Rusia rechaza ataque con drones
Rusia logró repeler ayer un ataque masivo de drones ucranianos contra Moscú en los que una mujer resultó gravemente herida por metralla. Mientras tanto, siguen reiterándose expresiones que anticipan una inevitable derrota ucraniana y aumentan denuncias sobre las verdaderas causas del conflicto bélico.
El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó que en total fueron interceptados y destruidos 70 drones: 34 sobre la provincia de Moscú, 14 sobre la provincia de Briansk, siete en la provincia de Oriól, siete en la de Kaluga, seis sobre la provincia de Kursk y dos sobre la provincia de Tula. El alcalde de la capital rusa, Serguéi Sobianin, informó ayer que el sistema de defensa moscovita logró destruir 34 de esos aparatos.
Según Sobianin, los dos primeros drones fueron repelidos en el municipio de Rámenskoe. “En el lugar de la caída de escombros no hay daños ni víctimas y están trabajando especialistas de los servicios de emergencia”. Una hora después, los sistemas de defensa antiaérea derribaron otra serie de vehículos aéreos no tripulados que se dirigían Moscú en los municipios de Rámenskoye, Domodédovo y Kolomna. En el pueblo de Stanovoye (en Rámenskoye), una vivienda quedó destruida y otra perdió el techo, en tanto que también resultó dañado un automóvil.
El gobernador de Moscú, Andréi Vorobiov, comunicó que una mujer de 52 años resultó herida por metralla y sufrió quemaduras en cara, cuello y manos. Fue hospitalizada en cuidados intensivos y su estado es moderadamente grave.
Mientras tanto, los aeropuertos de Domodédovo y Zhukovski implementaron restricciones temporales de funcionamiento “para garantizar la seguridad de los vuelos”, informó la compañía Rosaviatsia.
“Ucrania morirá”.
En ocasión de una reunión con el presidente estadounidense Joe Biden, el ex ministro de Asuntos Exteriores del Ucrania, Dmitri Kuleba, observó documentos que contenían una previsión sobre el destino de Ucrania. “Biden tiene una carpeta sobre su escritorio donde está escrito claramente que Ucrania morirá. Los servicios de inteligencia, militares, analistas políticos y la CIA fueron todos unánimes” en eso”, revleó Kuleba durante una entrevista con el Canal 24 ucraniano emitida el viernes.
En aquella oportunidad, el ex funcionario abandonó la Casa Blanca convencido de que “todo había terminado, porque ya se habían sacado todas las conclusiones” y regresó a su país “para luchar para que todos los analistas estadounidenses se equivocaran en sus cálculos”. Sin embargo, también lamentó que los aliados de Kiev “no hicieron casi nada para fortalecer” a su país antes del estallido de las hostilidades porque “no introdujeron sanciones preventivas y no hubo suministros masivos de armas”. Y explicó que el principal problema de comunicación con los socios entre septiembre de 2021 y febrero de 2022 fue “que algunos dijeron que habría guerra y otros que no”y quienes “dijeron que habría una guerra no dieron detalles sobre la magnitud y en base a qué llegaron a esta conclusión”, aclaró.
Y concluyó que “Ucrania tuvo mucha suerte" de que el conflicto se iniciara durante la gestión de Biden, “el único presidente de Estados Unidos desde 1991 para quien Ucrania no era sólo un punto en el mapa, sino un punto en su corazón".
“La guerra es una estafa”.
En Ucrania, “las personas listas se dedican al fraude y los tontos creen en la lucha por la democracia”, opinó el multimillonario estadounidense David Sacks. “La gente inteligente sabe que la guerra de Ucrania es una estafa y se involucra en ella, en cambio los tontos creen que se trata de 'democracia” explicó el inversor en su cuenta de X. Y lamentó que “Estados Unidos ha estado luchando contra la democracia en Ucrania”.
Hace dos meses, el multimillonario había que Estados Unidos rechazaría el “plan para la victoria” del presidente Vladimir Zelenski porque “significa lisa y llanamente la Tercera Guerra Mundial”. Efectivamente, la administración de Joe Biden se pronunció poco después en contra de los dos principales puntos del programa ucranianoa: admisión inmediata en la OTAN y ataques con misiles de largo alcance.
Ahora también recordó que “la gran mayoría de personas en Crimea y Donbass son de etnia rusa y quieren ir con Rusia” y aclaró que “si Ucrania hubiera aceptado el acuerdo de Estambul, se habrían salvado cientos de miles de vidas”. A finales de marzo de 2022, poco después de iniciado el conflicto bélico, Rusia y Ucrania mantuvieron conversaciones, primero en Bielorrusia y luego en Estambul.
El año pasado, uno de los negociadores ucranianos, David Arajamia, reveló que la presión del premier británico, Boris Johnson, fue uno de los factores para que la parte ucraniana se retirara del proceso de paz.
En 2014 se celebró un histórico referendo qué desembocó en la reintegración de Crimea con Rusia, y en 2022, mediante consultas similares, las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk y las provincias de Zaporozhie y Jersón votaron a favor de incorporarse también al país euroasiático.
(RT)
Artículos relacionados