Miércoles 14 de mayo 2025

El pochoclo sale de La Pampa

Redacción 14/12/2013 - 04.18.hs
La Pampa es en la actualidad el segundo productor de maíz pisingallo del país. Se lograron unas 33.700 toneladas después de la producción bonaerense, de 67.000 en la campaña 2012/13. El mágico grano es la materia prima para producir el tan conocido pochoclo o pororó.

Argentina -principal exportador mundial-, vendió 185.000 toneladas, con lo cual la participación de nuestra provincia trepó al 18,2 por ciento. El pisingallo pampeano se produce en los departamentos Chapaleufú, Maracó, Trenel y Quemú y se exporta a 12 destinos diferentes del mundo como grano para pochoclo e inclusive para elaborar en microondas.
El maíz pisingallo tiene infinidad de nombres comerciales en el mercado mundial: desde pop corn, pipoca, maíz de palomita, maíz palomero, maíz canguil, maíz reventón, pororó y en nuestro país el ya conocido y tradicional pochoclo. Se vende en bolsas de papel de 10, 20 y 25 kilogramos y en bolsas de propileno de 50 kilos. Para tener una idea de volumen, en un contenedor de exportación caben 25 toneladas.
La siembra en La Pampa se hace a principios de septiembre aunque, recientemente, se estila dejar algunas hectáreas para la fecha de segunda, siempre en la zona norte de la provincia. Por un tema de limpieza en las sembradoras, la siembra de pisingallo siempre se hace antes que la de maíz común.
Según Maizar en los primeros 8 meses del año se declararon ventas externas en el país por 129.862 toneladas versus 120.718 toneladas en el mismo período de 2012. El principal destino de exportación del producto en enero-agosto fue Egipto con el 9.8% del volumen total declarado en el período. Le siguen Emiratos Árabes Unidos (6.6%), Colombia (5.1%), Perú (4.8%), España (4.7%), Brasil (4.7%), México (4.1%), India (3.7%), Venezuela (3.6%), Turquía (3.5%), Ecuador (2.6%), Yemen (2.5%), Italia (2.4%), Marruecos (2.4%), Siria y Arabia Saudita (2%).

 

Algunas claves.
Vale recordar que el maíz pop no contiene el gen Bt que otorga protección frente a insectos; además, la planta es más pequeña que la de maíz común y tiene hojas erectas, por lo tanto cubre menos el surco. En consecuencia, el manejo agronómico para el control de malezas y plagas debe estar muy bien afinado. A la hora de la cosecha -desde fines de febrero a mediados de marzo- también se requieren cuidados especiales, ya que una ruptura del tegumento implica la imposibilidad del grano de explotar en la cocción, por ello se utilizan cosechadoras axiales y luego se realiza un realiza un test de yodo a fin de verificar que la capa superficial esté intacta.
Una de las cualidades más importantes del pisingallo es su capacidad de expansión, es decir, cuánto es capaz de aumentar de tamaño cuando se lo somete al calor. Esto depende del híbrido, y hay 3 rangos en orden de calidad ascendente: 38-40 cm3/gr; 40-42 cm3/gr; y 42-44 cm3/gr. Otro de los parámetros que se tiene en este cultivo es el K10 que determina cuántas semillas caben en 10 gramos. También se deben respetar estándares de humedad, temperatura y daños por insectos.
Una vez cosechado, el pisingallo se lleva a una planta de procesamiento y se deja estabilizar con aireadores por un lapso de entre 30 y 60 días, se descarga en bolsas de 20 kilos o 25 kilos, o en big bags de 1.000 kilos, y se carga en los contenedores para su venta.

 

Crecimiento incesante
Con muchos adictos en una buena porción del planeta sea frente a un cinematógrafo, un espectáculo deportivo en vivo o en la placidez de nuestro hogar viendo TV, su materia prima -el maíz pisingallo- se produce en muy pocos países del mundo. Uno de ellos, la Argentina, es el primer exportador mundial del producto, y dentro de éste, la provincia de La Pampa ocupa el segundo lugar en producción (salvo en la campaña 2010/11 cuando Córdoba nos superó), siempre después de la provincia de Buenos Aires.
La Pampa elaboró 33.700 toneladas de maíz pisingallo sobre un total de 185 mil toneladas y las estimaciones para este ciclo podrían superar las 35 mil. El pochoclo, inventado por los aborígenes precolombinos, puede consumirse solo, dulce, salado o -como en Europa- bañado con caramelo. Una tendencia mundial que está incrementando el consumo, es la preparación especial para microondas. De hecho, allí parece estar el futuro del negocio. Pero La Pampa todavía está muy lejos de agregarle valor a la semilla; las distancias respecto de los principales mercados -los de mayor poder adquisitivo- y la falta de insumos y tecnología apropiada, complican esos proyectos que desde hace unos años insisten 2 empresas locales, la más importante es INARCO. No obstante, si los vecinos brasileños empiezan a considerar las ventajas del maíz pisingallo para microondas, la historia podría cambiar.

 

Juan José Reyes
Economista

 


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