Viernes 03 de mayo 2024

Las dos caras del fútbol

Redacción 16/12/2008 - 03.31.hs

El Verde igualó 1-1 con Belgrano y se impuso por 3-1 desde los doce pasos con una gran actuación del arquero Caminos. Benvenuto abrió la cuenta para el local e igualó Morone para la visita, que fue un poco más y logró su primer título pampeano.
Ferro de Alvear dio ayer el paso más importante en su historia deportiva, al obtener por primera vez el Torneo Provincial de fútbol, que en su decimotercera edición llevó el nombre de "Juan Carlos Vega". El Verde consiguió el título tras derrotar como visitante a General Belgrano de Santa Rosa por 3-1 en la definición por penales, luego de igualar 1-1 en el tiempo reglamentario en ambas finales. El partido de ayer terminó con graves incidentes protagonizados por la hinchada local (ver página 36).
Ayer, en un estadio Nuevo Rancho Grande que albergó a unas dos mil personas, el local Belgrano se puso en ventaja en el primer tiempo por intermedio de Javier Benvenuto, pero el Verde lo igualó en el complemento con un gol convertido por Sebastián Morone. Luego recurrieron a la definición con remates desde los doce pasos, y en esa instancia la visita terminó festejando gracias a una gran actuación de su arquero Gustavo Caminos y a la categoría de sus jugadores para convertir (ver aparte).

 

En ventaja.
El partido, en general, fue de un nivel pobre, porque prevalecieron las ganas y el coraje de ambos equipos por sobre el buen juego. Belgrano se plantó como acostumbra en su cancha, tratando de presionar de la mitad hacia arriba y jugando con pelotas largas; mientras que la visita paró a Sebastián Merlo como "faro" y hacia él fueron casi todas las pelotas. En ese contexto, el goleador del torneo fue bien contenido por Gastón Affonso y Miguel Urreaga, pero en las pocas veces que logró zafar de la marca generó situaciones y fue partícipe del gol.
Ya a los 4' Merlo se llevó a los marcadores lejos del área y tras un pase de Juan Gavotti apareció Mauricio Giganti por detrás y en soledad, para bajar la pelota con el pecho y definir ante la salida de Raúl Alomo, que tapó en el mano a mano.
Con ese aviso, Ferro dejó en claro que Belgrano iba a tener que estar muy atento si quería quedarse con el título. Pero a los 10', en la única clara que tuvo el local en el primer tiempo, sacó ventajas: Juan Zubeldía ejecutó un corner, rechazaron corto en el área y Benvenuto definió de primera para poner la pelota entre las piernas de Caminos.
Con la diferencia a favor Belgrano se tranquilizó, pero se replegó demasiado y le dejó campo y espacio a Ferro, que poco a poco se fue haciendo sueño del partido. Así, la visita volvió a llegar a los 15', cuando Merlo giró tras parar la pelota en el borde del área y sacó un potente remate de zurda que otra vez Alomo desvió en gran manera.
Para ese entonces, Belgrano ganaba pero su arquero ya era figura, y Ferro insistía con pelotazos y jugadas de pelota parada tratando de igualar. A los 32' tuvo una chance con un cabezazo de Fernando Ormeño que se fue cerca del segundo palo, y sobre el cierre César Cocchi fue habilitado por Giganti pero definió por arriba "atorado" por el arquero.

 

Justicia.
En el complemento no cambió la tónica por parte de Belgrano, pero sí por el lado de la visita, que con el ingreso de Diego Méndez por Diego Massa ganó en control de pelota y por eso comenzó a jugar más de mitad de cancha hacia arriba. El local, en tanto, se dedicó solamente a despejar lejos y a jugarse a una contra, que nunca logró armar.
Hasta que a los 24' Diego Albornoz "peinó" la pelota en el primer palo tras un corner y el balón le pegó en la mano a Alejandro Morettini en forma casual, aunque el árbitro Juan Carranza, de floja tarea, cobró penal. Pero en el arco estaba Alomo, la figura de Belgrano, que le tapó el remate a Maximiliano Morales Páez y dejó a su equipo en ventaja.
¿Se agrandó Belgrano y definió la historia? Para nada. Por el contrario, en la jugada siguiente, a los 30', Ferro consiguió el empate que tanto buscó y que merecía: Albornoz desbordó por derecha, envió un centro pasado y Merlo, en otra de las pocas ocasiones que escapó a sus marcadores, bajó la pelota para el ingreso de Morone, que definió de cabeza y por arriba del arquero para dejar todo como al principio.
Luego transcurrieron los minutos hasta el final y llegaron los penales, en los que Ferro fue mejor y pudo gritar campeón de La Pampa por primera vez en su historia.

 

La violencia volvió a golpear al fútbol
Los disturbios fueron provocados por la barra brava del Tricolor, que se enfrentó con la policía durante más de media hora. Hubo peleas cuerpo a cuerpo y disparos, y un agente terminó internado con una fractura de cráneo.
La final del Torneo Provincial de fútbol que Ferro de Alvear le ganó ayer por penales a General Belgrano (ver página 34) no terminó como todos esperaban, con la entrega de la copa de campeón para el elenco del norte. Por el contrario, finalizó con lamentables hechos de violencia, que una vez más le ganaron a lo que debería haber sido una fiesta y terminaron opacando al cierre del certamen más importante del fútbol de La Pampa.
Los disturbios fueron ocasionados una vez más por un grupo de hinchas de Belgrano, integrantes de la barra brava denominada "La 14", que inexplicablemente siguen acudiendo a los partidos a pesar de que una y otra vez han causado incidentes. Claro que para esto cuentan con la complicidad de algunos dirigentes, que le permiten ingresar con el objetivo de que alienten al equipo, pero que no se terminan de dar cuenta que con estas actitudes lo único que logran es perjudicar a su institución y al fútbol pampeano en general.

 

Los hechos.
Los graves incidentes se produjeron apenas finalizó el partido. Cuando el arqueo de Ferro Gustavo Caminos le atajó el último penal a Agustín Olguín y quedó definido que el campeón era Ferro de Alvear, el grueso de la barra del Tricolor salió corriendo hacia fuera, con la intención de ir a enfrentarse con los simpatizantes de Ferro -se retiraban por otro sector-, a quienes ya en el partido habían apedreado. Sin embargo, cuando los locales salieron por los portones de la calle Belgrano se encontraron con la policía, que estaba esperando el final del encuentro para organizar la desconcentración y evitar que se encuentren las parcialidades.
En ese momento, los hinchas de Belgrano intentaron sortear la barrera policial y sin mediar palabras comenzaron los enfrentamientos. Los barras empezaron a arrojar piedras y todo tipo de proyectiles -incluidas botellas de vidrio- contra los efectivos, que al verse sobrepasados dispararon un par de veces al aire con la intención de calmar los ánimos.
Pero nada de eso ocurrió, porque también comenzaron a caer proyectiles que provenían desde adentro del estadio y uno de ellos -una baldosa- impactó sobre la cabeza de un efectivo, provocándole serias lesiones. El agente agredido fue Manuel Contreras, quien como producto del golpe cayó tendido en el piso muy mareado. Enseguida fue asistido por sus pares y trasladado en un móvil policial hasta la Clínica Modelo, donde se constató que había sufrido una fractura en el cráneo. En ese centro de salud fue compensado y quedó internado en observación, aunque fuera de peligro.
La agresión a Contreras -agente de la seccional segunda- terminó de desatar la batahola, porque la policía empezó a tirar con balas de goma y algunos agentes hasta llegaron a protagonizar peleas cuerpo a cuerpo con los hinchas, que tras más de media hora de tensión fueron dispersados.
El operativo policial, que estaba a cargo de la oficial Susana Rodríguez, contaba con unos 30 efectivos, quienes tuvieron que pedir refuerzos para poder calmar a los hinchas. Al lugar de los hechos también se acercaron el Subjefe de la Policía de La Pampa, Juan Domingo Pérez, y el Jefe de la Unidad Regional, Roberto Ayala.
A pesar de la gravedad de los incidentes no hubo ningún detenido, mientras que anoche desde la seccional primera informaron que aún no tenían datos sobre los daños en general. En ese sentido, uno de los móviles policiales que estaba dentro del estadio fue atacado por un par de hinchas, aunque sin provocarle muchos daños porque fueron "frenados" por otros hinchas un poco más civilizados.

 

Cuchillo.
Los disturbios no se dieron por casualidad ni mucho menos. Y una muestra de ello es que en uno de los postes de iluminación que hay en el centro de la avenida Belgrano, justo enfrente del ingreso a la cancha, la policía encontró un cuchillo, que se presume había sido escondido para luego ser utilizado como arma durante la "batalla". Por suerte, el arma blanca fue descubierta minutos antes de los incidentes, porque de contrario la gravedad de los hechos podría haber sido mayor.
Lo cierto es que una vez más los violentos se hicieron dueños de un partido de fútbol, como ocurrió el sábado en la final de la Copa Presidentes entre Atlético Santa Rosa e Independiente de Doblas. Y por ahora el fútbol sigue y las soluciones no aparecen.

 


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