Condenan a perpetua a 16 represores
El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata condenó ayer a la pena de prisión perpetua al ex jefe de Investigaciones de la Policía bonaerense Miguel Etchecolatz y a otros 15 represores por crímenes de lesa humanidad cometidos en el llamado "Circuito Camps", en el marco de un "genocidio", durante la última dictadura.
Los jueces condenaron a prisión perpetua a Etchecolatz, Jaime Lamont Smart, Rodolfo Campos, Horacio Luján, Norberto Cozzani, Carlos García, Luis Vicente Patrault, Bernabé Corrales, Fernando Svedas, Miguel Kearney, Raúl Orlando Machuca, Julio César Argüello, Víctor Sita, Domingo Almeida y Roberto Grillo.
Los magistrados impusieron además las penas de 25 años de prisión para Eros Amílcar Tarela y Jorge Antonio Bergés; 18 años para Roberto Cabrera; 15 años para Sergio Verduri; 14 años para Daniel Lencinas; 11 años para Pedro Ferriole y 2 años de cumplimiento efectivo para Santiago Antonini.
Entre los hechos por los cuales fueron condenados Etchecolatz y los demás represores se cuentan lo ocurrido en la "Casa de la calle 30": el asesinato del matrimonio Teruggi-Mariani y la apropiación de la hija de ambos, Clara Anahí, quien aún continúa desaparecida y es buscada intensamente por su abuela María Isabel "Chicha" Chorobik de Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.
También se cuentan el secuestro del periodista Osvaldo Papaleo y su hermana Lidia Papaleo de Graiver, así como también del ex director del diario El Cronista Comercial Rafael Perrota.
Dentro de las víctimas también se encuentra la piquense María del Carmen Morettini, estudiante de medicina secuestrada en noviembre de 1976 por un grupo de tareas.
Sentencia.
A partir de las 18, el presidente del Tribunal, Carlos Rozansky, comenzó la lectura de la sentencia, cuyos fundamentos fueron diferidos, que fue seguida en la sala de audiencias por el canciller Héctor Timerman y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto.
En su fallo, el tribunal ordenó la inmediata detención del ex ministro de gobierno de la dictadura, Jaime Lamont Smart, así como el alojamiento en cárceles del Servicio Penitenciario a la mayoría de los condenados.
Entre las penas dictadas, se cuentan aquellas por otro de los casos emblemáticos de la última dictadura, "La noche de los lápices", cuando estudiantes secundarios que reclamaban por el boleto estudiantil fueron secuestrados y asesinados.
Tras la lectura del veredicto, Etchecolatz, extrajo de entre sus pertenencias un cartel que exhibió de manera provocativa y que señalaba: "Justicia dónde estas" y "Justicia corrupta".
Fue entonces cuando el presidente del tribunal ordenó el desalojo de la sala, mientras el ex jefe de Inteligencia era abucheado por el público que minutos antes había aplaudido la condena.
El TOF 1 sostuvo que los crímenes de lesa humanidad que se juzgaron fueron cometidos en el marco de un "genocidio" perpetrado contra un grupo nacional con la intención de su "exterminio". (NA)
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