Nueva hipótesis: las chicas no robaron droga
Ocho de los nueve detenidos por el crimen en Florencio Varela ayer prestaron declaración indagatoria ante el fiscal Adrián Arribas. A raíz de ello, el fiscal a cargo del caso confirmó que hay “nuevas interpretaciones en el caso” y, en un escrito donde se definen las nuevas imputaciones, determinó por qué los sospechosos idearon el violento plan. Desde la madrugada se dispuso un enorme operativo de seguridad alrededor de la Fiscalía de San Justo.
De allí se desprende que, contrario a las versiones que circulaban, Morena Verdi, Lara Morena Gutierrez y Brenda Loreley del Castillo no fueron las que robaron la droga que causó la disputa con la banda narcocriminal, sino “allegados o cercanos”.
“Tras producirse referida sustracción cuyos autores fueran presumiblemente allegados (de las chicas) es que mediante maniobras de engaño, y ardides -aprovechándose de su especial condición de vulnerabilidad-, integrantes de la organización mencionada precedentemente -en su mayoría de sexo masculino- lograron establecer un vínculo de confianza con las nombradas”, expresa el escrito.
Declaraciones.
El Destape detalló que las declaraciones empezaron las 6 de la mañana Lázaro Víctor Sotacuro; Florencia Ibáñez; Matías Agustín Ozorio; Celeste Magalí Guerrero; Ariel Giménez; Miguel Silva; Maximiliano Parra y Daniela Ibarra.
En la resolución sobre las indagatorias, el fiscal Arribas confirmó que se reformularon algunas de las imputaciones. Por ejemplo la de Giménez, quien estuvo encargado de realizar los pozos donde entrerraron a las chicas y ahora fue señalado coautor de los tres crímenes.
El documento arroja información que marca un punto de inflexión en la investigación del triple femicidio. "Entre las 22:00 horas del día 6 de septiembre de 2025, y las 21:29:49 horas del día 19 de septiembre de 2025, en lugar indeterminado, presumiblemente varias personas organizadas mediante un previo plan común, acordaron la sustracción de varios kilogramos de sustancias ilícitas", detalla el escrito y asegura que al momento del ingreso, los agresores hicieron explícitas sus verdaderas intenciones (recuperar la droga).
Manchas.
Daniela Ibarra, una de los nueve detenidos, expresó que el domingo 21 de septiembre “no había manchas de sangre” en la vivienda de Florencio Varela, a la vez que afirmó: “Celeste Guerrero estaba alegre escuchando música”.
La joven de 19 años prestó declaración indagatoria ante el fiscal Adrián Arribas y aclaró que es la niñera del hijo de Celeste Magalí González Guerrero (su hermana).
Durante su comparecencia, señaló: “Mi marido Maximiliano Parra (otro de los acusados) está recién operado. Yo había aceptado ir a la casa de Celeste para comprarle los medicamentos a mi esposo”.
Ibarra remarcó que en el domicilio de la calle Chañar 702 “estaba todo normal como siempre” y agregó que al ingresar hasta el patio del inmueble, “estaba tocando la puerta y no salía nadie”, por lo que “esperó” y “llamó” a su hermana: “Me respondió que estaba por llegar”.
“La volví a llamar para ver si pasaba algo porque en el barrio había policías y ella me dijo que no, que no sabía”, sostuvo la mujer que fue detenida por la presunta limpieza de manchas de sangre en la finca.
Daniela manifestó que el domingo 21 de septiembre concurrió a la vivienda, entre las 18:00 y las 19:00, porque Celeste le dijo que “quería salir a caminar y comer algo con su marido”, y se retiró “a las 2 de la mañana”: “Nunca vi nada raro”.
“En la casa había dos camas y estaba normal y limpia como siempre”, sumó, al tiempo que consignó: “Celeste estaba tranquila, se reía y escuchaba música”.
Por otro lado, Florencia Ibáñez sostuvo que Celeste Guerrero se refirió a “un traidor”, al tiempo en que ratificó un escrito presentado anteriormente, en conjunto con su defensa.
Ibáñez relató que escuchó a González decir que “no tendría que haber confiado en ese tipo porque es un traidor” y destacó que Celeste “gritaba groserías y decía ‘te dije que no tenías que confiar en él’. También le pegaba piñas a la pared”.
Artículos relacionados