Jueves 01 de mayo 2025

"Espero tener la valentía de decir todo lo que quiero"

Redacción 23/09/2023 - 01.09.hs

El papa Francisco recordó ayer a los latinoamericanos que buscan emigrar a Estados Unidos y calificó como "una crueldad" la situación actual en la isla de Lampedusa a causa de la sobrepoblación migratoria, al hablar durante el vuelo a Marsella, ciudad francesa a la que llegó el viernes para una visita de dos días que se centrará en las personas que buscan llegar a Europa por el Mediterráneo.

 

"Espero tener la valentía de decir todo lo que quiero", dijo el pontífice a los periodistas que lo acompañaron en el vuelo desde Roma, con el que aterrizó a las 16.02 horas locales en la ciudad puerto del sur francés.

 

"Creo que sí", dijo el Papa al dialogar con los medios cuando fue consultado si creía que el viaje de este fin de semana hará historia como el que hizo en 2013 a Lampedusa, la isla ya entonces símbolo de la migración.

 

Falta de humanidad.

 

En ese marco, el Papa calificó como "una crueldad, una terrible falta de humanidad" la situación en Lampedusa, donde se han aglomerado miles de migrantes llegados en las últimas semanas que no encuentran sitio en otros países de Europa.

 

Por la gravedad de la situación, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, visitó la isla la semana pasada y prometió una "respuesta común" del bloque regional, como pide el Gobierno italiano con apoyo del Papa.

 

Durante el diálogo con los medios que volaron en el avión de Ita, el Papa volvió además a denunciar los "campos de concentración" de Libia. "Tienen ahí a las personas y luego las tiran al mar", sostuvo.

 

En el vuelo, el Papa recordó además a los migrantes latinoamericanos que buscan cruzar a Estados Unidos y resaltó la figura del obispo de El Paso, Mark Seitz, a quien calificó como "un genio" por su tarea.

 

"Me acuerdo una misa que hice en una frontera de un país latinoamericano en donde había tantos zapatos de personas que los habían perdido buscando cruzar", planteó el Papa, en una posible referencia a una celebración en Ciudad Juárez, frente a Estados Unidos, en 2016.

 

Francisco realizará una visita de dos días en el que pedirá a los países de Europa que tengan una "responsabilidad común" frente a la llegada migrantes por la vía del Mediterráneo, en medio de los cruces entre Italia y otros países por las cuotas de personas acogidas.

 

"Es necesario que Europa encuentre cuanto antes un consenso sobre el Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo. Todos los países europeos deben asumir juntos la responsabilidad de la situación en el Mediterráneo", planteó antes del viaje el "número dos" del Vaticano, el secretario de Estado Pietro Parolin, al dar las principales líneas de la visita.

 

Homenaje.

 

Francisco reclamó que las personas que naufragan en el Mar Mediterráneo sean salvadas como un "deber de humanidad y civilización", al homenajear a migrantes muertos en altamar, durante el primero de los dos días de la visita que inició a la ciudad portuaria francesa de Marsella.

 

"Deben ser socorridas las personas que, al ser abandonadas sobre las olas, corren el riesgo de ahogarse. Es un deber de humanidad, es un deber de civilización", planteó el Pontífice, en lo que fue leído como un fuerte apoyo a las organizaciones no gubernamentales como OpenArms o Mediterránea SOS que se dedican a salvar a los sobrevivientes de los naufragios en las aguas del Mare Nostrum, el nombre dado por los romanos al mar que baña costas de Europa, África y Asia.

 

"No podemos resignarnos a ver seres humanos tratados como mercancía de cambio, aprisionados y torturados de manera atroz; no podemos seguir presenciando los dramas de los naufragios, provocados por contrabandos repugnantes y por el fanatismo de la indiferencia", profundizó luego el Papa en la segunda ciudad de Francia rodeado por líderes de distintas religiones.

 

En los últimos años, los países de primera línea mediterráneos como Grecia e Italia, reclaman que haya una respuesta europea común para la distribución de las personas que llegan a las costas del continente.

 

En Italia, la gestión en 2018-2020 del entonces ministro del Interior, el ultranacionalista Matteo Salvini, encabezó una persecución a las ONG que rescataban personas en altamar y promovió una política de "puertos cerrados", opuesta al reclamo del Papa evidenciado hoy.

 

El memorial desde el que habló el Papa, dedicado a "los héroes y las víctimas del mar", fue construido en 1913 como un recuerdo a los marineros muertos en el Mediterráneo, pero a la luz de la explosión de las olas migratorias fue convertido en un símbolo de las personas ahogadas en los últimos años en búsqueda de llegar a Europa.

 

En tanto, hoy antes de la reunión con Macron, Francisco dará el discurso más fuerte de los cuatro previstos cuando hable en los "Encuentros Mediterráneos" frente a un público compuesto por representantes católicos y de otros credos.

 

(Télam)

 

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