Negociaciones en Israel para formar gobierno
La canciller Tzipi Livni, cuyo partido Kadima ganó las elecciones en Israel, y Benjamin Netanyahu, líder del Likud, segundo por escaso porcentaje, se reunieron ayer separadamente con el ultranacionalista Avigdor Lieberman, quien se convirtió en el "árbitro" del comicio.
Lieberman, quien obtuvo 15 bancas de las 120 que componen la Knesset (Parlamento), declaró que no había cerrado acuerdos ni con el Likud ni con Kadima. El dirigente, del ultranacionalista partido Israel Beitenú (Israel Nuestra Casa), reconoció también que la responsabilidad que tiene su partido es profunda y que la decisión sobre cuál camino deben tomar "no es simple".
Lieberman, quien fue apoyado por la abrumadora mayoría de los cerca de 1,5 millones de inmigrantes rusos que habitan en Israel, declaró que la "inclinación natural" de su partido apunta a un gobierno de derecha. Sin embargo, Lieberman, nacido en Moldavia, es un laico que pretende crear el casamiento civil, inexistente en el país, y reducir el poder de las autoridades religiosas judías, lo cual puede ser una arista a sellar con Livni.
Más temprano, Lieberman se reunió con la canciller israelí y líder del gobernante Kadima, que espera también formar un gobierno de unidad nacional haciendo prevalecer su mayoría relativa de 28 bancas, una más que las 27 obtenidas por Netanyhau. Incluso, fuentes de Kadima avalaron la posibilidad de un acuerdo de rotación en la jefatura del gobierno con el Likud durante los cuatro años de gestión, en una suerte de reedición del pacto de alternancia entre Yitzhak Shamir y Shimon Peres, de 1984.
Palestinos.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, anticipó ayer que dialogará "con cualquier gobierno que surja en Israel" tras los comicios. "El ascenso de la derecha israelí no me preocupa: con Netanyahu se puede negociar", dijo Abbas en una entrevista al diario italiano La Repubblica. La posición del mandatario de la ANP se opone sin embargo a la de otros palestinos que no vieron con tan buenos ojos el giro a la derecha en la oferta electoral israelí.
El jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, afirmó que "los israelíes votaron por un estado de parálisis en relación al proceso de paz".
Por su parte, el portavoz en Gaza de la organización islamista Hamas, Fawsi Barhum, consideró que los candidatos de los partidos más votados son "los más radicales y terroristas". El analista israelí Arie Kacowicz, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, afirmó que los resultados de los comicios "son bastante preocupantes, porque van marcha atrás con respecto a lo que vimos en Estados Unidos y el cambio con Obama". (Télam).
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