Una multitud en el Club Argentino

Un salón colmado de emociones y recuerdos, y un espectáculo musical de primer nivel se vivió el sábado último en el Club Argentino. La atracción principal de Los Çuatro de Córdoba, con la presencia del hijo pródigo, el líder del grupo Víctor Hugo Godoy, redondearon una noche sencillamente única.

 

Fue Víctor Hugo el que hizo mención a una noche mágica en el lugar donde comenzaron sus sueños de artista, hace ya de esto más de 55 años.

 

La Peña del Club Argentino se vio desbordada de público, porque se esperaban unas 450 personas, y se calcula que las asistentes fueron entre 650 y 700.

 

Estuvo todo el barrio, y obviamente otros santarroseños que no se quisieron perder una jornada excepcional en el club de Villa Tomás Mason. Desde temprano la gente comenzó a agolparse en la remozada entidad, y prontamente el salón se vio desbordado.

 

Hubo reencuentros de viejos amigos que hacía rato no se veían, esos que frecuentaban el club y el barrio muchas décadas atrás y que ahora volvían a hablar. Víctor Hugo volvió a verse con algunos de sus compañeros que conformaron "Los Fogoneros" --el primer grupo que lo contuvo--, y se fundió en un abrazo con Osmar Bocha Sombra --que además exhibió algunas de sus pinturas en en rincón del amplio y moderno gimnasio--, y con Esteban Alfaro. También Wilda Torino --la artesana del barrio (vivía a metros del club)-- expuso sus trabajos que fueron muy bien considerados.

 

Estuvo "Golepa".

 

Otra presencia que casi no se preveía y que alegró a todos fue la del gran "Golepa" Cabral (sale muy poco de su casa), aquel maravilloso boxeador que supo dar cátedra en el gimnasio de Fortín, y al que el cantor le dedicó alguna frase en su valsecito "Mi Santa Rosa de ayer". Pero también estaban el hermano, "Brujo" Cabral, y Raúl Avila, y Tachuela Gadea y otros púgiles de la época dorada. Y también futbolistas y otros cantores y guitarreros de la ciudad que quisieron sumarse a lo que fue una verdadera fiesta.

 

Quienes no conocían a Pablo Fredes -que abrió la noche- se estaban perdiendo a un magnífico guitarrero. Deleitó el hombre con su instrumento y recibió el aplauso cerrado de la multitud. Después se lucieron Diego Olie y su grupo muy afiatado; y la calidad del joven Cristian Morales.

 

Para el broche de oro actuaron Los Cuatro de Córdoba, mostrando el caudal de esas voces que no reconocen el paso del tiempo. El Víctor Hugo, Meco Albornoz, y Choia y Lionel Pacheco brindaron un espectáculo de una calidad verdaderamente excepcional.

 

A pura emoción.

 

Emocionó Godoy al recordar puntillosamente su cercanía con el club -vivía a dos cuadras-, que conoció de muy pibe cuando la "tapia (que la circundaba) eran lonas pintadas con cal", y la pista de baile de tierra regada por los socios.

 

Hoy Argentino luce una estructura hermosa, y contiene una gran cantidad de disciplinas, que incluyen el grupo de baile "La Sureña", que acompañó el sábado en la pista a muchos de los artistas que estuvieron en el escenario.

 

Los Cuatro expusieron sus temas más conocidos, como "El Canto al Inmigrante", "La Oma", "Luna Cautiva" y tantas otras. Pero el aplauso más estruendoso fue cuando junto a "Los Caldenes" intepretaron "La huella" y "Mi Santa Rosa de ayer".

 

"Fue una noche soñada", dijo Víctor Hugo Godoy, y la multitud acompañó en la canción final a Los Cuatro de Córdoba que llegaron una vez más a Santa Rosa esta vez para decir "simplemente gracias".