Los pibes pisaron fuerte en la Colonia
(Colonia Santa María/Especial) - La Barranca de Santa Rosa, con un equipo juvenil, se hizo fuerte como visitante de El Pampero de la Colonia Santa María y se impuso por 1 a 0 en la primera final de la Liguilla de la Primera B, que otorgará al ganador un ascenso a la A de la Liga Cultural de fútbol.
Joaquín Ramírez, a los 6 minutos del segundo tiempo, marcó la diferencia en la complicada cancha de la Colonia, donde los pibes dirigidos por Sebastián Bernardi se la bancaron hasta el octavo minuto de adición para defender la ventaja.
El próximo domingo se jugará la revancha en terreno de Los Cuervos, donde se conocerá qué equipo acompañará a Cochicó de Victorica (campeón de la Primera B) a la próxima temporada de la elite culturalista.
Imprecisos.
El inicio de la final se caracterizó por las imprecisiones. Apurados, los dos equipos cayeron en la tentación de jugar directo y con pelotas largas, lo que fue perjudicial para el espectáculo porque lo hacían en un terreno de reducidas dimensiones, con viento cruzado y en un piso que no permitía que el balón ruede ni pique con normalidad.
El Pampero intentó hacer prevalecer su juego físico, aprovechando la mayor contextura que sus rivales, pero terminó proponiendo un juego friccionado que no le permitió hacerse dominador.
La Barranca, acostumbrado a un juego más asociado, sufrió el estado del terreno y también entró en el ir y venir de pelotazos profundos, que como ocurría en el otro sector generalmente terminaban en los pies de los rivales.
En ese contexto, en el local se destacó la figura de Sebastián Aschemacher, encarando por izquierda una y otra vez, desbordando en varias ocasiones, gambeteando y lastimando con centros para el ingreso de sus compañeros, que nunca entraron en la misma sintonía como para cerrar las jugadas. La más clara fue del propio "Colo", que en una de sus incursiones por izquierda enganchó hacia adentro y remató a las manos de Ignacio Urreaga.
Del otro lado, con Alexis Ramírez dominando el medio y con la defensa bien adelantada para contrarrestar los pelotazos largos de sus rivales, fue Joaquín Ramírez el más peligroso en ataque. La más clara la tuvo a los 43, cuando tras un desborde y centro le sacaron la pelota en el área chica, para luego tomar el rebote y rematar al palo, tras lo cual Damián Moro tuvo el gol y el arquero Mauricio Lozano le ahogó el grito.
Los pibes.
En el complemento, los pibes de La Barranca mostraron que tienen lo que hay que tener para lograr el objetivo del ascenso. Con un equipo en cancha de un promedio de menos de 20 años, Los Cuervos fueron edificando el triunfo de punta a punta, con el arquero Urreaga apareciendo en tapadas claves, con Ramírez golpeando en el momento justo y con el colectivo aguantando los embates finales de El Pampero, tanto en lo futbolístico como en el terreno de las protestas y reclamos.
La jugada del gol que marcaría la diferencia final en el partido se inició prácticamente en el área de La Barranca, donde Urreaga le tapó un remate de gol a Sebastián Aschemacher. En la acción siguiente, del otro lado de la cancha, el arquero local salió corto y la pelota le quedó a Joaquín Ramírez, quien remató bajo y convirtió con una nueva complicidad de Lozano, a quien el balón le pasó por debajo del cuerpo.
Con el gol a favor y con un resto físico superior, los pibes de Bernardi tuvieron su mejor pasaje en el partido, ahogando a su rival y evitando que reaccione. Incluso estuvieron a punto de ampliar la ventaja, cuando tras un gran centro de Alexis Ramírez cabeceó Joaquín Ramírez, exigiendo una gran tapada de Lozano.
A El Pampero le costó ese pasaje, presionado por Los Cuervos y por su gente, que pedía algo más desde el alambrado perimetral. Y poco a poco el local empezó a mostrar sus garras, especialmente de la mano de Facundo Aschemacher, que jugó, hizo jugar y metió presión hablando con el árbitro cada vez que lo tuvo cerca.
El partido se fue enredando entre centros de los locales y protestas a Gerardo Castaño, especialmente luego de haber mostrado la tarjeta amarilla al goleador Gastón Aschemacher, quien se perdería la revancha.
El empuje de El Pampero, sin embargo, se encontró con un grupo de pibes bien plantados, despejando todo lo que le tiraron, sin reaccionar a algunas provocaciones y con Urreaga como figura para responder en al menos tres ocasiones clarísimas, ante los Aschemacher y ante Brian Gatica.
Castaño jugó más de ocho minutos extras al tiempo regular, al cabo de los cuales La Barranca empezó a festejar un triunfo clave para sus aspiraciones de ascender. Mientras tanto, desde uno de los laterales de la cancha se escuchaba el "¡vamos, vamos los pibes!", con el que los hinchas santarroseños premiaron a una actuación "grande" de los chicos.
"Vinimos para romper la fórmula".
El arquero Ignacio Urreaga y el volante ofensivo Joaquín Ramírez fueron dos de los puntos destacados de La Barranca, que con un equipo lleno de pibes se quedó con la primera final por el segundo ascenso a la A de la Liga Cultural.
"Nosotros vinimos para romper la fórmula, porque cuando se habla de jugar el campeonato de la B se habla de la necesidad de tener gente de experiencia, y nosotros tenemos un promedio de 20 años de edad y acá estamos", reflexionó Nacho Urreaga, clave en los minutos finales para mantener su valla en cero.
"Acá hay jugadores que tienen 15, 16, 17 y 18 años, y que salieron a afrontar un partido contra gente grande como si hiciera 20 años que juegan en la Liga", ponderó el arquero, al tiempo que aclaró que "aún falta una final más" y que deben enfocarse una vez más, como a lo largo de la extensa temporada. "El triunfo es importante, pero después de 36 fechas se viene la última semana y hay que hacer el último esfuerzo, no relajarse", anticipó Urreaga.
A su turno, Joaquín Ramírez, autor del gol en el 1-0 ante El Pampero, valoró el triunfo por darse como visitante ante "un equipo fuerte y grandote en lo físico", y destacó que se llevaron los tres puntos por su intención de "jugar siempre" en cualquier cancha.
"Lo que hace este equipo es jugar; tenemos muy buena condición física y con eso pudimos sacarlo adelante. Nuestra idea es siempre la misma; jugar, no meterse en quilombos y jugar, y lo vamos a tratar de mostrar una vez más en nuestra cancha", cerró el juvenil, ya pensando en cumplir el objetivo en el sintético de su casa.
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