Domingo 02 de noviembre 2025

La narrativa de Patricia Engel

Redaccion Avances 02/11/2025 - 12.00.hs
Patricia Engel, ganadora del premio Biblioteca de Narrativa Colombiana en 2016.

Patricia Engel retrata la vida de migrantes latinoamericanos en Estados Unidos, explorando desarraigo, fe, violencia y vínculos familiares. Con un inglés claro y guiños en español, sus relatos y novelas ofrecen una mirada íntima, vívida y cercana de América Latina y de quienes la dejan atrás.

 

Enrique Alejandro Basabe *

 

Patricia Engel, escritora estadounidense hija de inmigrantes colombianos, escribe en inglés, su lengua de formación y, según ha dicho, aquella en la que mejor expresa ideas y sentimientos. Sin embargo, su obra habita un territorio entre dos mundos. Su colección de cuentos Vida (2010), ganadora del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, y novelas como The Veins of the Ocean (2016) e Infinite Country (2021), traducidas al español por Alfaguara, revelan una escritura “en modo diaspórico”, poblada de personajes migrantes que se mueven entre América Latina y Estados Unidos.

 

La diáspora.

 

“Aguacero”, relato ganador del premio O. Henry en 2019, concentra con fuerza los temas del desarraigo y la pertenencia. Dos exiliados colombianos, Juan (50) y Sara (25), se cruzan por azar en New York, ciudad estadounidense por excelencia, y, a lo largo de varios encuentros, van reconstruyendo su vínculo con el país que dejaron atrás, un lugar que, como dice uno de ellos, “es un perro rabioso” del que no queda más opción que huir.

 

A lo largo del texto, se reitera la imposibilidad de los personajes de desprenderse de ciertas costumbres -hablar en español, fumar, beber café- y el placer de Sara por los aguaceros tropicales una vez instalada en Miami. Solo años después, Sara comprenderá la desesperanza de Juan al descubrir, en una vieja revista, la historia de su secuestro durante el auge del narcotráfico en los años ochenta. Esa violencia que en el cuento solo se rememora se vuelve explícita, punzante y aterradora en la novelística de Engel.

 

Identidad y formación.

 

Vida es un volumen de nueve relatos que pueden leerse como una novela de formación. Su protagonista es Sabina, a quien acompañamos durante tres décadas mientras atraviesa distintos contextos de New Jersey, New York y Miami. En términos de Zygmunt Bauman (1925-2017), podría describirse como una “turista posmoderna” que transita las vicisitudes de ser de origen latino.

 

Algunas mujeres de su familia -su abuela y su tía Paloma- padecen la violencia de género que Sabina tarda en reconocer, hasta que se enfrenta con la historia de Vida, una joven colombiana víctima de trata de personas a quien ayuda a regresar a su país. “No hay amor. Solo personas que viven juntas. Mañana será mejor.”, dice Vida.

 

En Vida, el horizonte se amplía hacia un abanico de extranjeros que incluye no solo a latinoamericanos sino también a migrantes de Europa del Este, habitantes de un universo multilingüe y multicultural. Pero la última historia del volumen, “Madre Patria”, vuelve a remitir a Colombia y a una Sabina niña, marcada por la voz de su tío Emilio: “Este es tu país y, para bien o para mal, siempre llevarás su sal en tu sangre”. Esa temprana experiencia explica el dilema identitario que recorre toda la obra.

 

Vida, la ópera prima de Engel, parece ser, con el paso del tiempo, también su trabajo más logrado.

 

Las Venas del Océano.

 

The Veins of the Ocean es extensísima y de pretensiones épicas. Raina Castillo, de origen colombiano, visita regularmente en una cárcel de Miami a su hermano Carlito, condenado por arrojar a la hija de su novia desde un puente. Allí conoce a Nesto, un migrante cubano que desertó de la isla para mantener a sus hijos. A través de la voz de Raina, nos adentramos en las historias que la atormentan: una violación, un aborto y la culpa persistente que ambas dejan tras de sí. En sus encuentros con Nesto, se va develando también su pasado, marcado por el hambre y la falta de libertad en su país natal.

 

Entre ellos hay océanos, tanto físicos como metafóricos, que cruzan y vuelven a cruzar, a veces juntos y otras en viajes que solo pueden realizar en soledad. “Es un mar de muerte”, dice Universo. “Pero el agua recuerda lo que la civilización intenta olvidar.”

 

A través de la mirada de Raina, el mundo aparece como un lugar hostil y siniestro; mediante Nesto, en cambio, percibimos atisbos de esperanza que traen nueva vida a la oscuridad que invade la existencia de la mujer. La fe de Nesto se sustenta en sus creencias yorubas y en sus esfuerzos por convencer a Raina de que el amor es todo lo que necesitamos para vivir.

 

En algunos pasajes, el texto parece perder el rumbo, y Raina no siempre logra imponerse como una voz narradora potente. Sin embargo, el uso de un inglés simple y descriptivo, aunque profundamente cargado de sentido, convierte la obra en una experiencia bella y liberadora para un público lector ajeno a las penurias de sus personajes. La edición física de The Veins of the Ocean también está artísticamente cuidada.

 

País Infinito.

 

Volviendo a Bauman, a diferencia de los personajes de Vida, tanto los de The Veins of the Ocean como los de Infinite Country se posicionan en el mundo como “peregrinos modernos”. Sus vidas están marcadas por una violencia sistémica inimaginable, pero los salva la fe y, como declara la última cláusula de la novela, “ese país infinito que es el amor”.

 

Seguimos las historias de Elena y Mauro desde su adolescencia en Bogotá y su decisión de migrar hacia Estados Unidos, de donde Mauro será deportado junto a su pequeña hija Talia, hecho premonitorio de las políticas migratorias de Donald J. Trump. En paralelo, acompañamos a Talia en su travesía desde un instituto de menores en los Andes hasta llegar al aeropuerto de Bogotá, desde donde emprenderá el regreso al país del Norte. Como en obras anteriores, el desplazamiento se afirma como una condición existencial.

 

Infinite Country es la primera novela de Engel en la que una sección completa transcurre íntegramente en Colombia. En ella, las creencias del catolicismo se entrelazan con las mitologías muiscas en los personajes que residen allí, en un intento por mostrar -como en el final de Vida- la necesidad de arraigo que caracteriza a los protagonistas. “Mi patria es la tierra”, reza uno de los epígrafes de la novela. Sin embargo, no siempre se vuelve, como dice la canción, “a los viejos sitios donde se amó la vida”: a veces, las razones económicas pesan más, y las existencias transcurren, mal que nos pese, en Estados Unidos.

 

En síntesis, la obra de Patricia Engel se ha consolidado en el canon de escritoras latinas en Estados Unidos gracias a su narrativa poderosa y a su habilidad casi didáctica para mostrar, a lectores de habla inglesa, las realidades y mitologías que emergen de América Latina. El español, lengua hablada por la mayoría de sus personajes, aparece únicamente a través del glossing, mediante palabras sueltas que aportan color local a una escritura que se percibe esencialmente en inglés. Esta estrategia refuerza la sensación de autenticidad cultural sin sacrificar la accesibilidad para el lector angloparlante.

 

Al mismo tiempo, como señala la crítica del New York Times Carla Cornejo Villavicencio, algunos personajes de Engel resultan a veces casi estereotipados, como Elena, prácticamente una santa, o Mauro, cuya recuperación del alcoholismo está motivada por el amor hacia su hija. Asimismo, la violencia parece estar reservada casi exclusivamente a Latinoamérica, y los elementos míticos asociados a esta región rozan por momentos lo inverosímil, como sucede, por ejemplo, con las visiones de los desaparecidos o los guacamayos en la Patagonia de Imagining Argentina de Lawrence Thornton (1987).

 

Patricia Engel enseña escritura creativa en la Universidad de Miami. Más información sobre su obra puede encontrarse en su página web oficial: https://patriciaengel.com/

 

* Profesor de Literatura de Habla Inglesa II - Departamento de Lenguas Extranjeras, UNLPam

 

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