Lunes 29 de abril 2024

Estadística en La Pampa

Redaccion Avances 31/03/2024 - 06.00.hs

El libro virtual Estadística, agencias y actores en La Pampa, 1884-2023, disponible en https://biblioteca.estadisticalapampa.com.ar/historia.../, tiene como propósito analizar y difundir estas temáticas al público en general.

 

Federico Martocci, Mirta Zink y Stella Cornelis *

 

Mediante un convenio que se firmó entre el Ministerio de la Producción de la provincia y la Facultad de Ciencias Humanas-UNLPam, durante la gestión de la subsecretaria de Estadística y Censos, Laura Biasotti, se reorganizó la antigua biblioteca física y se creó la biblioteca en línea con material digitalizado referido a La Pampa, que se puede consultar en la página oficial de la Dirección General de Estadística y Censos. Para esa labor se contó con la asistencia técnica del personal de la biblioteca del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). También se seleccionó y describió con criterios archivísticos la documentación que se recuperó, con el asesoramiento del Archivo Histórico Provincial.

 

Esas tareas fueron desarrolladas por estudiantes pasantes de la carrera de Historia: Magdalena Ledesma, Paulina Alonso Ferrer, José Cortez Sol y Axel Medina; junto con la bibliotecaria Mónica Faidutti y demás personal de esa repartición.

 

Estadística, agencias y actores.

 

Otro objetivo fue redactar una reseña histórica que se materializó en el libro “Estadística, agencias y actores en La Pampa, 1884-2023”, a cargo de integrantes del Instituto de Estudios Socio-Históricos (FCH): Mirta Zink, Stella Cornelis y Federico Martocci. Fue coeditado entre el Ministerio y la Facultad, con el diseño de Iara Rodríguez.

 

La publicación se sustenta en la consulta de diversos documentos oficiales localizados en el Archivo General de la Gobernación, el Archivo Histórico Provincial y el repositorio de la Dirección. Asimismo, se sumaron testimonios y aportes de los ex directores Alberto Cudós, Roberto Rodríguez, Laura Biasotti y Juan Bualó; de empleados/as jubilados y en actividad, como Gladys Blanco, Silvia Bergonzi, María del Rosario Marchionni, Vicente Requejo, Miguel Angel Lluch, Carmen Lescano y Mónica Fauditti, además de opiniones del personal y de estudiantes pasantes.

 

En todas las secciones del libro se realiza una breve contextualización del panorama político nacional y provincial. Los ejes de análisis se centraron en las estadísticas, las agencias y los actores en una extensa temporalidad, que se inicia en 1884 con la creación del Territorio Nacional de La Pampa tras la denominada “Conquista del desierto” -con sus terribles consecuencias para los pueblos indígenas- y finaliza en 2023 con la vigencia de la Subsecretaría de Estadística y Censos.

 

En la introducción se explicitan aspectos teóricos sobre la estadística en tanto “saber de Estado” que se va transformando, conocimientos específicos para la gestión pública, las agencias que se crean, los especialistas en la materia y las estructuras administrativas abocadas al relevamiento de la información estadística. Son instrumentos de gobierno que aportan una fundamentación científico-técnica a las políticas y los números sirven de guía para la acción. Aspectos como población, producción agropecuaria e industrial, salud, educación, condiciones de vida, entre otros tópicos, son cuestiones ineludibles para una gestión estatal que requiere contar con estadísticas a partir de diversos indicadores. Luego, hay una breve enumeración de los organismos estadísticos que existieron en Argentina, entre ellos el INDEC que se creó en 1968 para dirigir, articular y unificar las estadísticas oficiales en el país y constituir el Sistema Estadístico Nacional.

 

Etapa territoriana.

 

El texto prosigue con una descripción de la información estadística en la etapa del Territorio Nacional, las agencias que existían para recopilar los datos, las personas responsables y la implementación de esas tareas. Ya a fines del siglo XIX se realizaron relevamientos y las cifras obtenidas se presentaban a las autoridades nacionales como signo del progreso alcanzado, en particular en aspectos como demografía y producción agrícola-ganadera. Más tarde, surgió en 1931 la Oficina de Estadística Agropecuaria y en 1942 se constituyó una nueva agencia estatal denominada Estadística que incluía las áreas: demográfica, económica, administrativa, instrucción pública, asistencia social, comunicaciones, transporte, policial, carcelaria y judicial. De esa forma se trató de unificar, centralizar y agilizar la recopilación de datos. Ese mismo año -1942- se levantó un censo de población, comercio, agricultura, ganadería e industria en el Territorio durante la gestión del gobernador Miguel Duval.

 

Con la llegada del peronismo al poder hubo continuidad de las agencias estatales creadas y también se introdujeron transformaciones en la estructura burocrática y administrativa del Estado. En particular, un capítulo focaliza la atención en el IV Censo Nacional de 1947, a partir de la Memoria e Informe de ese relevamiento. Este documento (disponible en la biblioteca virtual del INDEC y de la Dirección) detalla minuciosamente el trabajo realizado, la “cocina” de ese censo en el Territorio, con la incorporación de fotografías y descripciones de las características geográficas de la región, las actividades económicas desarrolladas, los asentamientos poblacionales, entre otros aspectos. También enumera las dificultades para concretar el censo, sobre todo en la zona oeste que carecía de vías de comunicación e infraestructura. Fue necesario “generar conciencia estadístico-censal” e instruir a la población. Aquí nuevamente el magisterio fue una pieza clave para la recolección y sistematización de los datos, junto con los agentes de policía y los organismos nacionales que existían en ese momento en La Pampa.

 

Nuevas problemáticas.

 

A mediados del siglo XX, los organismos abocados a la recopilación de material estadístico se preocuparon por otras problemáticas que consideraron centrales, entre ellas, el costo de vida de las familias obreras, el empleo y el desempleo. Así surgió la Encuesta Permanente de Hogares, que se mantiene de forma ininterrumpida desde 1974, con este operativo se obtiene información de la población económicamente activa e inactiva, y sus condiciones de vida. A comienzos del nuevo milenio se introdujeron cambios vinculados al reconocimiento de los pueblos originarios, esta labor requería la participación de miembros de las comunidades y del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Ese autoreconocimiento de personas que adscribían su pertenencia a algún pueblo originario se incorporó en el formulario del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas en 2010. Así, se fueron sumando nuevos tópicos a las mediciones estadísticas.

 

Otra sección del libro refiere a la provincia Eva Perón (1952-55). En esta etapa las estadísticas también fueron importantes ya que para la elaboración del Plan Quinquenal se tomaron en cuenta la producción de datos. Existía la División de Estadística, Investigaciones y Censos, dependiente del Ministerio de Gobierno, a cargo de Domingo Guarracino, quien también era el director de la Escuela Peronista en Santa Rosa y esto le valió la cesantía con el golpe militar que destituyó al presidente Juan D. Perón. Con ello se inició la denominada “desperonización” de la sociedad para erradicar a este partido: eliminación de toda mención al peronismo y sus líderes, proscripción, cesantías, persecuciones, exilios.

 

Dirección Provincial.

 

Sobre la base de la División de Estadística, Investigaciones y Censos, y la Oficina de Estadística Agropecuaria se creó la Dirección Provincial de Estadística y Censos el 15 de mayo de 1958, bajo la órbita del Ministerio de Economía y Asuntos Agrarios, durante la gestión de Ismael Amit como representante de la Unión Cívica Radical Intransigente en la presidencia de Arturo Frondizi. El Estado provincial estaba aún en construcción y se profesionalizaba el aparato burocrático administrativo: en Estadística asumió el doctor en Ciencias Políticas Emmanuel Ezequiel Ander Egg como primer director. Este funcionario ya formaba parte del staff de la gobernación como asesor técnico en asuntos relacionados con problemas económicos, financieros y sociales.

 

En la década del sesenta se inició la etapa de los “expertos” con la llegada de Horacio Delfino –con formación estadística de la Universidad Nacional del Litoral- y le siguieron otros estadísticos, entre ellos Alberto Cudós. Desde la Dirección se realizaron numerosas publicaciones y se habilitó la producción de una valiosa masa crítica en términos de construcción de datos, en consonancia con el paradigma planificador del desarrollismo y la necesidad de renovar las herramientas estadísticas.

 

Con el retorno democrático, en 1973, Rubén Sierra asumió la dirección del organismo, no tenía formación específica en estadística, acreditaba antecedentes como diputado y cesó en el cargo con la dictadura cívico-militar. En 1979 se designó a Cudós y la Dirección quedó nuevamente en manos de un profesional en la materia, se plantearon como metas lograr un funcionamiento eficiente, mediante la coordinación y ejecución del trabajo estadístico. En diciembre de 1987 Cudós renunció y el gobernador Néstor Ahuad priorizó un criterio político-partidario: designó a Libertad Martínez de Baladrón, quien contaba con una extensa trayectoria laboral en la Dirección como empleada y se había capacitado en temas de estadística. Fue la primera mujer en ocupar ese puesto y la de mayor permanencia. En abril de 2005 traspasó el cargo a Roberto Rodríguez, quien también se desempeñaba como empleado y provenía del campo de la Agronomía. Estuvo cesanteado durante la dictadura por su participación gremial y fue reincorporado con la apertura democrática. El último tramo del libro se centra en la gestión de la licenciada en Economía Laura Biasotti -2016 a 2023-, quien a diferencia de sus predecesores provenía de otro ámbito laboral.

 

Los aspectos centrales que se analizan en las gestiones de Martínez, Rodríguez y Biasotti se relacionan con la incorporación de tecnología, el conflicto por las estadísticas educativas, los vínculos con la UNLPam, los convenios con el INDEC para la concreción de censos, encuestas, programas y otras acciones, la reubicación de la Dirección en el Ministerio de la Producción, la creación de su página web, la edición de un Anuario Estadístico, la visibilización y labor de esta repartición, los relevamientos propios a nivel provincial, los procedimientos on line para facilitan los trámites -aspecto que se aceleró con la pandemia-, entre otros.

 

Jerarquización del área.

 

Un cambio relevante en la gestión del gobernador Sergio Ziliotto fue la creación de la Subsecretaría de Estadística y Censos en mayo de 2021. Con esa modificación, Biasotti asumió como subsecretaria y la antigua Dirección pasó a denominarse Dirección de Estadísticas Socioeconómicas a cargo de Juan Bualó. En consonancia con esa medida, se incrementó el presupuesto para desarrollar nuevas tareas, sumar profesionales y personal para los operativos, incorporar tecnología, editar un boletín anual de género denominado “Las mujeres pampeanas en números”, entre otras posibilidades que se explicitan en esa sección.

 

A modo de cierre.

 

La información estadística de calidad es esencial para pensar el presente y proyectar el futuro. Un Estado no puede gestionar sin estadísticas, debe producirlas con parámetros de calidad para delinear y realizar acciones en diversos campos y evaluar sus resultados. Esto implica construir indicadores fiables que se mantengan en el tiempo y estén a disposición pública, un proceso que no está exento de tensiones y disputas.

 

Esos conocimientos tienen que estar al servicio de políticas públicas que trasciendan las gestiones de turno y que sirvan como aporte esencial para instrumentar acciones en beneficio de la ciudadanía. El uso de esa información requiere responsabilidad y honestidad, no se deben manipular los datos arbitrariamente desde las instancias del poder estatal ni distorsionarla con fines electoralistas que no se condicen con la realidad.

 

La estadística como disciplina, los cuerpos técnicos, los expertos y las personas que detentan expertise en la materia deben proporcionar conocimientos fiables que redunden en el diseño de acciones favorables para la población, en particular hacia los sectores más vulnerables en sus múltiples acepciones; sobre todo en un contexto nacional actual que deslegitima y pulveriza al Estado en nombre de la libertad.

 

Este libro es un inicio y futuras investigaciones podrán profundizar el conocimiento. En un escenario que desfinancia y ataca la educación, las universidades públicas y denigra el conocimiento científico, esperamos que esta publicación contribuya a pensar el Estado y que sea un aporte a la historia institucional.

 

Sin los recursos humanos y económicos que aportaron la Facultad y la Subsecretaría no se habrían materializado estas acciones: biblioteca física y virtual, material de archivo organizado y redacción de una reseña histórica.

 

* Historiador/as del Instituto de Estudios Socio-Históricos, FCH-UNLPam

 

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