All Boys festejó en un clásico polémico
All Boys comenzó con el pie derecho su participación en el Torneo Regional Federal Amateur, al superar por 1 a 0 a Atlético Santa Rosa en el clásico que abrió la Zona 9 de la Región Bonaerense Pampeana Sur, y que fue tomando temperatura a partir de algunas polémicas, para finalizar con la gente local muy caliente con la terna arbitral encabezada por Emanuel Leguizamón.
Mariano Nagore, a los 6 minutos del complemento, marcó el único gol en el Mateo Calderón, donde el local jugó con diez desde los 10 minutos del primer tiempo por la expulsión de Axel Pérez. En el segundo tiempo también fueron expulsados el DT local Sergio Guerra y el visitante Juan Aguilar, que debutó con la camiseta alboyense a los 40 minutos y a los 47 vio la roja por un codazo a Emiliano Cocco.
El intenso viento cruzado, el piso en mal estado y las características de la pelota (Kagiva) -liviana, "rebotadora" y difícil de controlar- fueron también parte muy importante del trámite del juego, a tal punto que influyeron en las dos situaciones más importantes.
A los 10 minutos de la primera parte, Pérez no pudo parar un pase lateral en defensa porque el balón fue más "picante" de lo habitual, Giuliano Guinchinao se lo robó y picó hacia el área, pero fue derribado en el borde por el mismo defensor, que por esa acción vio la roja.
Y a los 6 del complemento, tras una pelota larga hacia el área de Santa Rosa, Luis Guiñazú calculó mal el cierre complicado por el balón y el viento, Nagore se llevó la pelota, eludió al arquero y definió con clase y desde un ángulo muy cerrado para el 1 a 0 que definiría el partido.
Polémico.
En el primer tiempo, con uno más, el Auriazul llevó las riendas del juego, pero le faltó tranquilidad y algo más de presencia ofensiva para lastimar. Recién sobre el final de la primera parte entendió que tirarla larga con el viento a favor no era negocio, y generó algo de riesgo con un par de remates frontales.
En el segundo, tras el gol, Santa Rosa dio pelea, aguantó en defensa y apeló a su corazón y a alguna pelota parada para tratar de empatar.
El Auriazul pudo haber ampliado la diferencia vía Guinchinao (se la sacaron en la línea), Federico Ihitsague (apenas arriba) o Mirko Parassole (remate al palo), pero el Albo se mantuvo con vida hasta el final.
Y cerca del cierre, a los 37, marcó un gol por intermedio de Santiago Mayer tras una guapeada de Brian Ramírez, pero fue anulado por un supuesto offside: fue una jugada muy fina y aún con las imágenes es difícil de dilucidar si el autor del gol estaba en la misma línea (de Tomás Arzer) o un paso adelantado.
La polémica terminó de encender a la gente del Albo, que se había quejado a lo largo de todo el partido acusando a la terna arbitral de favorecer a All Boys en todas "las chiquitas", además de reclamar especialmente por un golpe de Agustín Servetto a Luis Guiñazú, que terminó con sangre en su rostro.
La expulsión del DT Guerra por los reclamos y las protestas posteriores ensuciaron definitivamente el clásico hasta el cierre, donde los cuestionamientos se multiplicaron y la terna arbitral se tuvo que retirar custodiada, hasta con un plateísta colgado de una pared y escupiendo a los colegiados. Incluso hubo disturbios en la zona de vestuarios, con un supuesto hincha local abriendo una ventanilla y golpeando a un menor que estaba en el camarín de All Boys. Lamentable.
Ganó Alpachiri.
En el otro partido de la primera fecha de la Zona 9, Deportivo Alpachiri le ganó como local a Unión Deportiva Campos de General Acha por 1 a 0. El único gol para el Depo lo marcó Miguel Rosón en el complemento.
Así, en la segunda fecha se dará un cruce entre punteros del grupo, cuando en el Dr. Ramón Turnes se midan Al Boys y Alpachiri.
Expulsión y acusación.
Tras el gol anulado a Santa Rosa, el entrenador local Sergio Guerra fue expulsado, aparentemente por las protestas hacia el árbitro. Al finalizar el partido, el DT se paseó por la zona de vestuarios acusando a árbitros, dirigentes y autoridades de supuestos arbitrajes o partidos arreglados, y al periodismo de ser cómplice de todo ello. Las imputaciones, además de ser infundadas, al ser gritadas a los cuatro vientos no hicieron más que exponer a los trabajadores de prensa ante la gran cantidad de exaltados que estaban dando vueltas. Después, el DT pidió disculpas.
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