Martes 29 de julio 2025

El Burgués aguantó y se consagró campeón

Redacción 09/09/2013 - 03.56.hs
El elenco sureño cayó ayer 2-1 como visitante, pero como había ganado 2-0 en la ida se quedó con el título Oficial y ya suma dos en sus vitrinas. Bruno Schaab y Juan Pablo Saffeni marcaron para el Auriazul; mientras que Lisandro Masson anotó el gol del campeonato.
Independiente de Jacinto Arauz vive su hora más gloriosa. Ayer perdió 2-1 como visitante ante All Boys de Santa Rosa en la revancha de la final y, como había ganado 2-0 en la ida, se quedó con el segundo Torneo Oficial de la Liga Cultural de fútbol en su historia, emulando lo logrado en 1998.
Aquella vez, hace quince años, había dado la vuelta en un Clausura con algunas ausencias como la del propio All Boys. Pero ahora, justamente en el año de su Centenario, el Burgués se dio el gusto de quedarse con un torneo anual y superando en la final al más ganador de todos los tiempos. Mejor, imposible.
Además, el 2-1 de ayer tuvo de todo; con goles, cuatro expulsiones, polémicas, tensiones... En fin, un partido propio de una final y de incierta resolución hasta el pitazo final del árbitro Javier Sánchez, de regular actuación por algunos errores que igualmente no inclinaron la balanza para ninguno de los dos lados.

Cambiante.
El 2-0 de la ida había dejado la serie muy favorable a Independiente, aunque para nada imposible de revertir para All Boys, que era local en su amplio terreno, donde casi siempre logra sacar ventajas. Y obviamente había dejado todo servido para que se de una revancha con el Auriazul manejando los tiempos y llevando la iniciativa, y con el Burgués esperando para salir rápido de contra.
Algo así se intentó "armar" en los primeros minutos, pero al local le faltaba profundidad para al menos comenzar a soñar con el primero de los dos goles que estaba obligado a hacer, y la visita carecía de precisión para hilvanar una salida clara.
En ese contexto el negocio era de Independiente, que aguantaba sin mayores sobresaltos mientras Juan Mauri, su estratega, comenzaba a calentar motores de cara a lo que sería una nueva tarde que lo tendría como figura. Es que en los primeros minutos al realiquense le costó entrar en juego y adaptarse a las amplias dimensiones del estadio Dr. Ramón Turnes, y pasado el primer cuarto de hora parecía que All Boys iba a aprovecharse de esa "ventaja", incluso tras sufrir la temprana baja de Claudio Beserra, que se fue por un problema muscular.
El ingreso de Gerónimo Gutiérrez le dio más presencia ofensiva al local, pero ya iban 26 minutos cuando llegó por primera vez profundamente, con un remate de Cristian Baldissoni que Emilio Folgar -otro de los puntos altos por jugadas puntuales- desvió con la punta de sus dedos al corner.
Igualmente, tras esa jugada el Auriazul se dio cuenta que podía y el Burgués entendió que, si no comenzaba a ajustar más las marcas, iba a sufrir. Y entre las dos posturas se impuso la primera, porque a los 31 minutos Saffeni envió un corner al punto del penal y Bruno Schaab se elevó más que todos para estampar un gran cabezazo que terminó en la red. Y enseguida Gutiérrez tuvo una volea tras centro de Jeremías Lucero que se fue cerca, desperdiciando lo que podría haber sido la paridad en el global.
El partido, tal cual estaba transcurriendo, se desarmó. All Boys se animó definitivamente, ganó en confianza, mejoró la circulación de pelota en el medio y los delanteros comenzaron a aprovechar los pocos espacios que habían empezado a dejar los laboriosos defensores visitantes. La única "mala" para los dirigidos por Ramón Ramírez era la molestia en un dedo del pie que sufría Saffeni, su mejor hombre, que pese al evidente dolor seguía pidiendo la pelota y haciendo diferencia cada vez que la tocaba.
Pero el Auriazul no aprovechó su momento, tuvo un par de errores a la hora de manejar las tensiones (se enojaron mucho por una mano casual de Navarlat que para nada fue penal), y lo pagó caro. Cerca del final del primer tiempo comenzó a caerse su estructura con la expulsión de Alejandro Morettini, quien un rato antes había sido amonestado por protestar (una falta a favor que había existido y que Sánchez no le había cobrado), y recibió la segunda amarilla por una dura falta sobre Mauri.
Y dos minutos después, antes de irse a los vestuarios, Independiente dio el gran golpe: Juan Cruz Vassallo se equivocó en una salida y le entregó la pelota a Masson, que corrió 20 metros ante una defensa mal parada y cuando enfrentó a Leonardo Oliván definió con clase por arriba. Todo quedaba como al principio de la revancha.

 

Con polémica.
El complemento fue tan entretenido como el primer tiempo, pero más emotivo aún. A los 4 minutos el local consiguió el 2-1 que lo terminó de animar a ir con todo hacia el arco de Folgar, y desde ese momento quedaron bien plasmadas las ideas de uno, atacando cada vez con más gente, y otro, contraatacando con muchos espacios.
El tanto llegó con polémicas por donde se lo mire, tras un penal. Baldissoni se escabulló entre la defensa a buscar una pelota, la punteó ante la salida de Folgar y chocó con el arquero, quien igualmente desvió el balón con sus piernas antes de que llegue el delantero a impactarlo. Pese a la rapidez de la jugada, Sánchez no dudó y cobró penal, pero prefirió no amonestar al arquero, que ya tenía amarilla y que si recibía la segunda debía irse. Y en realidad, si el árbitro entendió que hubo falta, la tarjera correspondía, porque de lo contrario el delantero hubiera quedado de cara al gol.
Tras las discusiones "de rigor", Saffeni cambió el penal por gol y puso a su equipo otra vez a un tanto de llevar la serie a los penales. El partido ganó en emociones y, como ocurre siempre en los momentos difíciles, apareció en gran dimensión el jugador diferente: Mauri. El volante central del Burgués sacó todo su repertorio a la luz, para manejar los tiempos con inteligencia, para ganar en cada cara a cara con cualquier rival que se le pusiera enfrente y para armar cada contra con precisión.
En la primera clara, Mauri habilitó con un toque delicioso a Juan Ihitz, quien definió por arriba de Oliván y obligó a Schaab a esforzarse para salvar su valla. Enseguida, otra vez Mauri recuperó ante Baldissoni y cedió para Fernando Ventimiglia, que remató por arriba. Y luego el ex Olimpo casi le puso la frutilla al título, cuando amontonó gente con un amague y se metió en el área a pura gambeta, pero perdió con un atento Oliván. También tuvieron sus chances Masson, que definió muy mal cuando estaba solo, y Emanuel Martini, que perdió otro mano a mano.
Mientras tanto, All Boys iba sin muchas ideas, tratando de desbordar con Lucero (fue sorpresivamente reemplazado en su mejor momento) y sumando gente alta para cada pelota detenida. Pero sólo inquietó con una volea desviada de Lucas Vassallo y una pelota que bajó Juan Cruz Vassallo y nadie llegó a empujar. Hasta que a los 44 minutos logró nuevamente poner a Baldissoni cara a cara con Folgar, y el arquero se lució con una tapada genial arrojándose con todo el cuerpo ante la definición del delantero.
Fue el final. All Boys se quedó con las manos vacías en la búsqueda de su trigésimo octavo título, e Independiente festejó su segunda conquista oficial en la Liga Cultural, tras quince años de espera.

 


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