Jueves 31 de julio 2025

El Yupanqui Comunista

Redacción 06/03/2016 - 03.41.hs

Ernesto Del Viso* - La afiliación al Partido Comunista por parte de Yupanqui a mediados de los años 40' del pasado siglo ha quedado como una marca indeleble por mucho tiempo en la imagen del cantor.
Con un pasado Irigoyenista, Atahualpa Yupanqui atraviesa una etapa comunista claramente reflejada cuando se une al levantamiento que dos estancieros de la zona entrerriana, -los hermanos Kennedy-, preparan en enero de 1932.
El año 1932 recién empezaba y lo hacía con aires de revolución, con ideas justicieras que impiden o intentan evitar la asunción del General Agustin P. Justo a la presidencia de la Nación el 20 de febrero. Los comicios de noviembre del 31', a todas luces habían resultado una gran farsa y fraude electoral; además el radicalismo fue proscripto, historia que 30 años después se daría con el peronismo. Allí estaba Atahualpa, llegado a los pagos entrerrianos como "desconocido músico, ignorado coplero, improvisado maestro de escuela, tipógrafo, cronista, vagabundo y observador" ("El canto del viento", Ed. Buenos Aires, 1985).
Yupanqui, bajo el mandato de los Kennedy, está en La Paz, a las órdenes de estos campesinos de origen irlandés, pero con claro arraigo en esas tierras mesopotámicas, bien criollos y decididos a luchar por la causa popular de entonces. Toman la comisaría de La Paz a fuerza de pistola y algo de eso se repite en la hoy inundada Concordia. Pero la asonada fracasa en el resto del país y don Ata, junto a uno de sus jefes, debe refugiarse en la "Isla de las víboras", donde hasta llegan a comer iguanas esperando la barcaza que los traslada al Uruguay ("Ancho camino de fuga/ callado tiene que ser..." - "Sin caballo y en Montiel" - milonga).

 

A la izquierda.
Allí estamos en presencia de su primer exilio y su postura artística puesta al servicio de los que menos tienen. Todo esto, lo ubicará siempre a Yupanqui en la izquierda de la escena. Antiperonista de la primera hora, esto lo sume en un mar de prohibiciones, deparándole cárcel y expulsión del país ante la falta de trabajo.
El enamoramiento con el PC, dura desde septiembre del 45, donde junto a otros intelectuales se presenta en el Luna Park y todo su exilio europeo hasta el año 1952. El 8 de julio de 1953 -según las fuentes en que abrevemos, en este caso según Flores Vasella y H. García Martínez, de cuya charla hace dos años daremos cuenta en esta nota-, aparece en el diario "La Prensa" la renuncia de Yupanqui al Partido: "Con el fin de desvirtuar interpretaciones equivocas, me veo en la obligación de dejar sentado públicamente, mi alejamiento del partido comunista, desde hace aproximadamente dos años. Que sólo me guía el anhelo de sumarme al engrandecimiento cultural de mi patria y a la difusión de los motivos musicales folklóricos de la nación argentina". Recordemos que el Diario La Prensa había sido expropiado por el peronismo, y era una de sus voces oficiales. Tal vez, el cansancio de no poder trabajar por años en su país, y por su personalidad de "orejano", hacen que Yupanqui renunciara al Partido y de paso hiciera un guiño al régimen imperante que lo prohíbe, como para poder destrabar su situación laboral que ahogaba a su familia y la sumía en una tremenda carestía.
Hace unos años Héctor A. Martínez (guitarrista e investigador) decidió junto a Schubert Flores, sacar a la luz uno de los periodos menos expuestos en la vida de Yupanqui, que fue su paso por el comunismo. De esta manera surge, después de mucho tiempo de introducirse en los documentos archivados en la sede del Partido, en la calle Entre Ríos, "Hombres y caminos - Yupanqui, afiliado comunista", editado por la Fundación Ross de Rosario.
P.: -¿Cómo nació este libro que entiende el período de compromiso comunista de Yupanqui?
R.: -Desde mis años infantiles ya lo conocía a Yupanqui porque una tía mía me llevaba a verlo a Radio Splendid. Después, como tantos, he seguido su trayectoria. Pero en los años 60´, al surgir la revista "Folklore", empiezan a aparecer colaboraciones de Atahualpa con títulos como "Canto del viento", "La tierra hechizada", etc. En estas notas empecé a ver la profundidad de su pensamiento filosófico y es ahí donde comienzo a prestarle atención a su palabra, además de su poesía y su música. Pasó el tiempo y al amigo Schubert Flores Vasella, uruguayo, también cercano al pensar de Yupanqui, se me ocurre proponerle recopilar una parte importantísima del pensamiento del "cantor de artes olvidadas", impreso en las distintas colaboraciones que hizo en los diarios comunistas: "La Hora" primero y luego "Orientación".
Aceptada la invitación estuvimos seis meses trabajando en los archivos del Partido ubicados en la calle Entre Ríos. Allí tuvimos acceso al descubrimiento de unas joyas impresionantes y a la gente que allí colaboraba, en aquellos fines de los 40, como González Tuñón, el escritor uruguayo Enrique Amorín entre otros. Después de una ardua tarea de recopilación, llegamos a la edición en el 2012, con una editorial de Rosario. Debo aclarar que Yupanqui una vez que dejó el Partido Comunista, nunca más quiso hablar de esto.
P.: -¿Qué escribía Yupanqui en ese periodo comunista?
R.: -Lo que él destacaba eran sus viajes por el norte argentino con su aspecto social y sobre todo denunciar la injusticia del habitante de la pampa, de la selva y la montaña. Destacaba eso y lo asociaba con el momento político de esa época, es decir mitad de la década del 40´ y el ascenso del peronismo al poder. Lo importante e interesante es que le da un tinte americano y argentino, porque si bien el partido albergaba a muchos intelectuales destacados, el país profundo empezó a conocerse a través de sus colaboraciones periodísticas.
P.: -¿Cuando Yupanqui estaba en el exilio europeo, a partir de 1948, enviaba a la Argentina sus colaboraciones?
R.: -Si, claro y hablaba sobre el sistema cultural de los países donde actuaba. Por ejemplo recuerdo sus impresiones de Rumania, donde dejaba bien en claro cómo lo trataban allí y cómo era recibido su mensaje en comarcas tan alejadas. De esa época es su traslado a Francia, porque a Rusia no llega o no lo dejan llegar. En Francia traba amistad con el poeta Paul Eluard, que lo contacta nada más ni nada menos que con la cantante de mayor fama mundial del momento: Edith Piaf.
P.: -Observando, a vuelo de pájaro, este libro de ustedes, veo trabajos como "Tamboril montañes", "Bagualas y caminos", que también aparecieron en otros libros de don Ata. ¿Cómo se entiende esto?
R.: -Es cierto, pero todo esto nos sirve para observar cómo fue su vida, sin dudas el camino no lo hizo para pasear, no hacía turismo artístico ni paisajístico. Conocía paisajes, gente, pero a su vez se juntaba con los hombres que sabían más que él como Vera Vallejos en La Rioja, con los Ruiz Huidobro de Tucumán, en Santa Fe iba a pasar temporadas enteras a la casa del doctor Borzone, fundador de la "Orden del Poncho". En la casa de Borzone, a su vez, pasaban destacadas personalidades del ambiente musical y literario, es allí donde conoce a Arturo Schianca, maestro, musicólogo, de quien Yupanqui hablaba maravillas por el conocimiento acabado que tenía de la música folklórica. Es el mismo Schianca que determina en un jovencito Ariel Ramírez, dedicarse a la música folklórica de su país. Don Ata también conoce en esta casa de Santa Fe, al músico santiagueño Mario Arnedo Gallo (autor entre otros temas de "Salavina", "La Amanecida" con Lima Quintana). Arnedo Gallo supo explicarle muy bien el paisaje y conocer la idiosincrasia que va a reflejar en su "Canto del viento", cuando dedica un capítulo a los músicos "shalacos" Cachilo y Soco Díaz y en notas sueltas también que aparecieron en distintos periódicos bajo el título "La sal de la tierra".
P.: ¿Cómo hicieron para ordenar el material que encontraron y concebir este libro?
R.: -Primero ordenamos por fecha y fotografiamos el material. Luego copiamos las notas, un trabajo muy delicado que hizo el amigo Schubert que además es el autor del prólogo. Lo mío, específicamente, fue estar junto a Schubert seleccionando y apuntando la importancia de cada artículo y señalar qué gente esta al lado de Yupanqui como Amorin, que merece un reportaje aparte. Digo de paso que Yupanqui lo solía visitar a Amorín en su casa uruguaya "Las Nubes", la misma morada donde años antes había transitado el español Federico García Lorca, León Felipe.
En definitiva, el cantor supo relacionarse con los más grandes intelectuales de la época además de ser una persona ordenada para leer y viajar. Cierta vez, la hija de Vera Vallejos me contó que Atahualpa llegaba a un pueblo y lo primero que hacía era conectarse con los maestros de escuela que le pasaban datos del folklore como aquel don Fermín Galarza, maestro de la campaña santiagueña y a quien Los Hermanos Díaz le dedicaron un gato que solía tocar Yupanqui y al que con los años Oscar Valles le anexó una letra para cantar el gato "Don Fermín".
P.: -A usted, que además de ser un gran seguidor de los pasos de Abel Fleury, nuestro Argentino Valle, ¿qué le significó encontrarse con este material?
R.: -Fue penetrar en la profundidad de las raíces de nuestro ser argentino, de nuestro paisaje, la esencia de cada cosa y poder ver la riqueza que tenemos tapada y olvidada. Atahualpa nos lo revela a través de su pensamiento, de su poesía y de su recorrido intenso por el país.
P.: -¿Hay mucha ideología, desde lo partidario, en estos escritos de Yupanqui hallados?
R.: -Para mi no diría tanto que se refleja su ideología como si su enfrentamiento con el peronismo. Hay condenas al régimen, cuando destaca la importancia de lo social sobre todo en las notas referidas al "Malón de la Paz": "Te vi entrar por la calle ancha, Hermano Kolla, cansado y aturdido de aplausos y homenajes. Niños como palomas custodiaron la acera de tu mañana sin niebla. Obreros y ciudadanos agitaron sus manos para llamarte amigo.(.),Tú no venías a pedirle nada a un hombre. Tú venías a pedirle a la Nación. Hasta que al fin supiste cómo duele el engaño. Ahora marchas caminos del regreso, que son para tu pueblo, caminos de derrota". Publicado en "La hora" del 1 de septiembre de 1946, esta es una bella, poética y dolorosa síntesis de lo que le pasó a la Caravana de los Kollas norteños que bajaron a entrevistarse con Perón y reclamar por sus tierras y los echaron de la Plaza de Mayo sin más vueltas. También habría que decir, que a nivel ideológico, don Ata, tenía sus contradicciones porque en el fondo era un anarquista y un tremendo individualista y solitario.
P.: -Me llama la atención que este material recopilado, el Partido nunca lo haya hecho conocer, publicando todas sus colaboraciones.
R.: -Para mi ha existido una especie de resquemor. Pero debo decir que los archivos estuvieron puestos a nuestra disposición en forma rápida y contando con un espíritu de colaboración de la gente que allí trabaja, insoslayable de nuestra parte. Lo único que no pudimos lograr conseguir es la ficha de afiliación de Yupanqui al Partido Comunista. También pienso que Chavero después de renunciar, se debe haber acomodado de cierta forma con el régimen peronista de los 50´, porque enseguida que se desafilia, le hacen un homenaje en el Teatro Astral de Buenos Aires.
* Músico e investigador.

 

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