Miércoles 30 de abril 2025

Dioxinas en la cadena alimentaria

Redacción 22/01/2011 - 06.57.hs
Cerdos con alta concentración de dioxinas en la región de Sajonia, en Alemania, comenzaron a ser eliminados luego de que el Servicio Agrícola y de Salud encontraran partidas de animales con este compuesto. Los más perjudicados, serán productores y la economía del país.
Las dioxinas se pueden encontrar en el entorno y en diferentes elementos que utilizan las personas diariamente, ya que se emplea en la fabricación de pesticidas, conservantes y desinfectantes, y además aparece cuando se queman a temperatura baja, materiales plásticos, de papel o madera.
Los más perjudicados con la dioxina serán los productores y la economía del país, ya que el temor de las personas por ingerir este compuesto disminuirá la demanda de este producto y además, la imagen exportadora de Alemania al resto de la Comunidad Económica Europea en alimentos, se pondrá en tela de juicio a pesar de que no todos los países poseen barreras especiales para esta sustancia.
Lo lógico es que los dueños de estos criaderos soliciten un recurso de amparo económico para poder seguir realizando su trabajo, que es totalmente legal. Esto en el caso de que no los dejen producir ni vender sus carnes, pero no será suficiente para apalear las pérdidas millonarias de esta matanza, a no ser que el gobierno entregue algún tipo de bonificación.
Igualmente, el Ejecutivo comunitario se mantiene "en contacto" con las autoridades alemanas, a las que ha solicitado "clarificación" sobre "potenciales exportaciones" de productos que puedan estar contaminados, como los huevos y la carne de cerdo, aunque por el momento sólo hay constancia de casos en Alemania.
Las autoridades alemanas activaron el sistema de alerta comunitario el pasado 28 de noviembre, tras detectar los primeros casos de dioxina y hace tres semanas denunciaron otros casos que, en total, afectan a cinco Estados federados.
Bruselas ha dejado claro que es competencia de Alemania verificar los casos de contaminación y considera que es "demasiado pronto" para decidir la posibilidad de prohibir las exportaciones de huevos y carne procedentes de Alemania.
Bélgica también detectó en 1999 un problema de contaminación por dioxina, cuando los Estados miembros decidieron adoptar "algunos estándares mínimos" para tratar estos casos.

¿De qué se trata?
El término "dioxinas" se refiere a una familia de compuestos clorados relacionados entre sí desde el punto de vista estructural y químico, constituida por las dibenzo-para-dioxinas policloradas (PCDD) y los dibenzofuranos policlorados (PCDF). Bajo esa designación, también se incluyen algunos bifenilos policlorados (PCB) análogos a la dioxina que poseen propiedades tóxicas similares. Tanto las dioxinas naturales como las artificiales, son compuestos orgánicos inodoros e incoloros que contienen carbono, hidrógeno, oxígeno y cloro. Las dioxinas se miden en partes por trillón (ppt).
Las dioxinas son subproductos de procesos industriales, pero también pueden producirse en procesos naturales como incendios forestales. Son subproductos no deseados de numerosos procesos de fabricación tales como la fundición, el blanqueo de la pasta de papel con cloro o la fabricación de algunos herbicidas y plaguicidas. Con respecto a la liberación de dioxinas al medio ambiente, los grandes emisores suelen ser los incineradores de basuras (residuos sólidos y hospitalarios), debido a la combustión incompleta.

 

Ambiente y alimentos.
Existen en todo el mundo grandes depósitos de aceites industriales de desecho con PCB, muchos con grandes concentraciones de dioxinas. El almacenamiento prolongado y la eliminación inadecuada de este material pueden liberar dioxinas hacia el medio ambiente y contaminar los alimentos humanos y animales. Los residuos con PCB no se pueden eliminar fácilmente sin que contaminen el medio ambiente y la población humana. Esos materiales tienen que ser tratados como residuos peligrosos, y lo mejor es destruirlos mediante incineración a altas temperaturas.
Las dioxinas son contaminantes ambientales que pertenecen a un grupo de productos químicos peligrosos llamados contaminantes orgánicos persistentes (COP). Por ello, una gran parte de la actual exposición se debe a emisiones de dioxina y BPC análogos a las dioxinas que ocurrieron en el pasado. Las dioxinas están presentes en el aire, agua y suelo, acumulándose en la cadena alimentaria. En los peces, la ruta primaria de exposición es el agua. Las plantas y los animales, que están expuestos principalmente a través de las partículas que flotan en el aire. Las partículas de dioxina flotan en el aire y se asientan en el forraje o alimento de los animales. Las dioxinas pueden concentrarse en los tejidos grasos del ganado vacuno res, cerdo, aves de corral y peces o sus partículas, pueden asentarse en frutas y verduras, pero éstas pueden eliminarse fácilmente por medio del lavado.

 

Peligros.
La principal vía de exposición para el ser humano es oral, a través del consumo de alimentos como carnes, productos lácteos y pescados. Una vez que han penetrado en el organismo, persisten en él durante mucho tiempo gracias a su estabilidad química y a su fijación al tejido graso, donde quedan almacenadas.
Las dioxinas son preocupantes por su elevado potencial tóxico. La experimentación ha demostrado que afectan a varios órganos y sistemas, provocando trastornos hormonales, entre otras afecciones.
La exposición prolongada se ha relacionado con alteraciones inmunitarias, del sistema nervioso en desarrollo, del sistema endocrino y de la función reproductora.
La exposición crónica de los animales a las dioxinas ha causado varios tipos de cáncer. El Centro Internacional OMS de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) realizó el 1997 una evaluación de la TCDD. De acuerdo con los datos de las investigaciones en animales y los datos epidemiológicos humanos, el CIIC ha clasificado la TCDD como "carcinógeno humano". Sin embargo, no afecta al material genético.
Otros efectos no cancerígenos observados en adultos expuestos accidentalmente a altos niveles de dioxinas incluyen: diabetes, enfermedades del hígado y del corazón, problemas en la piel, conjuntivitis, fatiga, malestar y ralentización de las reacciones nerviosas.
Los expertos FAO/OMS han establecido de forma provisional (2001) una ingesta mensual tolerable de 70 pg/kg/mes. Esta es la cantidad de dioxinas que se puede ingerir a lo largo de la vida sin que se produzcan efectos detectables en la salud.

 

Fuentes de emisión.
La reducción de las fuentes de dioxinas y BPC análogos a las dioxinas es un requisito previo esencial para seguir reduciendo la contaminación. Los intentos por reducir la emisión en el origen se deberían centrar en la reducción de la formación de dioxina durante los procesos térmicos, así como en la aplicación de técnicas de destrucción. Las medidas para reducir las fuentes de emisión de los BPC análogos a las dioxinas deberían estar encaminadas a reducir al mínimo las emisiones de equipos existentes (ej. transformadores, capacitadores), prevenir accidentes, controlar mejor la eliminación de los aceites y desechos que contengan BPC análogos a las dioxinas y vigilar la contaminación de los alimentos, especialmente los destinados a animales.
La protección de los alimentos es muy importante, por lo que se deben aplicar medidas en el origen para reducir la emisión de dioxinas, es decir en los insumos e ingredientes utilizados en la alimentación animal, esta recomendación es la base que se encuentra citada en los códigos de práctica de prevención y reducción de la contaminación de alimentos y alimentos balanceados del CODEX.

 

Recomendaciones.
Se deben realizar todos los estudios necesarios para asegurar que la carne disponible en el mercado interno y para exportación sea libre de dioxinas.
Como parte de una dieta saludable en general, es recomendable que se disminuya la ingesta de grasas saturadas, para ello es importante escoger cortes magros de carne y leche con bajo contenido graso, lo que contribuye a prevenir la obesidad, el colesterol alto y otras enfermedades crónicas. La leche materna es el mejor alimento para los niños y niñas; una buena alimentación es siempre muy importante, una dieta equilibrada, con cantidades adecuadas de fruta y verduras, legumbres (2 veces por semana) y cereales -de preferencia integrales-, en desayunos y meriendas.
Ing. agr. Rodolfo O. Braun *
MSc. en Salud y Producción Porcina
Cátedra Porcinos y Aves
Fac. de Agronomía, UNLPam

 


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