El gobierno turco reconoce legitimidad de protestas
La represión a las protestas sociales que comenzaron el pasado viernes en Turquía se cobró una segunda vida y obligó, por primera vez, a que el gobierno reconociera hoy la "exagerada violencia policial" frente a los "legítimos y justos" reclamos populares.
En tanto, la Confederación Sindical de Trabajadores Públicos de Turquía (KESK), que representa a 240.000 miembros, comenzó una huelga de 48 horas "contra el Estado de terror" y en rechazo a la represión policial. "Desde hace siete días la gente está en la calle y los sindicatos deben jugar también su papel en esto", había advertido ayer el secretario general de la KESK, Ismail Hakki Tombul, quien pidió que se concurra a los lugares de trabajo "vestidos de negro y permanezcan allí sin trabajar".
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