Jueves 17 de julio 2025

Vía Crucis: una multitud junto al Papa

Redacción 27/07/2013 - 04.45.hs

El Papa Francisco encabezó ayer el Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud en la Playa de Copacabana, donde apuntó contra males sociales modernos como "los paraísos artificiales de las drogas", el hambre y las persecuciones raciales y dedicó un párrafo para criticar la "incoherencia" de algunos religiosos.
La actividad comenzó con un nuevo "baño de multitudes", con Francisco circulando en papamóvil entre los cientos de miles de peregrinos de todo el mundo que se congregaron para reflexionar sobre los hechos que encierra la pasión y muerte de Jesús, que son narrados en 14 "estaciones" que conforman el Vía Crucis.
"Con la Cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos; con ella, Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga", reflexionó el Santo Padre.
Luego sostuvo que Cristo se une "a todas las personas que sufren hambre en un mundo que cada día tira toneladas de alimentos" y a los "que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo o corrupción" o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios "por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio".
El pontífice afirmó además que la meditación del Vía Crucis propone distintas actitudes ante el dolor y puso como ejemplos de ello a la Virgen María o a Simón de Cirene, el hombre que según la tradición ayudó a Cristo a llevar la cruz. (Télam)

 


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