Miércoles 01 de mayo 2024

El adiós a María Onetto

Redaccion Avances 12/03/2023 - 06.00.hs

La actriz María Onetto falleció de forma sorpresiva el pasado 2 de marzo. Dejó decenas de obras, ficciones y una última participación en la biopic de Ringo Bonavena, a estrenarse este 24 de marzo en Star+. Rememoramos su paso por Caldenia en una entrevista dada en octubre del 2021.

 

Ana D’Atri *

 

A fines de octubre del 2021 la actriz María Onetto visitó Santa Rosa en el marco de la 35º Fiesta Nacional del Teatro, un evento que movilizó a una gran cantidad de artistas, dramaturgos, escritores y público de todo el país. En esa oportunidad, Onetto dio una extensa entrevista a Caldenia, donde habló de sus comienzos en el teatro, del feminismo en los textos y de su forma personal de trabajar en las artes escénicas.

 

El pasado 2 de marzo se conoció la triste noticia de su fallecimiento luego de haber atravesado una gran depresión a partir de la muerte de su madre. La información se conoció a través de un comunicado de la Asociación Argentina de Actores e inmediatamente generó la sorpresa y respuesta de decenas de actrices, actores, productores y del público en general. A los 56 años, y con una gran carrera por delante, María Onetto había decidido abandonar este mundo, y junto con él, las tablas de los escenarios que tanto amaba y por el que tanto luchó en pertenecer.

 

En este artículo, recordamos algunos fragmentos de la charla entre la actriz y la periodista de Caldenia, ocurrida a fines de octubre del 2021 en el teatro TKQ de Santa Rosa, donde horas más tarde María ofrecería dos funciones del unipersonal Porno Brujas.

 

El artículo.

 

“Quiero ser actriz, tengo un problema”, declaraba María en la nota de Caldenia que salió el 14 de noviembre de 2021, al hablar del momento en que se dio cuenta que quería dedicarse al teatro.

 

“Yo hice una carrera universitaria, me recibí de psicóloga muy chica, entendía que ese iba a ser mi proyecto, vengo de una familia de clase media donde era lo lógico ir a la universidad. Y cuando me recibí todo me entró en crisis. Estaba de novia y dejé de estar de novia, me di cuenta que era muy joven y que la actividad necesitaba que yo me hiciera cargo de las angustias de las personas y estaba más angustiada yo que las personas, y medio que se cayó un paradigma, entiendo ahora a la distancia. Porque yo quería trabajar y seguramente armar una familia; trabajar en algo más previsible y todo eso cayó en ese momento, era como una hoja en la tormenta, estaba desorientada”, recordó Onetto en ese momento. Hoy, luego de esta sorpresiva despedida, sus declaraciones golpean y hacen pensar que María era una persona más que sensible a las crisis y las pérdidas, y que necesitaba ayuda.

 

“Paralelamente en la facultad hacía otras cosas, yo soy de tomar clases y una de las clases que tomaba era de teatro, que empezó con Hugo Midón, tenía devoluciones buenas y después me pasé a Agustoni, Agustoni dejó de dar clases y entré al Sportivo Teatral en ese estado de hoja en la tormenta. Y ahí Bartís, a quien yo considero mi maestro, tenía una concepción del teatro donde ese estado en el que yo estaba, que era un estado desorientado pero intenso a la vez, era tomado por el teatro. Todo lo que a mí me pasaba lo drenaba ahí y el teatro no me decía ‘che, quedate tranquila’, sino que tomaba esas intensidades mías y me instalé ahí un poco, no pensando en ser actriz sino por una cuestión de sobrevivencia. Era el único lugar donde eso que a mí me pasaba no era rechazado o mirado como algo extraño”, continuó.

 

En esa crisis personal, María encontró en el teatro, un refugio, un lugar donde sus sentimientos no eran errados, y donde su instinto pudo alimentarse y crecer. “A partir de ahí Bartís me propuso dar clases de iniciación entonces el tema del trabajo y de mi ingreso económico empezó a orientarse, me empezó a encantar dar clases de teatro. El tuvo la generosidad de entrenarme para eso, yo miraba sus clases, supervisábamos, pero lo de ser actriz se iba demorando, ni me legitimaba pensarlo, me daba cuenta que no tenía nada que ver con las otras actrices, todo lo de los castings me parecía algo que yo no iba a poder hacer. Luego empezó a suceder que los productores de la tele empezaron a ir al teatro independiente a buscar gente. Ahí yo me fui del Sportivo, hice una obra por las mías y se empezó a armar en el colectivo que es el teatro que te empezaban a llamar tus propios compañeros, con la particularidad de que iban productores, como me pasó con Montecristo, que fue una productora a verme y me llamó para hacer Montecristo sin pasar por un casting ni nada; y cuando estuve en esa novela Alfredo Alcón vio una escena y me llamó. Entonces ahí empecé a sentir que yo podía ser actriz, el tema era esa inestabilidad. Me acuerdo de haber pensado ‘Dios mío, quiero ser actriz, tengo un problema’. Fue también entender que se hace camino al andar, empecé a intuir que no quería lo previsible. Hay gente que hasta que no te ve en televisión, no legitima. Esas también son cosas que están abrochadas o naturalizadas. Yo cuando estuve en la tele y vi que mi familia me empezó a decir ‘ah, no era tan tarada, no se había equivocado tanto’, un poco me dio bronca. Yo creo que el desafío de cualquier actor, de cualquier persona que se dedique a esta actividad, es tener tu propia vara. El campo de lo artístico es un campo muy personal y obviamente hay que tener convicciones, hay que construir esa calidad uno”.

 

María Onetto fue una gran actriz argentina. No sólo demostró sus capacidades en teatro, sino también en televisión y series. Su última participación fue en “Ringo: gloria y muerte”, a estrenarse este 24 de marzo en la plataforma Star+, donde la podremos ver interpretar a la madre del boxeador Ringo Bonavena.

 

*Periodista

 

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