautas colocaron una varilla y una tela moldeable para simular una bandera extendida y orgullosa.
-El área 51: En una enorme sección del desierto de Arizona se esconde lo que muchos llaman como Area 51. Un espacio de 155 kilómetros cuadrados utilizado como base para probar nuevas armas tras la II Guerra Mundial. Pero aunque el lugar realmente existe y los militares estadounidenses lo utilizaron para dicho fin hay algunas versiones que sostienen que es sólo la punta del iceberg.
Debajo de la arena se escondería un enorme búnker para albergar un laboratorio de investigación extraterrestre. Supuestamente el lugar es el mismo en el que el famoso Ovni Rosvell se estrelló y sus ocupantes fueron trasladados para ser examinados en el búnker.
El Area 51 no aparece en los mapas estadounidenses pero el Gobierno nunca ha negado, ni admitido, su existencia.
- El asesinato de Kennedy: El asesinato del presidente John F. Kennedy, conocido por JFK, ocurrió en 1963 mientras el vehículo presidencial circulaba por la Plaza Daley. Poco después Lee Harvey Oswald fue detenido y acusado como autor de los disparos. Dos días después éste también fue asesinado y el crimen del presidente se rodeó de especulaciones. En la época se habló de numerosas teorías entre las que destaca el oportunismo del por entonces vicepresidente Lyndon Johnson. Hace poco el hijo de Howard Hunt, un importante miembro de la CIA, declaró que su padre en el lecho de muerte confesó que el vicepresidente fue el autor intelectual del asesinato al ver sus nulas posibilidades de suceder normalmente al presidente, según relató la revista Rolling Stone.
-El 11S: Una de las teorías conspirativas más famosas y recientes es la que ensombrece el mayor atentado ocurrido en los EEUU. Muchas personas continúan creyendo que Al Qaeda no fue la autora de los ataques en el World Trade Center si no que fue la propia administración Bush la que planeó el atentado para justificar la intervención en Irak y Afganistán.
Consideran que hay una serie de preguntas que el Gobierno de los EEUU no ha dejado lo suficientemente claras. ¿Por qué los cazas no interceptaron los aviones antes de que impactaran contra su objetivo?, ¿Por qué las Torres Gemelas se colapsaron tan rápido? ¿Dónde están los restos del avión que supuestamente se estrelló contra el Pentágono? ¿Por qué se derrumbó el segundo edificio si no recibió ningún impacto?
La versión oficial ha tratado de responder a estas preguntas argumentando por ejemplo para la última que el edificio se derrumbó a causa de los incendios descontrolados. Los informes oficiales también aseguran que los restos de avión estrellado en el Pentágono, incluyendo las cajas negras, fueron recuperados y catalogados por el FBI.
Tres que sí existieron.
Hay que aceptarlo, la mayoría de las teorías de conspiración que circulan por la web son falsas y carecen de cualquier sustento histórico, científico o político.
A pesar de este hecho, lo cierto es que la falsedad de la mayoría de las teorías de conspiración no nos permite decir con certeza si todas las teorías son o no verdaderas, y en ese sentido, a lo largo de las últimas décadas han habido varias excepciones de teorías que, después de todo, sí resultaron ser verdaderas.
He aquí una recopilación de tres casos verdaderos que, en su momento, causaron burlas y desacreditaciones a quienes las propusieron.
-El proyecto MK-Ultra: Fue uno de los más ambiciosos programas de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA). El objetivo era encontrar formas de control mental que alterarán la percepción sensorial, con el fin de tener personas que pudieran luchar o ser cuestionadas sin vacilación.
El proyecto, que se desarrolló en momentos en los que la Guerra Fría tenía al mundo preocupado. Realizaron pruebas con LSD, choques eléctricos, métodos de tortura, aislamiento y maltrato verbal y físico. El proyecto era tan importante que hubo un momento en el que consumía el 6% de todo el presupuesto de la CIA.
Durante años se especuló sobre su existencia y, más que nada, sobre el uso de ciudadanos estadounidenses como sujetos de prueba. Todo fue negado hasta que, en 1975, una comisión del Senado reveló su existencia.
En 1977 y gracias al Acta de Libertad de Información, cerca de 20,000 documentos sobre el proyecto MK-Ultra fueron desclasificados, confirmando lo que muchos hasta entonces especulaban. En 2001, todos los documentos restantes también tomaron estado público, revelando uno de los proyectos más sombríos y tortuosos de la CIA.
Sobra decir que nunca se obtuvieron los resultados deseados.
-El experimento Tuskegee: Entre 1932 y 1972, los servicios de salud pública de los Estados Unidos realizaron el llamado experimento Tuskegee, que recibió su nombre por haber sido realizado en Tuskegee, Alabama.
El proyecto consistió en infectar a sujetos de prueba con el virus de la sífilis, con el fin de ver cuáles eran sus efectos sobre el cuerpo cuando la enfermedad no era tratada. Los sujetos de prueba casi siempre eran campesinos afroamericanos analfabetos, quienes eran engañados para creer que se les estaba proporcionando atención médica gratuita por parte del gobierno.
El experimento siguió su marcha incluso cuando la penicilina ya se utilizaba ampliamente como método para tratar la enfermedad. Cientos de hombres afroamericanos murieron a consecuencia del experimento y, como resultado directo, muchas de sus esposas e hijos también resultaron infectados.
Desde los 60 se barajaba la existencia de este experimento, pero nunca se le tomó en serio hasta que fue reportado por el Washington Post y el New York Times.
En 1972, cuando la prensa filtró el proyecto, el experimento fue cancelado. Dos años después, se creó una comisión para regular la experimentación con humanos y, en 1997, el gobierno de Estados Unidos pidió una disculpa pública.
-El proyecto Manhattan: Cuesta creer que algo tan conocido y documentado como el Proyecto Manhattan fue en su momento motivo de especulación y de nerviosismo para los bandos involucrados en la Segunda Guerra Mundial.
En aquel entonces, muchos científicos europeos temían que la Alemania Nazi estuviera también investigando el desarrollo de un arma nuclear, por lo que la administración estadounidense tomó cartas en el asunto e inició un ambicioso proyecto de investigación, integrado por algunas de las mentes más brillantes del mundo de la física.
El proyecto comenzó en 1939 con unos cuantos investigadores de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, para después convertirse en una operación que empleaba a más de 130,000 personas y que llegó a costar el equivalente a 22,000 millones de dólares de hoy en día.
Con el fin de mantener el secretismo, se llegaron a construir pueblos enteros por ciertos periodos de tiempo para mantener junta a la gente que trabajaba en el proyecto. Y, hasta su culminación, el proyecto Manhattan era pura especulación por parte de ciudadanos, ya que nunca hubo reportes de los grandes medios ni mucho menos del gobierno.
El resto, como se suele decir, es historia. El 16 de Junio de 1945, el proyecto realizó con éxito la prueba Trinity. Se trataba de la primera explosión nuclear en la historia, una que cambiaría para siempre el curso de la guerra y de la humanidad.
*BBC
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