Murió Alejandro Puccio
Alejandro Puccio, el ex rugbier que integró un clan familiar condenado por secuestrar y matar a tres personas, murió a los 49 años como consecuencia de una infección generalizada, luego de pasar los últimos ocho meses en libertad gracias a un recurso que había presentado su defensa para dar por cumplida su condena.
Si bien la noticia se conoció ayer, Puccio estaba en una libertad silenciosa desde hacía ocho meses, luego de las reiteradas polémicas que habían aparecido cada vez que había querido concretar su salida. El abogado Marcelo Buigo, defensor de Puccio, confirmó a TN que Puccio había sufrido una infección generalizada que lo llevó a ser hospitalizado el jueves pasado en una clínica de Avellaneda, y como consecuencia de su cuadro falleció 48 horas después.
No trascendieron los detalles de la enfermedad que lo aquejaba ni tampoco cómo había conseguido tramitar la libertad ante los tribunales que, en varias oportunidades, habían analizado planteos para concretar su excarcelación.
El ex jugador de rugby que brilló en el CASI y en Los Pumas y estaba de novio con una maestra jardinera fue condenado a una pena única de reclusión perpetua por tiempo indeterminado por los crímenes cometidos por el llamado "Clan Puccio". Entre 1983 y 1985, la banda liderada por Arquímedes Puccio, de 70 años, secuestró y asesinó a los empresarios Ricardo Manoukian, Emilio Naum y Eduardo Aulet, según determinó la Justicia. Una y otra vez, Puccio negó haber sido parte de esa banda: dijo que vivía en esa casa de San Isidro donde estuvieron secuestradas las víctimas, pero nunca supo nada, y aseguró que era inocente.
Quiso suicidarse cuatro veces. El episodio más recordado fue el 8 de noviembre de 1985, cuando se arrojó al vació con las manos esposadas desde un segundo piso del Palacio de Justicia, donde esperaba ser llevado ante el juez de la causa.
Libertad.
En prisión estudió en el Centro Universitario Devoto la carrera de psicología y se casó en 1993 con Nancy Arrat. En abril de 1997 Alejandro Puccio logró salir en libertad porque no había sentencia firme contra él. En ese tiempo vivió con su esposa y trabajó en una empresa repartiendo agua gasificada. En setiembre de 1999 (dos años y siete meses después) la Suprema Corte Bonaerense confirmó su condena y ordenó que volviera nuevamente tras las rejas.
En 2000, la posibilidad de que Puccio saliera volvió a aparecer: fue cuando su defensa planteó el beneficio de la libertad condicional, al amparo de la ley del "dos por uno". Precisamente, Puccio -a punto de recibirse de psicólogo- consiguió salidas transitorias para trabajar pero un escrache en el lugar donde debía presentarse en una clínica psiquiátrica llevó a complicar los permisos.
El líder del clan, Arquímedes Puccio, consiguió un arresto domiciliario tras cumplir los 70 años, pero el permiso fue revocado luego de que una cámara lo filmara saliendo a comprar chocolates. Meses atrás, la defensa de Puccio había logrado su libertad sin que se difundiera la noticia, pero ahora su nombre volvió a los medios con la novedad de su muerte. (DyN)
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