Documentales para no extrañar los Juegos Olímpicos
Sabado 17 de febrero 2024

Documentales para no extrañar los Juegos Olímpicos

Redacción Avances 15/08/2021 - 14.18.hs

Ahora que las transmisiones televisivas de madrugada ya no mantienen encendida la llama de ver deportes sin parar, los documentales pueden llenar el vacío. Repasamos seis producciones argentinas y dónde poder verlas.

 

Ezequiel Boetti *

 

Los Juegos Olímpicos de Tokio aportaron un encanto especial a las madrugadas argentinas. Durante ese tiempo en el que casi siempre pasa poco y nada, mientras la soledad coquetea con las reflexiones existenciales, desde el otro lado del mundo llegaban imágenes de deportes que parecen existir solo mientras el pebetero mantiene su llama viva. Una posibilidad única de descubrimiento, pero para la que habrá que esperar otros tres años a la hora de retomarla. Ahora que la pantalla ya no devuelve esas imágenes, ¿cómo lidiar con el vacío que dejan esos eventos más grandes que la vida? Ver documentales sobre deportes de todo tipo –incluso inventados– puede ser una opción. A lo largo de la última década, el cine argentino ha entregado varios de ellos. Hubo de fútbol, claro, pero también sobre otros invisibles para la mayoría de los medios especializados, siempre muy ocupados con Boca y River. A continuación, entonces, un recorrido por seis documentales nacionales para hacerle frente a la abstinencia pronosticada para las próximas noches.

 

Cracks de nácar.

 

Un deporte que no existe, pero debería. “Bordenave es un goleador nato”, dice uno de los protagonistas. El tema es que Bordenave no tiene brazos ni piernas. Ni siquiera es un ser vivo, sino un botón: el mismo elemento que cierra una camisa, es –puede ser– un delantero letal en la lógica de los periodistas Rómulo Berruti (sí, el de Función privada) y Alfredo Serra. La película de Daniel Casabé y Edgardo Dieleke muestra la simbiótica relación entre amistad y pasión a través de la historia de dos sesentones que hace décadas se juntan para dedicar largas horas al fútbol con botones, un juego inventado que los obliga a recorrer mercerías buscando piezas que luego pulirán y ajustarán con el fin de dotarlas de diversas “habilidades”. Así, habrá botones más rápidos y livianos, otros más aplomados pero seguros, y algunos robustos e infranqueables. Alternando anécdotas con enfrentamientos botoneros, Cracks de nácar es la clase de documental que “se alía con sus protagonistas, permitiendo al espectador hacer lo propio”, como dijo Horacio Bernades en su crítica. Disponible en Cinemargentino.com

 

León, reflejos de una pasión.

 

Cuesta dimensionar qué tan distinta hubiera sido la historia del básquet argentino sin León Najnudel. De no haber sido por la impronta federal que soñaba para el juego de la pelota naranja, Emanuel Ginóbili, por ejemplo, aún estaría en Bahía Blanca embocando al aro para divertirse con amigos. Y ni soñar con una selección nacional compitiendo en la élite mundial. Najnudel fue mucho más que un entrenador exitoso. Fue también un luchador empecinado con que el básquet tuviera una competencia fuerte que excediera los límites de la Capital Federal y sus alrededores. Lo logró recién en 1985, con la creación de la Liga Nacional, la misma por la que pasaron todos los jugadores de la Generación Dorada. De los pormenores de aquella historia se ocupa el director José Glusman en León, reflejos de una pasión, un documental clásico en su formato expositivo, con los testimonios a cámara de amigos y conocidos entreverándose con imágenes de archivo, que sin embargo logra momentos de genuina intimidad evocadora. Poco importa si quien habla es una estrella de la NBA o un periodista: la sola enunciación de Najnudel toca las cuerdas internas de la emoción. Disponible en Cine.ar Play.

 

Contrapelota.

 

Un recorrido deportivo sin fútbol es un pecado difícil de perdonar. Pero lo que se ve en el documental de Diego Castro no es fútbol. O no al menos el hiperprofesional y mediatizado que devuelve la televisión. Contrapelota es un viaje a su esencia más amateur y pasional, una postal del sacrificio y la dedicación de quienes permanecen fuera del radar de las cámaras y patean la pelota por placer y deseo. Un universo no exento de color, como demuestran el director técnico de un equipo de la liga regional pampeana que motiva a sus jugadores con las enseñanzas de Paulo Coelho; ese árbitro que, fuera de la cancha, se gana la vida con shows tributo a Joan Manuel Serrat y el presidente de un club que sueña con refaccionar la pileta del campo deportivo. Cuando hay cada vez más intereses comerciales, Contrapelota sigue creyendo en el deporte como un constructor de pertenencia. Disponible en Cine.ar.

 

Boxing Club.

 

“Me interesaba ver cómo se construye un boxeador, cómo alguien pasa a tirar trompadas como forma de ganarse la vida”, contó el director Víctor Cruz. Con esa idea estuvo largos meses en el Almagro Boxing Club empapándose de la lógica pugilista para luego recalar en el gimnasio ferroviario ubicado justo debajo de la plataforma 14 de Constitución. Ahí empezó a tomar forma este documental que, en la mejor tradición observacional, describe el día a día de un grupo de hombres enfrascados en la titánica tarea de dar sus primeros pasos en un universo altamente competitivo, no exento de desilusiones y frustraciones. Hombres que, desde ya, tendrán ganas, pero muy poco dinero, si es que tienen. Boxing Club, como Contrapelota, presta atención a todo aquello que las luminarias y el negocio dejan de lado, convirtiéndose así en el registro de una lucha tanto física como social. Disponible en Cine.ar Play.

 

El navegante solitario.

 

Mucho antes de Delfo Cabrera, Juan Manuel Fangio, Nicolino Locche, Carlos Monzón y Diego Maradona, hubo otro deportista aupado por los sectores más populares como héroe. No era para menos: Vito Dumas rompió todos los récords habidos y por haber en materia de navegación. En 1931, por ejemplo, fue el primer navegante en unir en soledad Europa y Sudamérica, y diez años después timoneó durante largos meses todos los océanos para dar la vuelta al mundo. Siempre sin un mango, una excepción en un ámbito dominado por hombres de billeteras abultadas. De todas esas gestas, hervidas con partes iguales de valentía y locura, se ocupa el realizador Rodolfo Petriz en El navegante solitario, un documental que funciona como un relato de aventuras decimonónicas, en tanto enfrenta a su héroe tanto a los cambios políticos de la Argentina como a los embravecidos caprichos de la naturaleza. Pero, como se dijo en su momento, es sobre todo una reflexión sobre la pasión, quizás el motor principal de ese hombre para el que la felicidad consistía en estar en medio de la nada, bien lejos de todo. Disponible en Qubit.tv

 

La Paz en Buenos Aires.

 

Durante sus primeros minutos, el camino del segundo largometraje de Marcelo Charras parece tener como destino temático la inmigración y sus avatares. Pero apenas entra en escena su protagonista, queda claro que el asunto irá hacia otro lado. Porque Erasmo Chambi, antes de llegar al barrio porteño de Liniers, fue un luchador muy popular del programa Furia de titanes, emitido entre fines de los ’70 y principios de los ’80 en su Bolivia natal. Hasta posters y muñecos con su traje se vendían en aquellas épocas muy distintas a este presente que lo muestra ya retirado y como referente de la comunidad, mientras intenta transmitirle a su hijo no solo su oficio, sino también su personaje. Disponible en Cine.ar Play

 

* Página/12

 

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